Cuando el TAC hace del gesto el «lenguaje más internacional»

«El teatro en la calle es el arte más democrático, sin filtros, para todo el público», proclamaba este jueves en la Casa de Zorrilla el cómico argentino Adrian Schvarzstein. Junto con el italiano Paolo Martini levantarán este viernes junto a la Casa del Sol el humorístico Sweet home on wheels, sobre la vida de una pareja ya madura –y sus absurdos– que se las tiene en su vieja caravana, a golpe y porrazo. Slap-stick de toda la vida buscando el juego con el público. «La comedia física es el lenguaje más internacional», abundó el intérprete para celebrar que el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid siga haciendo posible el encuentro entre culturas, dinamitando las barreras del idioma.

No necesita palabras, en realidad, la bailarina Claire Ducreux para emocionar abrazada a ese frágil árbol sin hojas levantado en el entorno de la Colegiata Santa María La Mayor, sobre un nido figurado. Sus ramas la acogen, la sostienen en su poética coreografía, le dan refugio, la elevan hacia el cielo como un anhelo: el deseo de que florezcan los abismos. La naturaleza, venerada en cada movimiento de Ducreux, al compás que marcaban las notas de un piano y de un acordeón.

Tampoco el bailarín y coreógrafo vallisoletano Alberto Velasco, que este jueves estrenó Mover montañas, su personal revisión del folclore patrio, que entiende más allá de tiempos, fronteras... identidades.

Tampoco las necesitan los estrafalarios Stéphane Poulet e Yvan Mésières, de la francesa Super Super. Desde ayer y hasta el sábado hacen de la imperfección la más perfecta forma de arrancar una carcajada al respetable, jugando con los equívocos, las torpezas y hasta con los tópicos de la masculinidad –y sus tabúes– en un mundo que les suele ser ajeno como el de la natación sincronizado. Son los protagonistas de Plouf & Replouf, una suerte de remedo de los Dupond y Dupont que cambian la gabardina por un ajustado turbo. Qué tendrá la alta competición que cuando llega a las calles con el TAC se presta a disparates como los que perpetran los ‘olímpicos’ de Yllana y Nacho Vilar, que ayer ofrecieron su última representación.

El humor, sí, esta muy presente estos días en las calles de Valladolid con el TAC –que se lo digan a quienes disfrutan estos días en la plaza de España de las delicias gastronómicas de Pikz Palace y su Boucherie Bacul–. No ha de faltar como contrapunto de otras propuestas. La lituana Seiko Dance Company, con su danza, evocará desde este viernes con Drifted la vida en Neringa, un bello rincón de su país cuyos paisajes y paisanajes se ven condicionados por el continuo movimiento de sus dunas. Será uno de los estrenos –en España– de este TAC, como también La innombrable, una propuesta de circense de Alba Sarraute & Les Ofélies que, inspirándose en Shakespeare y Fellini, abordarán el drama de los emigrantes que cruzan el Mediterráneo.

Para cerrar las jornada del viernes y del sábado, Transe Express invitarán a bailar a los vallisoletanos con su Cristal Palace en la Plaza Mayor.