La Quimera estrena en Valladolid el que es su montaje de despedida

La emblemática compañía vallisoletana La Quimera de Plástico presenta este fin de semana en el Teatro Calderón, por primera vez en la ciudad, la que está llamada a ser su última producción después de cuarenta años de trayectoria: ¡Hasta aquí hemos llegado! Los cuernos de Don Friolera.

«Hay que cerrar el ciclo con todo nuestro repertorio, pero La Quimera no realizará nuevas producciones», reconocía este martes en el coliseo vallisoletano el productor Tomás Martín, fundador de la compañía junto a un Juan Manuel Pérez que protagoniza este último espectáculo junto a Selma Sorhegui y César Catalina, a las órdenes de Luisa Hurtado.

Martín explicó los motivos de volver a Valle-Inclán para levantar su última propuesta, en un giro metateatral: los tres intérpretes dan vida a parte de una compañía de actores que se dispone a ensayar la citada obra. Mientras esperan la llegada de sus otros compañeros irán hilando vivencias y recuerdos de su oficio mientras encarnan, entre otros, a Friolera, Loreta o Pachequín.

En su momento «álgido», evocó Martín, La Quimera levantó la trilogía que compone Martes de Carnaval: Las galas del difunto, La hija del Capitán y Los cuernos de Don Friolera. «Valle es el mejor exponente de la dramaturgia española contemporánea del siglo XX. Con permiso de García Lorca, es lo más contemporáneo, vanguardista e inteligente del pasado siglo», abundó Martín, que reconoció tener «como una espina clavada» el no haber podido montar Luces de Bohemia.

Para su última producción, La Quimera ha contado con el apoyo de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Valladolid y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. El Ayuntamiento de Urones de Castroponce, además, brindó a la compañía el teatro de la localidad para ensayar durante dos meses.

Un apoyo, subrayó Martín, impensable en sus inicios. «Cuando empezamos en 1983, en la ciudad no había teatros públicos», afirmó para recordar después que un empresario asturiano gestionaba el Calderón y el Lope de Vega. Ya antes, Martín y Pérez habían formado parte de otra compañía histórica como la primera Teloncillo. «Con Teloncillo o con La Frasca intentamos dinamizar la escena vallisoletana, pero entonces no llegábamos a vislumbrar un futuro como el que estamos viviendo ahora», recordó.

Desde su primer montaje, Ensalada de bandidos, que Tomás Martín y Juan Manuel Pérez ya habían levantado con Teloncillo, La Quimera de Plástico ha realizado casi 40 montajes, con cerca de 3.000 representaciones en más de una veintena de países. «De joven soñaba con América y hemos tenido la suerte de poder recorrerla desde Miami a la Patagonia», celebró el director.

«Es un descubrimiento. No es una caricatura, es un personaje poliédrico», subrayó un Juan Manuel Pérez que, si bien ya había llevado a escena en el pasado Los cuernos de Don Friolera, nunca ante había dado vida al vengativo teniente Astete. «Este Friolera junto al Pacífico Pérez de Las guerras de nuestros antepasados, el Buscón don Pablos o el Pedrín Carabesugo de uno de nuestros espectáculos infantiles han sido los personajes que más me han llegado», reconoció el veterano actor.

Hasta aquí hemos llegado se estrenó en septiembre en Almagro.