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TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES / COLECTIVA ‘UNA CIERTA INVESTIGACIÓN SOBRE LAS IMÁGENES’

Del Pozo, a vueltas con la creación de pensamiento

Reflexiona en el TEA sobre la importancia de reinterpretar la historia y cuestionar el presente

Del Pozo, hace tres años en la Feria Arco, junto a su obra ‘Deconstruyendo el oído’.-JUAN LÁZARO

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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El artista Diego del Pozo (Valladolid, 1974) cerró ayer un seminario artístico en el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) enmarcado en la exposición colectiva Una cierta investigación sobre las imágenes: Building ghost transmission, en la que hasta el próximo 25 de febrero exhibe su obra junto a la de otros creadores como Carolina Caycedo, Raimond Chaves & Gilda Mantilla, Céline Condorelli, Alia Farid, Harun Farocki, Luca Frei, Jorge González, Teresa Margolles, Silvia Navarro y Walid Raad.

Del Pozo presenta la instalación Aprender física, un trabajo que plantea la importancia de «reinterpretar la historia, leer el presente y su posible transformación como un ejercicio de cuestionamiento de lo que se ha experimentado. También habla en ella de la visión, de cómo vemos, para qué vemos o de quién tiene el privilegio de manejar varios puntos de vista y por qué», advierten desde el TEA.

La obra, que presenta documentos y diaporamas de colectividades de Huesca y Jaén de la década de los años treinta en España, gira en torno a un ensayo audiovisual en el que se recuerda cómo Copérnico y Galileo cambiaron la forma de entender el lugar de la Tierra en el Universo. Los avances científicos son asimilables, advierte Del Pozo. También la modificación de la idea de propiedad y trabajo que se produjo durante la República española. La Guerra Civil acabó con ella, sin embargo. El artista, mirando finalmente hacia la actual crisis económica, identifica también fluctuaciones que tienen que ver con los procesos de modificación de las ideas preestablecidas aunque, como señala, a quienes manejan el poder no les interesa la transformación sino que su ideal de variabilidad es que todo permanezca tal y como está, para su beneficio. «Una reflexión sobre cómo el progreso, tanto de la teoría como de la práctica social, surge del cambio de un conjunto de condicionantes y contingencias que afectan al pensamiento colectivo», se advierte en la hoja de sala del TEA.

La exposición, que versa sobre «qué son las imágenes en relación a la forma de crear pensamientos y posibles formas de vivir y de existir», según su responsable, está comisariada por la puertorriqueña Michy Marxuach, rendida al talento del vallisoletano, cuya obra descubrió por mediación de la también curadora Julia Morandeira, componente del colectivo artístico Declinación Magnética del que Del Pozo forma parte. Contactó con el vallisoletano el pasado año en Costa Rica, descubriendo en él a un creador que, «sin dejar en ningún momento ideas huérfanas, mantiene una calma sanadora», como la propia Marxuach reconoce a este diario a través del correo electrónico.

En un contexto internacional marcado por los desvaríos de Trump, por la crisis económica, por el final de muchos sueños, Marxuach planeaba inicialmente evocar el espíritu subversivo de los piratas informáticos que atacan los mecanismos de poder. «Mi intención inicial era desarrollar junto a Diego interacciones posibles para ‘hackear el mundo’, pero cuando me empecé a adentrar en todas sus obras y vi Aprender física, no dude en ningún momento de que era la pieza clave para amarrar muchas de las ideas que proponía», celebra la comisaria. «Aprender física es de esas películas que nadie puede morir sin verla. Nos da un espacio para que cada cual pueda profundizar en un discurso que es global y motivarse a pensar desde lo particular», concluye Marxuach.

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