Diario de Valladolid

PACTO DE GOBIERNO

Mañueco responde al órdago de Abascal: no cambiará en la acogida de menas

El presidente señala que la Junta no va a cambiar de postura en la crisis migratoria y asegura que Castilla y León «estará a la altura de la situación» al ser «una tierra solidaria»

«Tengo infinitamente más amor a mis principios que a mi puesto», afirma Gallardo, que indica que en Vox están «para cumplir los pactos» / Carriedo asegura que «el pacto funciona» y que la idea es «mantenerlo»

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández MañuecoICAL

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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Que si quieres arroz, Catalina. Esa fue este martes, más o menos, la respuesta del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, al órdago que lanzó Abascal el día anterior. Mañueco hace caso omiso de la amenaza del líder nacional de Vox de romper gobiernos autonómicos, y mantiene su postura en la acogida de menores no acompañados (menas). Castilla y León «estará a la altura de la situación», aseguró, y reiteró que esta «es una tierra solidaria».

A la espera de conocerse el resultado de la conferencia sectorial que se celebrará este miércoles, por ahora la Comunidad Autónoma ha confirmado que acogerá a 21 de estos menores. Una cifra reducida si se tienen en cuenta los datos de Cruz Roja, según los cuales en 2023 Canarias recibió a 8.123 menores en pateras y cayucos, y en los primeros seis meses de este 2024 se sumaron 2.758 más.

Abascal amenazó el pasado lunes a Mañueco, y a todos los presidentes de las autonomías donde el PP gobierna con el apoyo de Vox, con cortar por lo sano si acogen a ‘menas’: «Saldremos de aquellos gobiernos que no se opongan con todos sus medios legales al reparto de inseguridad y ruina», advirtió el líder de Vox.

Por su parte el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, no entró este martes al trapo de la polémica y aseguró que en su formación están «para cumplir los pactos», mientras el portavoz del Ejecutivo autonómico, Carlos Fernández Carriedo, aseguró que «el pacto funciona» y el interés de la Junta es «seguirlo manteniendo en el futuro».

Lo inequívoco es que Mañueco ha hecho oídos sordos al ultimátum de Abascal. Castilla y León estará a la altura y es una tierra de acogida: «Que nadie lo dude», apuntó. El cupo de 21 menores inmigrantes para este año ya lo habían anunciado tanto Carriedo como la consejera de Familia, Isabel Blanco. Y es que, remarcó el presidente de la Junta, la posición del Ejecutivo autonómico en esta crisis migratoria en Canarias la marca la Consejería de Familia, que es del PP, y ya avanzó que la posición «no va a ser muy distinta de lo que ha sido en otras ocasiones».

En la misma línea se situó Fernández Carriedo, que aseguró que el Gobierno regional quiere «mantener» el pacto de Gobierno entre ambos partidos. El también consejero de Economía y Hacienda sostuvo que la posición de la Junta sobre el reparto de migrantes es «conocida» y que Isabel Blanco acudirá a la conferencia sectorial de Infancia y Adolescencia en Tenerife de hoy miércoles.

García-Gallardo, por su lado, evitó abordar la polémica en respuesta a preguntas de los periodistas, segundos antes de entrar a su comparecencia en las Cortes, en la que dio cuenta del grado de cumplimiento de los objetivos de su departamento para la legislatura. «Nosotros estamos para cumplir el pacto de Gobierno», se limitó a decir. «Si otros no lo quieren cumplir, habrá que analizarlo después».

Más elocuentes fueron algunas de las afirmaciones sobre la inmigración en el contenido de su comparecencia: «Somos tierra de acogida para quienes vienen a trabajar con nosotros, a construir una España mejor, respetando la ley, nuestras costumbres y nuestra cultura. Y también para los verdaderos refugiados, aquellos que huyen de sus países por persecución política o guerra. Sin embargo, la realidad que estamos viviendo es distinta», aseguró.

