La actriz vallisoletana que hace las Américas con su teatro sobre violencia y concordia
Al frente de la compañía Proyecto 43-2, la también directora y autora María San Miguel presenta en México y EEUU su trilogía ‘Rescoldos de paz y violencia’, con respaldo del Instituto Cervantes y Aecid
«La violencia, sea cual sea su forma, vertebra nuestras vidas. Por eso lo que contamos es universal», advierte la autora, directora y actriz vallisoletana María San Miguel (1985), que con su compañía levantó en 2012 el primero de los títulos que conforman la trilogía Rescoldos de paz y violencia, dedicada a indagar en las consecuencias del terrorismo en el País Vasco, en su impacto social. A aquel montaje, Proyecto 43-2 , le siguieron La mirada del otro (2015) y Viaje al fin de la noche (2017). Superados ya los diez años del inicio de su travesía, San Miguel y los suyos llevan ahora su palabra a México y EEUU. La palabra y la pregunta que subyace en cada una de las propuestas: «¿Son más cosas las que nos unen o las que nos separan de los otros?», se preguntan desde la Compañía Proyecto 43-2 .
La formación presenta por primera vez la trilogía íntegra fuera de España, con representaciones en el Centro Cultural de España en Ciudad de México , los días 2 y 3 de diciembre, y en la Central Library de Los Ángeles , el 6 de diciembre, dentro de una gira que cuenta con el respaldo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem), de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y del Instituto Cervantes. Antes, San Miguel impartirá durante dos jornadas sendos talleres de teatro documental y, junto al elenco, pronunciará una conferencia performática en la Universidad Nacional Autónoma de México. Junto a la actriz estarán los vallisoletanos Pablo Rodríguez, Patricia Estremera y Xiqui Rodríguez –en labores de dirección–, el salmantino Alfonso Mendiguchía y la zamorana Aurora Herrero .
«Hablamos del dolor desde una perspectiva muy humana. Imagina cómo resuenan en Latinoamérica cuestiones como la de la violencia, la perspectiva de género o la memoria de lo ocurrido», plantea San Miguel en declaraciones a este diario. Si en Proyecto 43-2 reflexionaba sobre cómo la violencia cambiaba las relaciones familiares y sociales, al tiempo que el dolor fraguaba un tipo de identidad colectiva, en La mirada del otro ahondaba en un asunto como el de la convivencia y el perdón a partir del encuentro con el que fue adversario, para terminar asomándose a la herencia de aquellos hijos de víctimas del terror –del de ETA... o de los GAL– con Viaje al fin de la noche . «Ya en 2016 pudimos presentar en Colombia La mirada del otro , y sentían que les estábamos hablando de su propia historia», abunda San Miguel.
Esta breve gira, de la que pretenden grabar un documental, podría tener continuidad en 2024. El pasado mes de septiembre, San Miguel participó en el MestizoLab –un foro de coproducción de habla hispana que impulsa la Fundación Casa de México en España–, despertando el interés de distintos responsables de instituciones culturales mexicanas, como la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas o la Escuela Nacional de Teatro.
«Es reparador ver el interés que ha despertado allí», celebra la vallisoletana. Su alegría encierra un pesar, pues pese a haber mostrado su trabajo en programaciones como la del Teatro de la Abadía, el CDN o del Festival de Otoño de Madrid, Rescoldos de paz y violencia no ha encontrado aquí el eco que merecía. «En España ha tenido muy pocas oportunidades de girar esta trilogía. Tras la pandemia, las compañía independientes y con otros discursos lo tenemos peor. Allí te hacen sentir verdadero interés por tu trabajo, pero aquí este viaje años no se ha valorado. Mi equipo me recuerda que, pese al desgaste, seguimos haciendo algo épico, porque no es habitual hacer bolos de espectáculos estrenados hace 10 años. Hay poca valentía y, a veces. falta de interés. Me cansa escuchar a los programadores decir eso de que a su público no le interesa... Luego vamos a la sala BBK de Bilbao o al Auditorio de León y se agotan las entradas», lamenta la actriz.