Artistas sobre las vallas

Ocho por tres, el proyecto de la vallisoletana Elisa Rodríguez galardonado con una beca de la Fundación Villalar es ya una realidad. Desde hace unos días, un panel publicitario de la calle Felipe II -de ocho por tres metros- se ha transformado en lienzo para exhibir la primera de las doce propuestas que se llevarán a cabo en este emplazamiento. El objetivo: reivindicar nuevos espacios para el arte y brindar oportunidades a los artistas que normalmente no encuentran salas para exhibir su trabajo.

Y aunque podría ser difícil imaginar una sociedad sin publicidad, no es imposible. La creación del lituano Vulovak será la primera de las doce intervenciones -una por cada mes del año- que realizarán artistas locales, nacionales o internacionales invitados por la artista vallisoletana y que se sucederán en este espacio siguiendo la estela de países como Estados Unidos o Alemania.

Elisa Rodríguez explica que su pretensión es reivindicar para el arte el espacio público perdido en interés de los intereses privados «acostumbrados a llenar con su marcas y productos espacios que pertenecen a la ciudad» buscando atraer al mayor número de espectadores. Así, durante todo este mes, los viandantes podrán contemplar en esta calle, frente al colegio de Santa Teresa, la primera de las intervenciones, obra del lituano Vulovak. «El artista muestra su yin y yang jugando con la estética de un estampado de colores azules y rosas que interactúan como si de un tejido orgánico se tratara creando una propuesta estética muy impactante», explica.

Esta es la primera intervención urbana pero no la única. Así, además de los doce participantes en este proyecto, entre los que hay pintores, fotógrafos o diseñadores gráficos, la vallisoletana también desarrollará sus trabajos en diferentes emplazamientos publicitarios de la ciudad. Y como punto de partida de este proyecto, el espacio La Gran (calle Claudio Moyano, 16) -que esta semana celebra su segundo aniversario- se suma a la propuesta de la artista vallisoletana con el trabajo Sin logo. Lo hace desde ‘La Recámara’, una pequeña habitación que Pedro Gallego de Lerma, responsable del espacio, ha transformado en un contenedor de material audiovisual, dibujos y escritos en los que la artista reflexiona sobre el poder de las marcas y la publicidad. Estos trabajos serán exhibidos posteriormente en marquesinas y mupis distribuidos por la ciudad como complemento al lienzo central de su acción de arte urbano de la calle Felipe II.

En Sin logo, la vallisoletana hace un guiño al libro No Logo de la canadiense Naomi Klein reflexionando sobre la influencia de la publicidad. Así, un gran panel «escrito a mano, de la manera más artesanal y simple» reproduce un fragmento del ensayo de Klein tratando de contrarrestrar «ese puñetazo en la vista que lanza la publicidad para intentar atraparte». Frente a la invasión propagandística, «este panel es como un susurro que invita a descifrar cómo te invade la publicidad intentando abrir los ojos y las mentes a una sociedad empujada cada vez a pensar menos». Claro ejemplo es una de las frases más demoledoras pronunciadas por un publicista de una multinacional reproducida en este lienzo:‘Los consumidores son como cucarachas. Los rocías una y otra vez hasta que, con el tiempo, se vuelven inmunes’