Descontrol

Gallardo continuó su relato asegurando que en España «se está abusando de las solicitudes de asilo, que facilitan el negocio a las mafias del tráfico de personas» con consecuencias «cada día más visibles» tales como «descontrol migratorio, deterioro de los servicios públicos, inseguridad en los barrios más humildes, pérdida de la tranquilidad en muchos pueblos, acaparamiento cada vez mayor de las ayudas sociales por parte de aquellos que menos han contribuido a sostener económicamente nuestras cuentas públicas».

«Por ello es prioritario e insistimos en la necesidad de acabar con el efecto llamada, reforzar los controles fronterizos e imposibilitar el acceso a la residencia legal en España a aquellos que hayan venido a nuestro país sin llamar a la puerta. Quienes siguen con los ojos vendados por el buenismo, pronto tendrán que afrontar las consecuencias inevitables de la inmigración masiva e ilegal», zanjó.

También salió a la palestra Fernández Carriedo, para asegurar que el pacto de gobierno entre PP y Vox en Castilla y León «funciona» y que la idea que tienen desde la parte ‘popular’ del Gobierno autonómico es «seguirlo manteniendo en el futuro». Así respondió al ‘ultimátum’ lanzado el lunes por Santiago Abascal a los gobiernos de coalición con el PP para que no acepten menores migrantes, en un reparto entre comunidades que se decidirá hoy miércoles en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia, que se celebrará en Tenerife.

Ante esa posible ruptura, en declaraciones recogidas por Ical, Carriedo respondió que desde la parte ‘popular’ en la Junta van a «trabajar para que se mantenga la estabilidad» en la Comunidad y se sigan «creando las condiciones positivas que hacen que el Gobierno de Castilla y León funcione». «Por nuestra parte no va a quedar», concluyó. Subrayó que el pacto de gobierno con Vox es «transparente», que se hizo público «en todos sus condicionantes desde el principio de la legislatura» y que desde el PP tienen la idea de «cumplirlo en su integridad».

Sobre la vinculación del pacto con la cuestión del reparto de los menores migrantes, el portavoz de la Junta apuntó que «los dos puntos que más se adecúan son el 2 y el 32, que hablan de la solidaridad entre comunidades y de la migración ordenada y la integración social y laboral». Un criterio que, precisamente, es «con el que pretendemos abordar esta cuestión», aseguró.

Carriedo no fue el único que se aferró a la gobernabilidad de PP y Vox. Los socios del Grupo Popular y de Vox reafirmaron este martes que el pacto de gobierno suscrito en abril de 2022 se va a cumplir, pese a las palabras de Santiago Abascal de romper las alianzas con los ‘populares’ en las comunidades que acojan a menores inmigrantes. Ambas formaciones, en lo autonómico, aseguraron que trabajan para completar las medidas incluidas en aquel acuerdo.

Así lo expresaron, en declaraciones tras la intervención del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, ante la Comisión extraordinaria de la Presidencia, tanto el ‘popular’ Miguel Ángel García Nieto como el procurador de Vox, Ignacio Sicilia, quienes, a preguntas de los periodistas, afirmaron que el pacto se cumple y se cumplirá.

«Castilla y León funciona mejor que hace dos años», sentenció Sicilia, que resumió que en estos dos años de Gobierno de coalición no se han perdido derechos, como denuncia la oposición; los datos económicos son «potentes» y se han puesto en marcha medidas sociales. En referencia a lo dicho por Abascal, afirmó que siempre han defendido una inmigración ordenada y valoró que el líder de su partido «no ha dicho nada nuevo» en esta materia.

«El Gobierno funciona, nació de un pacto de dos partidos diferentes pero con el mismo objetivo de bienestar para Castilla y León», manifestó García Nieto, que aseguró, tras escuchar a los consejeros, que se ha cumplido el 75% de las medidas o están en marcha. A ello unió que el vicepresidente contribuye a unos «indicadores de excelencia».

Sintonía

García Nieto reiteró, ya en su turno en la Comisión, que el pacto con Vox «funciona perfectamente» y defendió también «la sintonía» de los socios en las Cortes con la presentación de iniciativas conjuntas o la aprobación de dos presupuestos de la Comunidad, algo que recordó que no ha hecho el Gobierno con cuentas prorrogadas.

