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ESPÍRITUS LIBRES. ALEJANDRO MESONERO / PINTOR

«Nunca un retablo moderno logró tanta aceptación turística en Peñaranda de Bracamonte»

Pintor desde sus primeras horas. Se ganó la vida como dibujante y la alimentó con la pintura, de la que es ya un referente. Un maestro admirado. Nació en 1950, al lado del convento de Las Carmelitas de Peñaranda. Estudió Magisterio y trabajó como creativo gráfico.

Alejandro Mesonero, frente a su obra de la Iglesia de Peñaranda de BracamonteAGRICOMUNICACIÓN

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Valladolid

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El anterior entrevistado, Modesto Martín, hizo esta pregunta sin saber a quién iba destinada:

P.- ¿Qué deberíamos cambiar en el mundo actual?

Respuesta. Tener más empatía con los demás.

P.- ¿Qué es para usted ser un espíritu libre?

R.- Para mí, lo resume muy bien la historia de Alejandro Magno y Diógenes, cuando el macedonio le dice: “Pídeme lo que quieras”. Y el filósofo le contestó: “Que te apartes un poco, que no dejas que me dé el sol”. Eso es ser un espíritu libre.

P.- ¿Cómo se gana la vida?

R.- Pues ahora estoy jubilado y antes fui creativo gráfico.

P.- ¿Qué quiere ser de mayor?

R.- Lo que soy.

P.- ¿De qué se siente más orgulloso?

R.- De mi familia. De mi mujer, mis hijos y mis nietos.

P.- ¿Tiene algún sueño por cumplir?

R.- Seguir pintando.

P.- ¿Qué es para usted el amor?

R.- Los pigmentos de nuestras pinturas siempre son los mismos y depende del aglutinante qué pintura sale. Pues el amor, igual. Es el aglutinante de la vida.

P.- ¿Qué tal se lleva con Dios?

R.- Muy bien. Como decía, Santa Teresa: “Dios está también entre los cacharros de la cocina”. Pero, para mí, Él está en la pintura.

P.- Un espíritu libre al que admire.

R.- El compositor alemán Ludwig van Beethoven.

P.- ¿Cuándo se dio cuenta de que el dibujo se le escapaba entre los dedos?

R.- Desde muy pequeñito.

P.- ¿Qué fue lo primero que pintó?

R.- Lo que veía. Mi madre siempre decía que me llevaron al cine con 6 año y vi en el NO-DO a Pío XII y, cuando llegué a casa, dibujé al Papa.

P.- ¿Qué fue para usted Zacarías González?

R.- El descubrimiento feliz. Fue mi primer profesor y, luego, mi amigo. Siempre me decía que, salvo que tuviera úlcera de estómago, había que comer tres veces. Me quería inculcar la importancia de tener otra ocupación para poder pintar lo que quisiera. Esa enseñanza fue fundamental para mí y me empujó a trabajar como dibujante 40 años y a hacer lo que yo quisiera en la pintura.

P.- ¿Qué otros maestros ha tenido?

R.- Yo he tenido que trabajar mucho por mí mismo. Mi trinidad de la pintura es: Tiziano, Velázquez y Rembrandt. He sido muy autodidacta. He aprendido mucho en el Prado y en el Reina Sofía.

P.- ¿Realismo o vanguardia?

R.- Realismo. Siempre he estado al tanto de las vanguardias, pero mi estilo es el realista.

P.- ¿Qué sintió cuando se enteró del incendio en la iglesia de su pueblo?

R.- Me enteré a la mañana siguiente. Para mí fue desolador porque parecía que hubiera habido un bombardeo.

P.- ¿Cuándo vuelve el retablo a su sitio?

R.- Empiezo a pintar los cuadros tras la firma de un convenio entre la parroquia, el Obispado y el Ayuntamiento. Era 2018 y los termino en 2020, en medio de la pandemia. Mi hijo se encargó de hacer el montaje, porque yo no quería que los cuadros fueran adosados a la pared.

P.- ¿Quiénes son los protagonistas del retablo?

R.- Los 12 apóstoles aparecen en el retablo. Curiosamente, nunca un retablo contemporáneo logro tanta atención turística en Peñaranda.

P.- ¿Qué personaje le impactó más?

R.- La obra es un conjunto muy simbólico para aquel que quiere mirar más allá. Una de las cosas que más trabajo me llevó fue la Encarnación. Tuve que pensarlo mucho. En arte hay muchas Anunciaciones, pero muy pocas Encarnaciones. También puedo decirle que del que estoy más orgulloso es el del Espíritu Santo.

P.- ¿Quién es Gaspar de Bracamonte?

R.- Un hombre que necesita justicia histórica. Un hombre de estado y diplomático español del siglo XVII. Es uno de los personajes salmantinos más olvidados. Gracias a él, España salió mejor parada de la paz de Westfalia. Necesitamos una exposición que valore su aportación histórica.

P.- ¿Qué futuro cultural tiene Peñaranda de Bracamonte?

R.- Si seguimos por el mismo camino que hasta ahora, veo un futuro halagüeño. Ahora queda que la gente responda.

P.- ¿Por qué sigue pintando?

R.- Por necesidad. Siempre estoy pintando varios cuadros a la vez.

P.- Déjeme una pregunta para el siguiente invitado.

R.- ¿Procuras ser tú mismo?