SEMINCI 2019 / NAJWA NIMRI
«Persistir en tu latido configura tu trayectoria»
La polifacética actriz navarra recibirá el próximo día 22 la Espiga de Honor que Seminci le otorga en reconocimento a su trayectoria
De padre jordano y madre española, su nombre significa ‘éxtasis’ y su apellido quiere decir ‘tigre’ en árabe. Najwa Nimri Urrutikoetxea (Pamplona, 1972) llegó al cine hace 24 años con Salto al vacío. Desde entonces ha trabajado en una veintena de películas nacionales e internacionales con directores como Ken Loach, Julio Medem o Daniel Calparsoro. En 2018 fue nominada al Goya como mejor actriz por Quién te cantará y sus interpretaciones en las televisivas series Vis a Vis o La casa de papel le brindaron uno de los grandes éxitos de su carrera. También se ha hecho un hueco en el mundo de la música, primero con Carlos Jean y, más tarde, en solitario. Este año, la 64 Semana Internacional de Cine de Valladolid le otorga la Espiga de Honor en reconocimiento a su trayectoria. El acto tendrá lugar el próximo martes, día 22, en el teatro Calderón.
Pregunta.– El año pasado estuvo en Seminci participando en la fiesta que el certamen dedicó al cine español en la que Eduard Fernández, Juan Antonio Bayona, Icíar Bollaín y el programa Versión Española recibieron las Espigas de Honor. Este año será usted la galardonada. ¿Qué supone para usted este reconocimiento?
Respuesta.– Que te den un premio a la trayectoria con compañeros como Amenábar y Luis San Narciso y poder compartirlo con ellos, que tuvieron que ver en mi trayectoria y en cambios importantes vitales en mi carrera es terriblemente emocionante. Pensé que este tipo de premios no los recibía gente como yo.
P.– ¿Con qué sensación se recoge un premio como es una Espiga de Honor por su trayectoria?
R.– La sensación con la que la recojo es de total sorpresa. Me resulta extraño no competir por un premio. Siempre estoy nominada con otras compañeras y nunca pensé que me darían un premio sin tener que ganármelo con una nominación previa. Así que lo recibo con absoluta sorpresa y alegría.
P.– Desde que rodó Salto al vacío en 1995 ha trabajado en más de una veintena de películas nacionales e internacionales con directores como Ken Loach, Daniel Calparsoro o Julio Medem. ¿Qué le ha enseñado el cine durante todos estos años? ¿De qué se siente más orgullosa?
R.– El cine me enseñó muchas cosas. Me enseñó a preparar los personajes a fuego lento. En el tiempo en el que vivimos ahora mismo, haber tenido ese aprendizaje es absolutamente fundamental porque con la velocidad actual corremos el riesgo de no profundizar lo suficiente. De lo que más orgullosa me siento desde que empecé, es que sigo en una misma dirección y eso durante el proceso de hacer tu trayectoria no lo sabes. Solamente sabes que hay cosas que decides no hacer y cosas que sí, aunque no tengan tanto éxito. Pero la persistencia en lo que crees que es tu latido, es lo que configura una trayectoria.
P.– A pesar de tener un extenso currículum, muchos le conocen ahora por su papel como la «malísima» Zulema de Vis a vis o por su interpretación en La casa de papel. ¿Cómo lo lleva?
R.– No me molesta que me reconozcan por la televisión. Está siendo una de las fases más intensas interpretativamente hablando de toda mi carrera y eso es gracias al público.
P.– En sus películas siempre se atreve con historias diferentes y arriesgadas. ¿Ha pensado en alguna ocasión ponerse detrás de la cámara?
R.– No me llama la atención estar detrás de la cámara. Me gusta perder el control delante y jugármela.
P.– En el marco de la Seminci, se celebrará un encuentro con mujeres cineastas para poner sobre la mesa la escasa presencia femenina en la industria cinematográfica. ¿Qué medidas cree que se podrían tomar para que la presencia de la mujer en el cine fuera mayor?
R.– No sé cuáles son las medidas que hay que tomar nunca. Creo que solamente puedo cambiar cosas a través de mi interpretación o de la música.
P.– Hubo un momento en su vida en que confesó haberse desenamorado del cine. ¿Qué le hizo volverse a enamorar?
R.– Empecé a hacer televisión, entre otras personas, gracias a Luis San Narciso, y el cine volvió a llamar a mi puerta.
P.– Y ahora... ¿Cómo está esa relación?
R.– Me he vuelto a enamorar de la interpretación gracias a la televisión y del cine gracias a Vermut. La relación con la interpretación y el cine es de amor- odio pero cuando estoy enamorada es un amor muy intenso y ahora mismo estoy enamorada.
P.– Dice que todos los premios que le han dado o los ha perdido o los ha regalado. ¿Qué va a hacer con la Espiga?
R.– La Espiga la voy a guardar con mucho cariño en la oficina de representación A6 Cinema donde está mi manager y todo el equipo de gente con la que trabajo y hacen que no me vuelva loca.