La sala de Las Francesas reivindica el impacto en el Barroco del Juni más teatral
La sala municipal preludia la llegada de la Semana Santa con una treintena de obras del escultor vallisoletano, prestadas por el MNE, el Diocesano o 12 templos de la provincia
Un año más, como ya es tradición desde hace más de dos décadas, la Junta de Cofradías de Valladolid y la Fundación Municipal de Cultura se unen para preludiar con una exposición la llegada de la Semana Santa. Una muestra, en la sala de Las Francesas , que se inspira en otra celebrada hace tres lustros en la sala de Pasión , Gregorio Fernández; la gubia del Barroco , también con Julio César García y Andrés Álvarez como comisarios. Esta vez le toca el turno a Juni: Imaginario .
Los dos historiadores del Arte reúnen en el citado espacio municipal una treintena de obras –en madera o terracota– surgidas de las manos del escultor (Joigny, Francia, 1506-Valladolid, 1577), que pasó los últimos treinta años de su vida en nuestra ciudad, y de las de sus ayudantes y escultores que le siguieron. Obras cedidas para la ocasión por el Nacional de Escultura, el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid o el Museo de las Ferias de Medina, así como por una docena de templos de Valladolid, Soria y León .
Sin ellas, y sin la habilidad de Juan de Juni para crear tipologías y adaptar influencias, resulta complicado comprender el esplendor de la escultura castellana de los siglos XVI y XVII, advierten los comisarios, quienes subrayan que Juni «desarrolló su obra amalgamando el arte renacentista con el estilo manierista», preparando la llegada del Barroco gracias a su influencia sobre los imagineros que lo sucedieron .
En Juni: Imaginario , que incluye también documentos firmados por el propio escultor –como una carta de obligación y fianza para realizar el retablo mayor de la iglesia de Santa María de La Antigua de Valladolid, y una carta de pago por una escultura del retablo de la capilla de los Alderete, en la iglesia de San Antolín de Tordesillas–, se pueden ver tallas estrechamente relacionadas con la Pasión.
Recuerdan los responsables de la muestra que Juni, con su impacto y con el eco de su imaginería, contribuyó decisivamente a que fuese en Valladolid donde la imagen procesional se transformase en paso, en una representación de la Pasión dramática, concebida para ser vista en la calle. Con la potencia de sus composiciones, con el uso de la escala, Juni «sentó las bases del aspecto teatral, expresivo y patético que muestran algunas de las obras más destacadas del Barroco español», reivindican García y Álvarez.
En Francesas se puede contemplar un Relieve de la Piedad realizado por Juni en barro policromado, cedido por el MNE; la talla de la Cabeza de San Juan Bautista , prestado por el Museo Diocesano de Valladolid; distintas representaciones de Cristo crucificado como el Cristo de la Expiración del Convento de la Concepción del Carmen; tallas de San Pedro y María Magdalena , del Museo de San Antolín de Tordesillas, o de San Sebastián , del Museo del Santuario de Nuestra Señora del Socorro de Valderas.
Y entre unas y otras obras, de Juni o de Francisco Giralte o Juan de Roelas, la sala municipal luce una pequeña impresión en tres dimensiones del Laocoonte , realizada por la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Valladolid, con la que se recuerda que reproducciones similares ayudaron a difundir el modelo entre los escultores europeos.