Fernández Magdaleno rinde homenaje a Delibes
El pianista riosecano interpretará un programa especial relacionado con el escritor y su obra
De la mano de su mentor, Miguel Frechilla, y del poeta Félix Antonio González, Diego Fernández Magdaleno (Medina de Rioseco, 1971) conoció en su temprana adolescencia a Miguel Delibes. «Yo tendría unos trece años y ya conocía algunas de sus obras porque las leíamos en el colegio. Lo primero que publiqué en toda mi vida fue un comentario sobre su libro Tres pájaros de cuenta que apareció en la revista de mi colegio, y él me pidió que se lo enseñara, aunque tardé bastante en llevárselo porque me daba mucha vergüenza», recuerda ahora el Premio Nacional de Música.
Los encuentros, que el joven aprendiz «disfrutaba», se repitieron con cotidianeidad desde entonces, bien fuera en los alrededores de la calle Duque de la Victoria o en los conciertos a los que el escritor asistía en compañía de Frechilla. «Delibes tenía un interés por la música, por conocerla, y preguntaba con frecuencia a Miguel las dudas que le surgían. Le gustaba especialmente la música popular», señala.
En vísperas del pistoletazo de salida al Año Delibes, cuando se conmemorará el centenario de su nacimiento el 17 de octubre de 1920 en el número 12 de la Acera de Recoletos de Valladolid, su paisano quiere rendirle homenaje de la forma que mejor sabe, con un recital de piano que ha confeccionado con mimo durante los últimos meses, que hará las delicias de los melómanos de toda Castilla y León a lo largo del año que está a punto de comenzar. «Cada año, dentro de los programas que toco, suelo crear uno especial relacionado específicamente con ese año, y ahora era obligatorio para mí centrarme en Delibes», reconoce.
El Premio Nacional de Música ha elaborado un programa que se desarrolla en diversas vertientes relacionadas con Delibes y su obra. Así, podrán escucharse partituras específicamente dedicadas al escritor y a diversos personajes de sus novelas; música de autores que él conoció personalmente y, por último, piezas que a él le gustaba escuchar. De este modo se enlazan estéticas diversas que convergen en hacer un verdadero homenaje sonoro al gran novelista vallisoletano. En la selección, según detalla, ha incorporado también obras de carácter popular y algunas que encajan dentro del ‘mundo Delibes’. El resultado es «una mezcla de esa música enraizada en Castilla con música contemporánea, porque su literatura y su obra son muy actuales».
Estructurado en siete bloques, el programa reúne 28 piezas de trece compositores creadas en el último siglo. De ellas, ocho son obras compuestas ex profeso para este sentido homenaje, y Fernández Magdaleno las tocará por primera vez en su estreno absoluto ante el público.
«Aunque tiene muchas piezas muy distintas entre sí, lo que quiero es que el programa conserve una estructura orgánica. No están unidas aleatoriamente, sino que está muy pensada la relación de cada pieza dentro de cada bloque, y luego la relación global entre cada uno de los ellos entre sí. Es como si el conjunto del programa fuera una sola obra, formada por piezas breves, a modo de capítulos, pero el conjunto es uno, no una sucesión de momentos», relata.
El compositor más representado será el vallisoletano Francisco García Álvarez, que firma seis de esas ocho piezas inéditas, dedicadas a algunos de los personajes más emblemáticos del autor: Cipriano Salcedo en Zilbeti, El disputado voto del señor Cayo, Viejas historias de Castilla la Vieja (I), Viejas historias de Castilla la Vieja (II), Menchu y Mario y La perplejidad de Azarías.
Las otras dos composiciones creadas para la ocasión son Miniatura II, Homenaje a Miguel Delibes, de la mallorquina Carme Fernández-Vidal, y Preludio para Daniel El Mochuelo, del cacereño Guillermo Iriarte.Las obras de ellos tres conviven en el repertorio con creaciones de otros compositores como el francés Henri Collet, el mallorquín Román Alís y el vallisoletano Jesús Legido (que cuentan con tres obras escogidas cada uno). Pedro Aizpurua (a quien Fernández Magdaleno dedicó su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid hace dos décadas) y el zamorano Joaquín Díaz, con quien Delibes tuvo «mucha relación», suscriben dos obras cada uno. Y el programa se completa con creaciones de Juan Durán, Miguel Manzano, Encarna López de Arenosa, Carlos Cruz de Castro, Luis Villalba y Félix Antonio (el padre de Félix Antonio González).
Llama la atención la presencia de Collet, el único compositor no español en el programa, que responde según explica el intérprete a una doble razón: por un lado se trata de un guiño a la ascendencia francesa de la familia Delibes, y por otra parte Collet compuso una colección de partituras de piano basada en la música popular de nuestro país que publicó con el título Alma española, donde recuperaba canciones populares organizadas por espacios como Castilla, Andalucía o la Montaña, una música que a Delibes «le interesaba mucho».