Desigualdad en la vacunación: Rioseco llega al año 1995 y El Bierzo aún está en el 1981
Castilla y León es la segunda del país que menos dosis pone y guarda casi 300.000
Durante toda la campaña de vacunación Castilla y León ha presentado ritmos diferentes en muchos de sus territorios. Diferencias que desde la Consejería de Sanidad se justificaban con argumentos acerca de las diferencias demográficas de las provincias y de las que se decía que se acabarían equilibrando. Pues no lo han hecho; es más, en algunos casos se han acrecentado, como ocurre en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco y en la comarca de El Bierzo, en la provincia de León. Dos territorios que presentan una diferencia en la vacunación de nada menos que 14 años.
A día de hoy, cualquier vecino de Rioseco mayor de 25 años sabe que si todavía no se le ha administrado al menos una dosis de la vacuna, la recibirá como tarde el 16 de julio. Sin embargo, esa certeza no la tienen los bercianos, que salvo los mayores de 40 años, viven en una incertidumbre. Esto se debe a que la última convocatoria que se realizó era para administrar la segunda dosis a los nacidos entre 1980 y 1981 y que, de hecho, están citados para el mismo día 16 de julio. Más allá de esta fecha, sin embargo, no existen previsiones.
Sí las hay en la capital leonesa, donde ayer se vacunó a los nacidos entre 1985 y 1986, lo que significa que entre dos áreas de salud de la misma provincia también existe desigualdad. De cuatro años, en este caso, y que parece poco en comparación con los catorce del anterior, pero que muestra igualmente la cuestionable organización de Sanidad en este sentido.
Pero en Castilla y León existen más ejemplos. Otro de ellos se encuentra en Salamanca, donde se ha citado para vacunarse a las personas de 1985 de la capital y de municipios de alrededor. En contraste, la localidad de Guijuelo convoca para tres días antes al que sería el grupo siguiente, el de los nacidos entre 1986 y 1990.
Desde la consejería que dirige Verónica Casado se ha señalado en muchas ocasiones que esta disparidad era algo esperable debido a que los grupos etáreos no son iguales en los diferentes territorios. De lo que poco se ha hablado es de si existía o no una capacidad de organización que repartiera los recursos no solo en base a la población de riesgo, si no también tratando de que el ritmo de la campaña fuera homogéneo.
En las últimas semanas los datos actualizados por la Junta también han dejado ver que la evolución de la vacunación en las provincias es muy diferente. León en su conjunto sigue siendo el gran referente, puesto que ya se sitúa la segunda en porcentaje de población vacunada con pauta completa, con el 56,48%. Se sitúa muy cerca de Zamora, que con el 57,62% ostenta desde hace semanas el primer lugar. Otro caso llamativo es el de Soria, puesto que después de meses encabezando la vacunación ha perdido ritmo a partir del 50% de población totalmente inmunizada. Y es curiosos porque dados los pocos habitantes que tiene la provincia, debería haber mantenido el ritmo para haber sido la primera en completar el proceso. Por el contrario, pierde posiciones aún cuando ha puesto en manos de los sorianos la petición de cita.
Este es el escenario en segundas dosis, pero los primeros pinchazos se han ralentizado de forma espectacular en toda la Comunidad. Es cierto que la Junta ha puesto especial hincapié en completar ciclos ante el avance de nuevas variantes del coronavirus, pero en las últimas jornadas casi todas las gráficas son prácticamente planas.
El resumen de todo lo anterior es que Castilla y León sigue perdiendo ritmo de vacunación. Ya es la segunda autonomía que menos dosis pone sobre las enviadas por el Ministerio, un 90,7% y solo por detrás de La Rioja (90,4%). En el resto, gracias en parte a que se ha habilitado ya la autocita, hay casos en los que se supera incluso el 95%.
Como consecuencia de esto, por otra parte, la Comunidad también ha perdido posiciones en porcentaje de población vacunada. Según datos del Ministerio de Sanidad, Castilla y León ha llevado la primera dosis al 69& de su población, cifra inferior a la que arrojan Asturias (73,6%), Extremadura (71,7%) y Galicia (71,9%), e idéntica a la de La Rioja. Mientras tanto, en lo que respecta a segundas dosis y a pesar de ese esfuerzo para completar ciclos, se mantiene el mismo tercer puesto que desde hace ya varias semanas.
Ante este escenario llama la atención que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, volviera a solicitar ayer un incremento del envío de vacunas por parte del Ministerio. A través de su perfil de Twitter, Igea informó de que «hay 250.000 segundas dosis pendientes» para los castellanos y leoneses. «Si el ritmo de suministro cae a un tercio no podremos mantener nuestro ritmo de vacunación», apuntó también, aunque lo que muestran los datos es que ese ritmo de vacunación ya se ha perdido. Tampoco habló Igea de las 270.000 dosis que la Junta guarda en la nevera para, según afirman, cuando falten vacunas, y de si las piensan utilizar ahora que, como indicó el vicepresidente, se prevé cierta escasez.