Pablo Giménez se recrea en la serenidad y exuberancia de la naturaleza
La sala de exposiciones del Teatro Zorrilla acoge hasta el 6 de noviembre la exposición 'Plantas de Luz' del paisajista vallisoletano
Pablo Giménez Montes inauguró ayer en la Sala de Exposiciones del Teatro Zorrilla la exposición Plantas de Luz , que se podrá visitar hasta el próximo 6 de noviembre. La muestra recoge los óleos de pequeño y mediano formato en los que el artista recrea en la serenidad y la exuberancia de la naturaleza, en unas evocadoras y poéticas composiciones.
Y lo hace con pinceladas a veces impresionistas, de colores vivos y cálidos, de gesto contenido, que en ocasiones parecen inclinarse hacia lenguajes más abstractos, como en el caso de unas viñas en las que la fruta se conforma como una masa violácea no exenta de matices cromáticos. El motor de la obra es éste, el simple hecho de estar, pintando sin ninguna intención narrativa o descriptiva, inmerso en una naturaleza no necesariamente exuberante, informa Ical.
De este dejarse llevar, despreocupado por el resultado final, surgen estas pinturas en las que la luz tiene más protagonismo que la forma, y que, por la manera en que están hechas y lo fugaz del motivo, a veces quedan inacabadas, para evitar introducir nada en el cuadro que no sucediera en ese momento concreto.
Pablo Giménez nació hace 45 años en Valladolid. Su vida profesional está marcada por la dualidad entre su formación como ingeniero y su esencia de pintor. Su trabajo ha estado muy influido por los pintores del grupo de Simancas.
En este sentido, el contacto con Antonio López y su escuela fue "clave" en su carrera, ya que le ayudó a "desprenderse" de sus trabas y a buscar su propio lenguaje, así como a encontrar motivos más personales que reflejar con la pintura.