ED. ANÓMALAS CON PRÓLOGO DE JULIO LLAMAZARES
Navia retrata soledades y abandonos en ‘alma tierra’
Fotografía paisajes y paisanajes de Palencia, Soria, Burgos, León, Ávila, Salamanca o Zamora
La Pernía, en Palencia; las Tierras Altas, en Soria; la Bureba, en Burgos; los Ancares, el valle del Porma o Laciana, en León; el valle del Corneja, en Ávila; y los campos de Alba y Aliste, en Salamanca y Zamora... La cámara del fotógrafo José Manuel Navia (Madrid, 1957) se ha posado en sus soledades y abandonos, y en las de otra veintena de rincones del país, para levantar Alma tierra, un viaje por los territorios de la España vaciada plasmado en un libro publicado por Ediciones Anómalas, y en una exposición itinerante que ha tenido en Huesca su primera parada y tiene su próxima cita en la Fundación Antonio Pérez, en Cuenca, a partir del 6 de febrero.
Alma tierra, según su autor, pretende ante todo ser un homenaje. «Homenaje a quienes ya no están, a su cultura y a su memoria, que es la memoria de la tierra. Y también homenaje a las personas que, con energía, resignación o ilusión resisten y pelean cada día por poblar ese mundo rural que se fue o que se está yendo. ‘Mundos campesinos’, en plural, diría Marc Badal, contra la mirada reduccionista que lo urbano intenta imponer siempre sobre lo rural», señala en su web Navia, que en 2017 publicó con la editorial Ken Castilla, una nueva mirada a partir del texto Viejas historias de Castilla la Vieja, de Miguel Delibes.
El fotógrafo, explica, comenzó este proyecto hace diez años, cuando comenzó a fotografiar la dura comarca soriana.
El autor de Miguel de Cervantes o el deseo de vivir, exposición que se pudo ver en 2017 en la casa museo del escritor en Valladolid, ha contado con un prólogo del escritor leonés Julio Llamazares para Alma Tierra.
«Aunque sólo aparece de forma explícita en algunas fotografías, se intuye en casi todas la presencia de ese cartel que uno se encuentra desde hace años por todas partes cuando viaja por los pueblos de la llamada España vacía y que resume el mensaje de este trabajo de José Manuel Navia: Se vende. Se vende todo: casas, tierras, horizontes, hasta el alma de unos pueblos cuyos vecinos abandonaron en busca de una vida mejor o por lo menos no tan solitaria», apunta el autor de La lluvia amarilla.