Sin pistas de la joven maestra de Zamora desaparecida en Huelva

La búsqueda de Laura Luelmo, la profesora zamorana de 26 años desaparecida en El Campillo, Huelva, prosigue sin pistas sobre su posible paradero. Durante la jornada de ayer un amplio dispositivo batió el terreno, pero sin lograr resultados sobre el paradero de esta joven.

Al haberse realizado ya inspecciones alrededor del pueblo durante el sábado, ayer domingo se pidió a los voluntarios que quisieran sumarse que llevaran vehículos a motor para ampliar el radio de búsqueda, además de realizarse un rastreo a pie con un grupo más minoritario.

Desde la Guardia Civil explicaron que al haberse batido las zonas más céntricas sin resultado, por la tarde se decidió seguir la búsqueda pero con los servicios profesionales de seguridad, es decir la Guardia Civil, Protección Civil y Policía Local, informa Europa Press.

Por la mañana, el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, Ezequiel Romero, explicó a medios al inicio de la reanudación de la búsqueda que no se descarta «ninguna hipótesis», si bien puntualizó que nadie piensa en una posible marcha voluntaria de la joven y las dos opciones más plausibles son que «haya tenido algún accidente o haya alguna segunda persona implicada» en su desaparición.

En esa línea, Romero incidió en que «lo más importante es encontrar el cuerpo de Laura», con la esperanza «de encontrarla viva, que haya tenido algún accidente y esté todavía en algún sitio refugiada».

Sobre la investigación, confirmó que la Guardia Civil cuenta con sus unidades de investigación que «siguen mirando todo lo que se encuentra y analizando cualquier vestigio que pueda dar luz para averiguar el paradero de Laura».

El máximo responsable de la Guardia Civil en Huelva añadió que en la investigación participan no sólo las unidades propias de la provincia, sino que han pedido «que para este caso vengan también los mejores de la Guardia Civil», que «no repararán en investigar nada». Así, desveló que efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) procedentes de Madrid se han desplazado desde este sábado a esta localidad onubense para sumarse a la investigación.

Asimismo, también está movilizado el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que «están mirando el pantano de Campofrío, porque no se descarta nada» y también se dispone de búsqueda «tanto por el aire como con unidades caninas» y perros que han venido incluso de Cádiz y Santiponce (Sevilla).

Sobre la investigación, el mando de la Guardia Civil reiteró que «no hay una línea clara que pueda llevar al paradero» de la joven, desaparecida en una zona «montañosa», por lo que «la probabilidad de localizar exactamente dónde estaba es un poco más dificultosa».

Romero recordó que fue el pasado miércoles «sobre las ocho de la tarde» cuando se registró «la última señal que daba su móvil», que denota que «tenía alguna base de datos abierta».

A preguntas de los periodistas, Romero indicó que «no hay nadie en concreto que sea el sospechoso número uno» de la desaparición de esta profesora, y subrayó que «en un principio, cualquier persona puede ser sospechosa», si bien advirtió de que «por redes sociales se están diciendo muchas cosas que no son ciertas».

La joven maestra, de 1,65 metros y complexión delgada, se trasladó a vivir a El Campillo el pasado día 4 de diciembre para hacer una sustitución en un colegio de Nerva, donde empezó a trabajar el martes de la semana pasada.

VOZ DE ALARMA

Al parecer, salió el pasado miércoles de su domicilio con ropa de deporte para correr sin que se hayan vuelto a tener noticias de ella. Fue su familia la que dio la voz de alarma al no poder contactar con la joven.

En el municipio de El Campillo, la desaparición de la joven causó una gran conmoción entre los vecinos. Así lo señaló la alcaldesa, Susana Rivas, quien recordó que se trata de un municipio «pequeño» en el que «estas cosas no se suelen dar».

Rivas relató que fue este pasado viernes cuando avisaron al Ayuntamiento de la existencia de una denuncia por la desaparición de esta joven, que llevaba viviendo en El Campillo poco tiempo, ya que «el 4 de diciembre se incorporaba a su centro de trabajo».