Cinco ejemplos para la esperanza

Son cinco ejemplos para la esperanza. Y los cinco tienen nombre de mujer. Cinco mujeres que acercan sus duras experiencias pero que lanzan a la sociedad sus ganas de vivir. Los cines Broadway acogerán el próximo día 22 en el marco de Seminci Mujeres de Cristal, una película del cineasta segoviano Eliseo de Pablos que recoge testimonios reales de cinco mujeres que han sufrido abusos sexuales, adicción a las drogas, un amor trágico, malos tratos...

Historias interpretadas por las protagonistas que las sufrieron en primera persona y que han sido llevadas a la pantalla después de participar en un reality que la periodista Esmeralda Marugán dirigió tras entrevistarlas individualmente en su programa de televisión de Alicante. «Son cinco luchadoras que han dejado atrás vidas durísimas, casos muy dramáticos de los que pudieron salir y que ahora se atreven a contar. Y ese es el mensaje de esperanza que queremos transmitir. A pesar de los reveses de la vida, se puede llegar a ser feliz», señala Esmeralda Marugán, productora del largo junto a Eliseo de Pablos.

El rodaje se ha realizado en Segovia y Alicante y la cinta está protagonizada por cantantes como Rosa María Lobo (conocida también como Maya y que representó a España en 1980 en el Festival de la OTI) y Gloria Tomás; Elisa Remón, psicopedagoga, profesora de música y concertista; Teresa Gilabert, enfermera, y la fotógrafa Carolina Roca. Ellas son las cinco ‘mujeres de cristal’. Junto a ellas, dos mujeres que sufren abusos machistas y que son interpretadas por las actrices Begoña Villaplana y Estrella Otaola. Realidad y ficción se entremezclan para contar la lucha y el sufrimiento pero también el éxito y las ganas de vivir.

«No es un largometraje al uso. No es una gran producción ni pretende serlo. Mujeres de Cristal es una película-documental que quiere transmitir un mensaje de esperanza para todas aquellas personas que están sufriendo lo mismo que las protagonistas y que pretende abrir los ojos a una sociedad a la que a veces le cuesta mucho mirar de frente los problemas».

En este sentido, Esmeralda Marugán hace especial hincapié en la falta de respaldo hacia los abusos infantiles. «Es una de las grandes lacras de la sociedad y muchas veces creemos que afectan sólo a familias desestructuradas o con falta de recursos. Un gran error. «Elisa Remón, una de las protagonistas, rompe con estos tópicos. Vivía en una familia ‘bien’ y sufrió abusos por parte de su padre. Este hecho le traumatizó profundamente. Su válvula de escape fue la música. Ahora es concertista de arpa. Es un ejemplo de coraje y de superación».

Esmeralda Marugán revela también que se sintió «impactada» por los testimonios de Gloria y de Rosa María Lobo. «Gloria fue una cantante muy famosa en los años 70. Cuando la conocí estaba metida en un hoyo tremendo tras vivir una complicadísma experiencia con su marido que era del Opus Dei. Perseguida y amenazada supo salir de una trama envolvente y dañina».

El testimonio de Rosa María Lobo es, quizá, uno de los más duros. «Su vida es un dramón. Nos contó cómo su padre les encañonaba con una escopeta a ella y a sus hermanos. Su madre les abandonó, tuvo problemas de alcoholismo, también sufrió el suicidio de un hijo… Pero a pesar de todo sigue amando lo que hace, que es cantar, aunque está enferma, enfermísima, y casi sin voz. Siempre pongo el ejemplo de Rosa María como el de alguien muy valiente y que cada día sigue luchando fiel al título de su canción: Viviré, tema que, además, hemos elegido para cerrar la película».