Martín Cuenca presenta 'El amor de Andrea': «Los niños y los adolescentes son más maduros que los adultos»

«El cine de escuadra y cartabón a mí no me interesa». Así resume Manuel Martín Cuenca su nueva película, ‘El amor de Andrea’, integrada en la Sección Oficial de la Seminci , donde el cineasta no había competido hasta la fecha pese a tener Valladolid «como un festival de referencia», algo que cumplía este lunes con el estreno mundial de la cinta.

La historia de Andrea es un relato afectivo, de desencantos y de esperanza también porque el director pretendía que «el espectador fuera descubriendo lo que descubre la chica, lo importante no es lo que pasó, sino cómo lo vivieron los padres». Una obra plagada de sencillez que se grabó en Cádiz donde la joven protagonista, Lupe Mateo, se cuestionará acerca de la no presencia de su padre, tras un divorcio. «La película nos hace descubrir que los niños y los adolescentes son más maduros que los adultos. Los adultos son aquellos que no han sabido gestionar esa separación, que han hecho guerra en el territorio de los hijos y no han sabido explicar a los hijos lo que ha pasado », esgrime Martín Cuenca.

A la hora de grabar la película de forma cronológica, buscaba ponerse «al servicio de la historia y de los personajes», de manera que estos «no supieran lo que iba a pasar al final de la película y ni siquiera lo que decían los otros». Una forma de «ponerse en los zapatos de eso que llamamos los personajes y vivir la situación. Marca mucho la película esa desnudez, esa autenticidad de seguir a los personajes y vivir ese pedacito de vida».

Grabada con actores noveles, casi 5.000 personas formaron parte del casting entre niños, gente joven, todos eso sí andaluces, le hicieron vivir «una experiencia especialmente gozosa» porque previamente Martín Cuenca «tenía miedo de cómo iba a trabajar con niños de 7 a 9 años, pero cuando empecé con ellos me relajé, vi que tenía paciencia y me gustaba jugar con ellos». Un rodaje «muy disfrutón» de una película que tiene una BSO protagonizada por Vetusta Morla y Valeria Castro.

Como ya hizo en 2021 con ‘La Hija’ ha contado con el grupo indie buscando «una banda sonora orgánica, de ida y vuelta, con aires mediterráneos y portugueses», de ahí que contaron con Valeria Castro, cantautora canaria, para dar voz a la niña: «Es como si fuera su voz, fue un acierto porque la canción es muy la película y cuenta lo que le pasa al personaje». El director de la película aplaude la apuesta firme de la Seminci por el cine español «con tanta presencia» y espera que «el colofón sea la gala de los Goya en una apuesta muy hermosa por la cultura y el cine».