Supersticiones o azar para elegir el número de la fortuna
Las administraciones de lotería de Castilla y León tienen «buenas sensaciones» ya que las ventas superan los 221 M€ vendidos en 2018
Frotar el décimo por el vientre de una embarazada, llevar una moneda de oro, colocar un elefante con la trompa hacia arriba... Es tiempo de amuletos, de supersticiones. Los hay fieles a un número, los hay quienes prefieren probar fortuna cada año con uno nuevo. Algunos siempre acuden a la misma administración de lotería; otros aprovechan sus vacaciones para comprar la ilusión.
Pero no solo de talismanes se alimentan las tradiciones populares relacionadas con un sorteo. Las cábalas matemáticas tratan de desmontar la idea de que solo el azar tendrá la última palabra. Pese a que esas matemáticas no son exactas, ni mucho menos, el historial de premios deja en evidencia que la suerte se ha decantado por unos números más que por otros.
De todas las terminaciones más premiadas hay una que se lleva el premio Gordo. En 5 han terminado 32 primeros premios en Navidad. No muy lejos se sitúan el número 4 y el 6 (ambas en 27 ocasiones). En más de una veintena de veces ha terminado en 8, en 0, en 3 o en 7. Un número acabado en nueve salió 16 años;uno terminado en 2, trece veces. El menos ‘agraciado’ el 1. Exclusivamente salió ocho veces.
Y del final, al principio. El millar más repetido ha sido el 2.000. Los niños de San Ildefonso comenzaron su cántico con ese número en diez ocasiones.
Al margen de datos, el número preferido por muchos de los compradores habituales u ocasionales suele coincidir con el número del año, en este caso el 18. Muchos de ellos asociados a eventos políticos o deportivos, como el 31518, día de la moción de censura de Rajoy, o el 01618, momento en el que fue nombrado Pedro Sánchez presidente del Gobierno.
Sorprende que el 13, el número tildado de mala suerte, no solo no sea evitado sino que sea año tras año uno de los más elegidos para tratar de hacerse millonario. Y los históricos: 15 y 22.
Sea como sea, hay una única realidad irrefutable: del 00.000 al 99.999, todas las bolas caben en el bombo. No hay número feo, ni bonito, ni especial, ni siquiera trucos que valgan porque cualquiera puede salir y nunca se sabe cuál es. Eso sí, la ilusión de pasar de ‘pobre’ a millonario en un solo día son grandes, pero remotas sus posibilidades. En este sorteo, las opciones son de 1 entre 100.000. Otro dato más: las probabilidades de que no toque nada en el sorteo son de un 86%.
Aún así son pocos los españoles que se resisten a probar y jugar. En juego hay 2.380 millones de euros en premios. Quien con toda certeza se llevará un gran pellizco será Hacienda. Y, eso a pesar del cambio que se estrenará este año. Los premios menores de 10.000 euros quedarán exentos de tributación, ya que hasta ahora, pagaban los boletos premiados con más de 2.500 euros.
De todos esos millones que pone en juego Loterías y Apuestas del Estado, 680 están destinados a los ganadores del ‘Gordo’. Cada boleto se llevará 400.000 euros, o mejor dicho 322.000 euros, después de descontar el pago de impuestos.
El boleto agraciado con el segundo premio obtendrá 125.000 euros brutos, 50.000 si es el tercer premio. Los dos cuartos recibirán 20.000 euros por décimo. Los quintos premios (6.000 euros por boleto) no tendrán este año que tributar a Hacienda. Por último, habrá también 1.794 premios de 100 euros, y reintegros que permiten recuperar el valor invertido en la compra de boletos.
PREVISIÓN DE VENTAS
Aunque todavía no hay datos cerrados, las administraciones de lotería de Castilla y León tienen «buenas sensaciones». Los hay previsores, pero, como cada año, el grueso de las ventas se produce en las dos últimas semanas previas a las fiestas, tal y como pone de manifiesto Pilar Padilla. No sólo lo percibe así la delegada comercial de Loterías en Valladolid y presidenta de los delegados de España, sino que lo corroboran las colas en varias administraciones de lotería, especialmente de los centros de las ciudades.
Augura que Castilla y León superará los 221 millones de euros vendidos en décimos de lotería del pasado año. Aunque la realidad va por ‘barrios’. Mientras asegura que el ritmo «marcha muy bien en León y en Segovia», y le da un ‘bien’ a Palencia. Mientras apunta que Ávila se mantiene en términos parecidos al pasado año y, en cambio, percibe que en Soria, donde hace años que la suerte no toca, «se está vendiendo menos». En Burgos, los loteros notan cierto estancamiento. Estima que en Valladolid las ventas suban entre un 2 y un 2,5%.
No hay que olvidar que «han cerrado muchos negocios en los años de la crisis y que las empresas ya no juegan tanta lotería como antes», recuerda. La suerte está echada.