Carlos Pollán, el cancerbero de las Cortes
El deporte y más concretamente el balonmano en ‘su’Ademar de León moldeó a Carlos Pollán, que vivió en primera persona la alegría de jugar en el primer equipo de su ciudad, antes de ejercer como privilegiado visionario formando a promesas que luego triunfaron en la élite y finalmente como presidente para sufrir la etapa convulsa y crítica del club
...Del parquet a los despachos y de los despachos al sillón mayor de las Cortes de Castilla y León.El deporte, el deporte leonés, catapulta al mundo de la política a Carlos Pollán, ‘factótum’ durante muchos años del Club Balonmano Ademar de León tras ser jugador (portero), entrenador (categorías inferiores) y... por último presidente.
El procurador de Vox, de la quinta del 66, ha estado ligado al mundo del balonmano (más de 25 años) y más recientemente también al mundo del pádel donde ejerció como vocal de la Federación Territorial de Castilla y León durante cuatro años.
El nuevo presidente de las Cortes de Castilla y León, salido de la prolífera cantera del colegio Maristas de León bajo la batuta del desaparecido Hermano Tomás Higarza, ha estado ligado al Ademar durante media vida. Primero como jugador, como portero, desde 1986 a 1995, después como entrenador de categorías inferiores, con el filial del Ademar como principal bastión hasta 2007, y finalmente como presidente tras ganar las elecciones en 2009 a Carlos Álvarez yJesús López, posiblemente en la etapa más convulsa y crítica a nivel económico del Ademar durante cuatro años (2009 a 2013) conduciendo al club a su única salida para no desaparecer, el concurso voluntario de acreedores.
Pollán, buen portero que sin embargo no llegó a disfrutar las mieles de la Asobal, compartió portería en Primera (segunda categoría) con Juan Carlos Pastor en la campaña 88-89. El hoy entrenador vallisoletano del Pick Szeged, recuerda desde Hungría, aquella etapa junto al hoy presidente de las Cortes. «Coincidí primero con él en la selección de Castilla yLeón juvenil. Era un portero de esos que se colocaba bien y paraba de atrás. Ha pasado mucho tiempo pero recuerdo que nos llevábamos muy bien aunque éramos rivales en la misma portería. Los porteros de balonmano somos muy afines porque vemos la portería como uno solo. Luego ya en su etapa de presidente yo estaba en el BMValladolid como entrenador y coincidimos en los derbis, que se vivían de una forma especial, siempre con mucha pasión».
El nuevo cancerbero de las Cortes de Castilla y León siempre destacó por sus habilidades sociales como reconoce otro vallisoletano cedido por el Michelin a León en la 87-88, David Marcos, hoy empresario en el mundo de los gimnasios. «Carlos siempre ha sido una persona que se hacía querer. Recuerdo su acogida cuando llegué de Valladolid. Me arropó como si fuera de allí», recuerda con cariño.
Otro ilustre del balonmano leonés como jugador y luego como entrenador, Isidoro Martínez, hoy vicerrector de la ULE, compartió con Carlos Pollán dos etapas, la de técnico y la de presidente. El que fuera seleccionador nacional júnior masculino define a Pollán. «No era un portero muy alto pero destacaba por su anticipación. Era de esos porteros que intuían los lanzamientos y conectaba con el contraataque con mucha precisión».
Isidoro no duda en destacar también como cuidaba las relaciones personales el hoy presidente de Las Cortes. «Carlos Pollán vivió como entrenador del filial la época gloriosa del Ademar porque por sus manos pasaron jugadores como Juanín, Entrerríos, Perales... que luego triunfaron y de qué manera en la élite. Conmigo estuvo también de ayudante en el equipo cadete femenino del Deleba (luego Cleba) que se proclamó campeón de España».
Ý del blanco al negro o... al gris porque a Isidoro Martínez también le tocó sufrir en primera persona la época convulsa y de crisis del Ademar en la que Pollán era presidente. «Me fichó por dos campañas (10-11 y 11-12) y al segundo año de contrato firmamos un acuerdo de rescisión por los graves problemas económicos que sufría el club. Fueron años convulsos y a Pollán le tocó sufrirlos. Fue muy duro. No puedo hablar mal de él.En León ha sido una persona muy querida que siempre, como jugador, entrenador o presidente supo hacer grupo.Era sin duda una persona muy afable en las relaciones personales».
El entrenador Manolo Cadenas también coincidió con Pollán presidente en la época amarga del club que a punto estuvo de hacerle desaparecer. «Me tocó vivir con él la época negra del Ademar, con fuga de jugadores, débitos acumulados... Carlos Pollán siempre intentó estar sereno a pesar de las enormes dificultades. Como presidente fue sin duda el que más lo sufrió».
LA HABILIDAD EN LAS RELACIONES PERSONALES. Una persona querida en León. Pocas personas pueden presumir de haber ejercido de auténtico factótum de un club. Carlos Pollán, posiblemente gracias a su habilidad en las relaciones personales, que cuidaba y mucho, es una de ellas. Jugador, entrenador (en categorías inferiores) y posteriormente presidente, aunque en esta última etapa, la más corta de las tres, sufriera el mayor desgaste por las exigencias de un fatal y cruel guión llamado: crisis económica.