PREMIO CASTILLA Y LEÓN DE LAS LETRAS 2015
Premio para dos «heroicos» defensores de las letras
El jurado valora su «reconocida trayectoria literal y cultural dentro y fuera de España»
Los dos han defendido de una manera «heroica» las letras y las artes en Castilla y León en unos momentos «difíciles para la convivencia y para la transmisión cultural». Este fue uno de los principales argumentos esgrimidos por el jurado para conceder este año el Premio de Castilla y León de las Letras a Arcadio Pardo y Luis López Álvarez, fallado ayer en Valladolid. Un galardón otorgado ex aequo a dos escritores de «reconocida trayectoria literaria y cultural dentro y fuera de España».
Luis López Álvarez recibió la noticia a primera hora de la tarde de ayer vía telefónica en su domicilio de Madrid, donde reside desde hace algunos años. Nacido en la localidad berciana de La Barosa en 1930 -«si el tiempo me lo permite cumpliré 86 años el 7 de mayo», decía ayer emocionado- López Álvarez se mostraba «profundamente agradecido» por este premio «y por haberse acordado de mí».
Tras una intensa vida que le ha llevado a residir en diferentes partes del mundo, el autor del poemario Los Comuneros, recordaba ayer que su afición por la escritura comenzó cuando apenas tenía siete años. «Vivía en El Espinar y en Boceguillas y escribía versos, pequeños poemas y aleluyas para enviárselos a mi tío mientras luchaba en el frente durante los duros años de la guerra civil».
Desde entonces, nunca ha dejado de escribir. «Siempre busco un ratito de intimidad para dedicarme a lo que más me gusta hacer», decía ayer. Finalista del Premio Nadal por su novela por La puerta sin bisagras, con el romancero Los Comuneros, que escribió en 1972, alcanzó un gran reconocimiento. «Decidí escribir sobre la rebelión comunera porque siempre he pensado que era un episodio importantísimo de la historia de Castilla y desconocido por muchos».
El segundo galardonado con el Premio de las Letras ha sido el poeta y editor Arcadio Pardo (1928). Aunque nacido en Beasaín, Guipúzcoa, tiene sus orígenes familiares en Burgos y Valladolid, donde cursó sus estudios hasta el doctorado en Lengua y Literatura Española. Reside en Francia desde 1960, cuando fue destinado como profesor de Liceo Español de París, primero, y más tarde del Liceo Internacional de Sanit Germain en Laye. Ha publicado una veintena de libros de poesía desde Un tiempo se clausura, escrito en 1946 hasta su más reciente De la naturaleza del olvido y otros tantos ensayos.
Los dos, según señalaron ayer desde la Junta de Castilla y León, han participado «de manera personal y colectiva en numerosas iniciativas que contribuyeron al acervo común». Además, cada uno, por separado, posee una «nutrida» trayectoria literaria; poética en ambos casos, así como ensayística y narrativa en el caso de López Álvarez.
En ese sentido, el jurado -que otorgó el premio por unanimidad- remarcó que ambos constituyen «el ejemplo generacional de un grupo de escritores que recibieron la cultura española anterior a ellos, que la pusieron en comunicación con otras corrientes culturales europeas y americanas, y que han seguido dando testimonio de su creatividad durante buena parte del siglo XX y hasta la actualidad». El jurado del Premio Castilla y León de las Letras 2015 estuvo compuesto por Ernesto Escapa, escritor, editor y crítico literario; Antonio Piedra, gerente de la Fundación Jorge Guillén; Nicolás Miñambres, catedrático de Literatura y escritor; Carlos Aganzo, Jesús Fonseca y Carlos Travesí como secretario.