UGT acusa a Igea de falta de transparencia en las listas de espera

Miguel Holguín, responsable del sector de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Castilla y León, se mostró «decepcionado» por la falta de regeneración, claridad y transparencia en los datos de las listas de espera quirúrgicas, tras publicarse el pasado lunes «manipulados y con más de 9.000 pacientes fuera del recuento».

Con la famosa rueda de prensa en la que parecía que se destapaba este secreto a voces, aseguró que el vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, «tiró la piedra» pero no escondió la mano. Todo lo contrario. Su equipo de Gobierno, con Raúl de la Hoz, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla y León, y Verónica Casado, consejera de Sanidad, a la cabeza, «rebajaron la piedra» hasta convertirla en «una china». «Como a Igea –prosiguió– le gusta mucho la dieta, como él mismo ha reconocido, se tuvo que comer sus propias palabras».

En este sentido, insistió en que «no se pueden hacer grandes promesas y luego no cumplirlas desde el primer día». Por ello, comentó que «se calentó la sospecha para nada». «Todo nos hacía pensar a los escépticos –continuó– que la transparencia, por fin, llegaba a Sacyl, sin embargo, no ha sido así».

Holguín tampoco entiende los motivos que llevan a Igea a hablar siempre de Sanidad. «Es el protagonista de todas estas informaciones, dejando en un segundo plano a la consejera de Sanidad, que es una profesional válida como ha demostrado al convertirse en la mejor médico del mundo», deslizó para, más tarde, añadir que «desde fuera parece que quiere controlar este tema».

Las listas de espera quirúrgicas se tenían que haber dado a conocer a mediados de julio, si bien su publicación se retrasó para aclararse la desaparición de 9.000 pacientes. «Nadie ha dicho nada», incidió Miguel Holguín, quien expuso que con las cifras presentadas por Casado pretenden hacer creer a la ciudadanía que en la etapa de Herrera-Sáez Aguado todo se ha hecho bien. «Con esto están tomando el pelo a la sociedad. Dicen que mejoran la listas de espera recurriendo a trampas», subrayó.

Según los datos aportados, en la pasada legislatura se alcanzaron las listas de espera más bajas después de tres años de caídas. En 2016 –un año después de que comenzara la gestión de Sáez Aguado al frente de la Consejería de Sanidad– había 32.467 pacientes que aguardaban para entrar en quirófano, hoy son 22.145 estas personas, 10.322 menos que hace cuatro años. En conjunto, los datos de estos dos últimos trimestres son los más bajos del pasado mandato.

Los hospitales del Clínico de Valladolid y de Salamanca lideran la bajada trimestral en las listas de espera. En esta línea, afirmó que «no es entendible la disparidad de números porque las provincias son de características parecidas». El problema, a su juicio, es que no existe «un estudio claro, conciso y real de lo que pasa en cada hospital y en cada provincia». A esto se suma que no pueden menguar las listas de espera porque el «embudo» está en las consultas de especialistas y procedimientos. «En Resonancia hay una lista de espera de ocho meses y para ecografías, seis. Lo lógico es que se redujeran las listas de espera porque las intervenciones son menos invasivas y disminuye el postoperativo, pero el problema está antes de llegar a la mesa de operaciones», explicó el responsable del sector de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos de la UGT de Castilla y León.

Recordó que es conocido por todos los profesionales sanitarios que las listas de espera están «maquilladas» y se «falsean» días antes de su publicación. ¿Cómo? «Cuando llega el verano se llama de forma masiva para mandar a la gente a la privada, a sabiendas de que muchas personas lo van a rechazar porque nadie quiere operarse en la privada cuando el asunto es importante. Así, desaparecen de las listas y los datos son positivos», detalló.

Otro asunto relevante que ha hecho que los datos sean buenos es la eliminación de la lista de espera de Dermatología del Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, un servicio que desapareció en marzo. «Nadie explica nada. Por los medios de comunicación conocemos que los pacientes están siendo atendidos en un centro privado de Vitoria. Tampoco sabemos cómo ha sido esa concesión». Un asunto que la Consejería de Sanidad desmintió a través de un comunicado, en el que dejó claro que «la Gerencia ha optado por dar salida a algunos pacientes –los que estaban pendientes de seguimiento y en aquellos que pudiera haber sospecha de patología grave– a un centro privado de Vitoria, por la cercanía con la localidad», al quedarse sin especialistas en el hospital mirandés.

Holguín apuntó que los números son números y las evaluaciones tendrían que hacerse a posteriori.