Dolores Redondo: “Si los asesinos fascinan es porque no entendemos qué puede pasar por su mente criminal”
La autora de 'Esperando al diluvio' mantendrá hoy un encuentro con César Pérez Gellida, en el marco de la Feria del Libro de Valladolid
La escritora Dolores Redondo ha llegado hoy a Valladolid tras recibir el Premio Príncipe de Viana de Cultura, la máxima distinción cultural del Gobierno de Navarra, para presentar su última novela Esperando al diluvio, que llega respaldada de nuevo por millones de lectores y en el top de ventas en España.
La conexión entre Dolores Redondo y los lectores es casi inmediata y a medida que pasa el tiempo atrae más fieles a sus novelas que a su vez se convierten en prescriptores. “Siempre cuento con el aprecio de muchos lectores que acuden rápidamente y luego ellos son los que recomiendan. Por eso todas mis novelas siguen vendiéndose, nunca se han retirado de las estanterías. Son los lectores los que mantienen vivo esto. Es el consejo de unos a otros lo que hace que las novelas sigan ahí”, ha descrito la autora.
¿Dónde radica el secreto de su éxito? “Si los asesinos fascinan es porque no entendemos qué puede pasar por su mente criminal”, ha expresado Redondo, quien ha opinado que, a través de sus historias, abordan dos cuestiones a las que cualquier persona, con independencia de donde viva trata de buscar respuesta: el amor y el miedo. “En la lectura tratas de resolver momentos en los que no entiendes qué ocurre a tu alrededor”, ha dicho Dolores Redondo, que ha añadido “escribir para mi es la búsqueda que hago de la realidad y que no entiendo”.
En esta ocasión, Dolores Redondo ambienta su novela en el Bilbao de 1983, una época “muy interesante”, desde el punto de vista político, social y laboral y que quedó marcado en su memoria adolescente por aquel gran diluvio que dejó hasta 600 litros por metro cuadrado que arrasaron la ciudad y obligaron a su reconstrucción para convertirla en lo que hoy es.
La autora de Esperando al diluvio ha reconocido que ese viaje al pasado para ambientar aquella época desde el punto de vista social y policial le ha ofrecido “un placer inmenso” para hablar desde aquella mirada; al tiempo que un esfuerzo de preparación y ambientación para no cometer errores de cosas que hoy por hoy están prácticamente asumidas por los lectores dentro de una investigación policial.
“Irse a los 80 es olvidar los teléfonos móviles y la inmediatez de internet y volver a las cabinas telefónicas, a calcular si tienes dinero suficiente para la llamada…”, ha expuesto Dolores Redondo en una rueda de prensa previa al encuentro que mantendrá con los lectores acompañada por el vallisoletano César Pérez Gellida y firmar libros.
Por esa razón, Redondo plantea su novela como un homenaje al trabajo policial de esos detectives que tuvieron la “clarividencia” de guardar pruebas, recabar datos y tomar muestras que en aquel momento no se podían hacer nada con ellas, pero años después han servido para poner en libertad a algunos inocentes o cazar a asesinos. Esos policías cobran vida en el personaje de Noah Scott Sherrington, el detective que llega a Bilbao muy enfermo y en los últimos días de su vida, tras los pasos de John Biblia, un asesino real que actuó en Glasgow a finales de los 60.
El pasado se queda en el pasado y una de las pocas pistas que ha dado hoy sobre la próxima novela en la que ya está trabando es que volverá al presente, será contemporánea.