María San Miguel invoca a Lorca para «dar voz» a miles de vidas enterradas
La compañía vallisoletana Proyecto 43-2, con Pablo Rodríguez y Alba Muñoz, estrena en Granada ‘Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva’, una obra sobre la memoria y los relatos
Fuente Vaqueros, la tierra que vio nacer al poeta. Valderrubio, otrora llamada Asquerosa, cuyas calles y gentes nutrieron su imaginario adolescente. Víznar, convertida en algún rincón desconocido en su triste e indigna sepultura... Tres lugares y una presencia, tan invisible como palpable, que marcan la última aventura teatral de la compañía vallisoletana de María San Miguel, Proyecto 43-2. Tres lugares que han definido un viaje artístico que este sábado llega a su fin, después de un año de ires y venires por la comarca de la Vega de Granada, con el estreno de Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva en el marco del 20 Festival El Rinconcillo de Cristobica, en el patio de la Casa Museo Federico García Lorca.
Arropados por la banda sonora creada para la ocasión por Juan Alberto Martínez, de Niños Mutantes, Alba Muñoz, Pablo Rodríguez y María San Miguel levantarán un espectáculo cargado de simbolismo, un encargo de la Diputación de Granada «para dar voz a quienes nunca la han tenido».
«No es que este país haya dado la espalda a su pasado. Diría que lo ha borrado directamente. Si algo hemos visto este año, durante el proceso documental, es que hay un relato sobre el golpe militar, sobre la guerra, intencionado. Por eso no quieren abrir las fosas, porque dan información. Como país, hemos apostado por el olvido», lamenta San Miguel en declaraciones a este diario.
Algo saben la vallisoletana y los miembros de Proyecto 43-2 de recuperar la memoria colectiva, de agitar recuerdos ocultos, después de montar espectáculos como los que conforman la trilogía Rescoldos de paz y violencia, sobre el impacto del terrorismo en la sociedad vasca. «La Diputación de Granada, que conocía nuestra línea poética y estética, nuestro discurso en torno a la violencia y la convivencia, nuestro trabajo documental, me propuso venir a Valderrubio, donde García Lorca comenzó a escribir, donde encontró los personajes que poblaron su literatura dramática rural. Aquí todavía no se ha roto el silencio», evoca la actriz, directora y dramaturga. Y ese mundo, pegado al campo, es el que abrazó San Miguel.
«Me acerqué a ese mundo rural, a las personas que han mantenido viva la memoria del poeta, como Pepito del Amor, un hombre de 75 años que me ha ayudado a entender la importancia del campo, sus reivindicaciones. Y conocí al equipo científico de la Universidad de Granada, que lleva a cabo las exhumaciones en el barranco de Víznar... Hablar de Federico es hablar de la memoria soterrada de este país, nos abre una puerta para hacer visible lo invisible. Lo importante era partir de él, de Federico, para dar voz a las miles de vidas enterradas», reflexiona la responsable de espectáculos como I’m a survivor o Y llegar hasta la luna.
Y se citaron, ya con el proyecto muy avanzado, con el hispanista Ian Gibson, autor de El asesinato de García Lorca o Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca. «Ha sido un privilegio charlar con él. Nos ha enseñado algo que también aprendimos con los científicos de la Universidad de Granada, que también representan ese paso del compromiso individual a la transformación colectiva: la pasión nos hace vivir y llegar a caminos que, de otra forma, permanecerían inaccesibles», celebra María San Miguel.
En la memoria íntima de la vallisoletana también late el recuerdo de los ausentes: un bisabuelo fusilado en el 37 en el parque de San Isidro y una tatarabuela cuyos restos fueron exhumados cuando la actriz era una adolescente. Sus historias, nunca silenciadas en su casa, la marcaron. «Siempre me he preguntado cómo es posible que vivamos en un país donde hay miles de personas que siguen sin una sepultura digna, que es constantemente reprendido por la ONU por su actitud con las fosas comunes», lanza al aire San Miguel. «Federico nos lleva a cuestionar eso y a conectar con nuestro presente: es curioso que todos los que se ocuparon de enterrar bien nuestro pasado ahora lo quieran transformar mediante el uso del lenguaje. Las palabras generan realidades», advierte la vallisoletana.
"Es curioso que todos los que se ocuparon de enterrar bien nuestro pasado ahora lo quieran transformar mediante el uso del lenguaje"
Entre lo terrenal y lo fantasmal. La labor de quienes –estos sí– se preocupan, a través de la recuperación y estudio de los restos humanos, de recuperar la historia, inspira la puesta en escena de Federico, con San Miguel, Muñoz y Rodríguez convertidos en una suerte de «detectives del olvido», jugando con la carga simbólica que guarda cada fosa, que parece conectar el ayer y el hoy, el mundo de los muertos y el de los vivos. «Queríamos un trabajo muy físico, de palabra, sin artificios. Estrenamos en El Rinconcillo, un festival de títeres y objetos, y nuestro compromiso era construir a partir del objeto documental. Esos objetos, encontrados durante el proceso documental, nos permiten contar la historia: guantes, palas que entierran y desentierran, brochas, libros como el de la francesa Marcelle Auclair, que en el 64 pidió información oficial sobre el paradero de su amigo...», enumera la vallisoletana, que en Federico, por ejemplo, también aviva el recuerdo de la escritora y artista granadina Agustina González López ‘la Zapatera’, fusilada en Víznar en el 36.
Proyecto 43-2 produce este Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva, que ha contado con la colaboración de la Diputación de Granada, el Patronato Federico García Lorca, el Museo-Casa Natal del poeta o de los Ayuntamientos de Palencia y Serrada. ¿Girará por Castilla y León? «Nos hemos visto afectados por los cambios políticos y por la censura silenciosa. Veremos. Federico quizá no sea tan incómodo», concluye San Miguel. En Valderrubio hace tiempo se agotaron las entradas para el estreno, lo mismo que para los pases previos, en campaña escolar, programados de miércoles a viernes en la localidad y en Fuente Vaqueros.
Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva tendrá su versión sonora en formato podcast gracias a la obtención de una de las ayudas públicas para la promoción del sector del videojuego, del pódcast y de otras formas de creación digital 2024, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Cultura. El podcast contará con cinco capítulos y se estrenará en otoño.