El Museo Nacional de Escultura amplía con Jacopo Torni sus fondos renacentistas
El Ministerio de Cultura adquiere para San Gregorio un Cristo en madera de boj que pudo realizar el escultor florentino
El Museo Nacional de Escultura vivió el pasado 5 de enero su particular visita de los Reyes Magos: la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes proponía entonces que el Ministerio de Cultura ejerciese su derecho de tanteo y adquiriese una talla del siglo XVI subastada unos días antes, el 20 de diciembre en Barcelona: un Cristo crucificado de la escuela granadina llamado a enriquecer los fondos artísticos depositados en el Colegio de San Gregorio de Valladolid. Y así será.
Tras abonar a la sala Templum Fine Arts Auctions el precio de remate de 10.000 euros, el Estado se ha hecho con una escultura en madera de boj de 65 centímetros de alto, y con una envergadura de 61 centímetros. La «excepcional» obra, tal y como advertía la sala subastadora en su catálogo, es atribuible a Jacopo Torni, llamado Jacobo Florentino o L’Indaco (Florencia, 1476 - Villena, 1526), escultor renacentista que desarrolló buena parte de su obra en España.
El Cristo, que hasta la subasta había permanecido en manos de un coleccionista madrileño, conserva policromía original. La talla fue un «posible encargo devocional privado», y se caracteriza por sus «finos detalles y dramática expresión y muy detallado trabajo de tallado de manos y pies», advertían desde la sala, que también reconocía la presencia de algunos restos de xilófagos que sin duda serán tratados por los conservadores del Museo Nacional de Escultura
Si se confirma su autoría, sería la primera obra de Jacobo Florentino en el Museo Nacional de Escultura. Pintor, escultor y arquitecto, fue discípulo de Domenico Ghirlandaio y pudo trabajar en Roma, junto a Miguel Ángel, en la bóveda de la Capilla Sixtina, según advierte Miguel Ángel León Coloma, doctor en Historia del Arte por la Universidad de Granada y profesor titular de Historia del Arte en la Universidad de Jaén.
«Historiográficamente, la valoración de Jacopo Torni se enfrenta con el problema de la discriminación de sus realizaciones personales respecto de las de sus colaboradores y sucesores», advierte el estudioso en la web Identidad e Imagen de Andalucía en la Edad Moderna, que sí reconoce, por ejemplo, su intervención en la iglesia del monasterio de San Jerónimo en Granada o en la Capilla Real de la Catedral de la ciudad de la Alhambra.