En medio de todas estas reacciones al ultimátum de Abascal, Vox, a nivel nacional, no dejó de insistir con el asunto migratorio. Así, en primer lugar, la formación insistió desde Madrid en que los acuerdos «no son una broma» y recomendó al PP gobernar con el PSOE si acepta menores migrantes no acompañados.

En segundo lugar, el Grupo Parlamentario de Vox presentó una proposición no de ley para su debate en la Comisión de Interior del Congreso, para evitar la distribución de ‘menas’ entre los territorios, que el Gobierno abordará hoy miércoles con las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia.

«Todos los partidos, a excepción de Vox, creen que la solución al problema pasa y consiste en repartirlos por el resto de regiones y si te opones a esto pues resulta que eres un insolidario o que eres un xenófobo», afirmó la portavoz parlamentaria, Pepa Millán, en declaraciones que recogió Europa Press, en rueda de prensa en la Cámara Baja.

Para la diputada de Vox, lo que se va a conseguir con este reparto de los menores que están llegando a Canarias «va a ser mandar un mensaje a las mafias» de que «pueden seguir» trayendo personas a las costas españolas «porque el Partido Popular y PSOE se encargarán de repartirlos entre unos barrios que quedan muy lejos de las casas del señor Pedro Sánchez y del señor Alberto Núñez Feijóo».

La parlamentaria considera que «solidaridad» con estos menores «sería procurar la reagrupación familiar», «con sus padres en sus lugares de origen». «Lo que tiene que hacer el Gobierno es hacer valer nuestras leyes, hacer valer nuestras fronteras y hacer valer los acuerdos internacionales», ha manifestado, al tiempo que ha añadido que «tiene que plantarse frente a Marruecos y exigirle el cumplimiento de esos acuerdos».

El PSOE insiste al PP que rompa el pacto

La viceportavoz del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla y León, Patricia Gómez, insistió este martes al Partido Popular que rompa su pacto con Vox, a la vez que calificó al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, de «machista, racista y xenófobo», calificativos que no dudó en dedicar también al líder nacional de la formación, Santiago Abascal.

«Quien tiene que valorar las palabras de Santiago Abascal es el presidente de la Junta en cuanto a la ruptura del pacto», remarcó la viceportavoz socialista. «Yo las valoro desde el punto de vista de que son unas palabras lamentables. Es racismo, es xenofobia, y si yo fuera el señor Alfonso Fernández Mañueco no esperaría a que el señor Abascal rompiera el pacto porque no acogemos a niños y niñas que están huyendo de su país. Yo lo que haría si fuera el señor Alfonso Fernández Mañueco y tuviera un mínimo de dignidad, sería romper el pacto yo, por estar gobernando con unos racistas».

Patricia Gómez no se quedó solo en la polémica sobre si se romperá o no el pacto de Gobierno por el ultimátum de Santiago Abascal, sino que se metió de lleno con la comparecencia del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que desgranó a lo largo y ancho de 75 folios el grado de cumplimiento de los objetivos de su departamento cuando se cumple el ecuador de la legislatura.

«Ha dejado claro algo que ya sabíamos», aseguró la viceportavoz socialista, «y es que tenemos un vicepresidente sin competencias. Del total de su discurso de 75 páginas, ha empezado a hablar de las competencias propias –entre comillas, porque ni siquiera ahí ha hablado de sus competencias porque no tiene–, ha dedicado 25 páginas, y ha venido a enmendar la plana y a apostillar las intervenciones que han hecho hasta la semana pasada los consejeros y consejeras que son titulares de las respectivas consejerías».

Competencias

La viceportavoz socialista ironizó sobre la intervención de García-Gallardo: «Yo no sé, pero les preguntaría a los consejeros y consejeras del Partido Popular qué les parece que el vicepresidente de la Junta de Castilla y León haya venido a hablar de sus competencias, de esos consejeros y consejeras que sí tienen competencias», espetó en su intervención.

