Julián Alonso exhibe la ironía y denuncia de su poesía visual en Valladolid

En una de las obras de la exposición, el artista mira de frente al espectador mientras de su cabeza, como aves –de papel– volando, fluyen versos: ‘Es así que te duele la poesía / como un pájaro vivo / Como una niebla tenua / empapando tus huesos’. Espacio Abierto (Alonso Pesquera, 4) abre estos días sus puertas a la obra del editor y poeta visual palentino Julián Alonso (1955), con la muestra Las paredes dicen.

«En sus trabajos, a través de plasmaciones gráficas, de la exploración de los límites de la palabra, de intervenciones con diversos materiales y objetos, nos lanza metáforas, símbolos y sutiles ironías, para acercarnos a las realidades actuales, los problemas presentes, hacernos reflexionar, motivar decisiones y toma de conciencia», advierten desde el espacio vallisoletano.

Y Julián Alonso parece inspirarse en Gabriel Celaya –‘Tal es mi poesía: poesía-herramienta / a la vez que latido de lo unánime y ciego. / Tal es, arma cargada de futuro– para sorprender al espectador con sus juegos visuales, haciendo de sus versos una máxima que guíe sus creaciones.

Y parece advertir de los peligros que acechan a esta sociedad censora –ahí están esas tijeras ‘amenazantes’, persiguiendo a un pez lleno de letras, de potenciales palabras, de futuros pensamientos–; a esta sociedad que parece tener al planeta exhausto, y necesitado de un descanso; a esta sociedad tan dada a la vanidad, como tan bien refleja con un simple juego de escalas.

Y recuerda, con una alambrada de espinos sobre un poema, que corren Malos tiempos para la lírica. Y la imagen es tan amenazante que no extraña ver a su lado una bandada de Uves migratorias, quizá buscando lugares mejores donde posarse. Esa concertina volverá a aparecer, rodeando la hoja de un árbol en El corazón del bosque o una barra de pan en Fronteras del hambre. Una flor marchita y una botella ‘etiquetada’ con un dólar servirán al creador para retratar La decadencia del imperio.

Hace unos años, con motivo de la muestra Cinco poetas visuales de Castilla y León, el palentino explicaba así su obra: «Me dedico a una actividad dispersa que abarca desde el caligrama, el letrismo o la poesía concreta, al collage y desde el conceptualismo al minimalismo, el diseño integral de libros o plaquettes o el poema-objeto, buscando la concisión, frecuentemente la ironía o la denuncia y procurando no distraer sobre el fondo del concepto o mensaje que pretendo transmitir». Siempre tratando de hacer «saltar los resortes de la imaginación de quien contempla / lee mi obra», añade el autor, que ha expuesto su obra en museos como el Macba de Barcelona, el Musac de León; la Fundación Díaz Caneja de Palencia o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Córdoba.