«Entiendo que lo haya tenido que hacer así, un corta y pega», criticó Patricia Gómez, ya que, a su juicio, «no tiene competencias, cobra por no hacer nada, le estamos regalando los castellanos y leoneses un sueldo y, al final, ha venido a hacer eso y la segunda cosa que mejor sabe hacer, y yo diría que lo único que sabe hacer: el discurso del odio».

En el marco de la comisión, le reprochó al propio Gallardo: «Usted le cuesta a la Junta de Castilla y León no solo 80.000 euros anuales, que le pagamos por no hacer nada, sino, sobre todo, lo que nos cuesta es algo mucho peor, la vergüenza que nos hace pasar cada vez que usted representa a la Junta de Castilla y León».

En este punto, Gómez se mostró muy crítica con el vicepresidente y reiteró la larga lista de adjetivos que le suele dedicar su formación: «Otra vez hemos tenido que aguantar sus palabras machistas, racistas, xenófobas, su discurso del odio, denigrar a la institución a la que representa, que es a Castilla y León».

«A mí me ha dado muchísima pena, muchísima tristeza, y muchísima vergüenza», remarcó la viceportavoz del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla y León. «Pero si quieren que les diga algo, quien tiene que estar hoy muy avergonzado es el señor Alfonso Fernández Mañueco. Yo lo estaría, si tuviera de vicepresidente y representando la institución que yo presido a alguien como Juan García-Gallardo Frings. A mí me daría mucha vergüenza».

«Entiendo que al presidente de la Junta de Castilla y León no le da ninguna puesto que le puso de vicepresidente. Pero para esta tierra el vicepresidente es una auténtica vergüenza», concluyó.

Gallardo: «Tengo infinitamente más amor a mis principios que a mi puesto»

«Yo tengo infinitamente más amor a mis principios que a mi puesto», aseguró ayer el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, en respuesta a las preguntas del procurador Francisco Igea. «No seré como usted, que ha traicionado a su partido, a los electores, que es un tránsfuga y un corrupto», le espetó.

Y es que Igea fue el primero en levantar la voz, fuera de turno, a poco de comenzar Gallardo su intervención: «Llevamos veinte minutos escuchando y no se ha ceñido a hablar de sus áreas», reprochó Igea, que recibió el toque de atención del presidente de la Comisión.

Ya en su turno de palabra, el ex de Ciudadanos, ex vicepresidente de la Junta y ex consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, cesado fulminantemente por Mañueco el 20 de diciembre de 2021, exigió a Gallardo que respondiera a una pregunta. «Toda la Comunidad espera de este debate una sola respuesta a una única pregunta: Mañana, cuando la consejera de Familia comunique que se va a acoger a menores no acompañados en nuestra Comunidad, ¿va a romper el Gobierno, sí o no? ¿O solo es una bravuconada?».

«Porque usted, que se ha sumado siempre alegre y combativo a las bravuconadas de su presidente, amenaza con dejar sin apoyo al Gobierno de la Junta, salirse al Gobierno de la Junta, y entonces mañana dejará de ser vicepresidente, entiendo», añadió. «Su postura al respecto de los migrantes, se lo digo sinceramente, no puede ser más lamentable, es una postura xenófoba. ¿Cómo es posible que una persona que no es xenófoba diga que la comunidad marroquí crea en esta Comunidad malestar? No los delincuentes, no: la población marroquí, que es lo que usted ha escrito de su puño y letra».

Como Gallardo no respondió con un «sí» ni con un «no», Igea aseguró: «Hoy es usted de la derechita cobarde, un término que utilizaban ustedes y supongo que no le sentará mal». Le demandó de nuevo «un sí o no», ya que Gallardo es «un hombre valiente, echado para adelante, que invoca al Cid cada lunes y cada martes».

Por su parte, García-Gallardo no se quedó callado: «Lo que no me va a hacer usted, señor Igea, es marcarme los tiempos políticos», y se despachó del mismo modo que el ex ‘naranja’: «Aunque usted esté enamorado de sí mismo, no se crea usted tan importante. Han pasado dos años y medio para que usted asuma, con un poco de resignación, que a veces está bien, su nueva posición política, señor Igea».

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