Diario de Valladolid

Los accidentes laborales ya se han cobrado 33 vidas, 6 más que en 2017

UGT y CCOO constatan que la precariedad y la ausencia de inversión en prevención están detrás del aumento de las cifras de mortalidad

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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Trabajar debería servir para ganarse la vida no para perderla y garantizar la seguridad tendría que estar en la cabecera de objetivos de cualquier empresa. Pero las cifras no engañan y lo cierto es que la siniestralidad no para de crecer con la recuperación económica. El último informe sobre accidentes laborales de la Junta deja patente que se está perdiendo la batalla por la prevención con 33 fallecidos por accidente en su jornada de trabajo hasta septiembre, seis más que en 2017 y sólo a uno de los 34 de todo el ejercicio anterior; a los que habría que sumar otros diez in itinere, que suman cuatro muertos a los del año anterior por septiembre y alcanzan la cifra global de todo el año.

La sangría no ha parado en octubre y en los últimos días se han seguido produciendo accidentes mortales en la Comunidad, como el del hombre que perdió la vida el miércoles 31 de octubre, tras caerle encima la carga de un camión en la calle Oro del Polígono de San Cristóbal de Valladolid; y el trabajador de una empresa dedicada a la manipulación del mármol en la localidad de Mojados (Valladolid) que también falleció el día 25 cuando fue aplastado por una piedra de grandes dimensiones.

La secretaria de de Salud Laboral y Política Social, Azucena Pérez, denunció que en lo que va de año, «ya se han producido los mismo accidentes de trabajo mortales que en todo el año 2017, con lo que de seguir así, 2018 podría cerrar con 44 fallecidos a consecuencia del trabajo». En este contexto, la responsable sindical exigió que se adopte un «plan de choque centrado en la mejora de las condiciones de trabajo y empleo y en la recuperación de las inversiones en prevención de riesgos laborales» en la Comunidad.

Azucena Pérez constató que detrás de buena parte de los accidentes laborales se esconde la precariedad y la inestabilidad en el empleo, con trabajadores sin formación, inexpertos y con «muy poca capacidad de reivindicación de sus derechos laborales». Asimismo, recalcó que el «abuso» en la subcontratación supone un «deslizamiento de los riesgos» hacia estos trabajadores.

En este contexto, Pérez exigió, entre otras medidas, que se potencie a la Inspección de Trabajo y se creen juzgados especializados en salud laboral.

El sector terciario, el de servicios, fue el responsable de este importante aumento de fallecidos por accidente laboral, ya que concentró 20 muertes en los nueve meses de estudio, el doble que un año antes; mientras que la industria asumió seis, tres menos que en 2017; la construcción, cuatro, uno por debajo de los producidos hace un año; y la agricultura mantuvo sus tres trabajadores malogrados.

SINIESTROS GRAVES

Los datos recogidos por Ical, indican que también se produjeron 152 siniestros graves, 14 más que un año antes, también impulsados por el sector servicios. Estas actividades concentraron 70 sucesos graves, 15 más que en 2017; mientras que en la industria descendieron en uno, hasta los 38; y se mantuvieron estables el sector agrario y en la construcción, con 23 y 21, respectivamente.

La secretaria de Salud Laboral y Juventud de CCOO en la Comunidad, Sehila Mateos, denunció el importante crecimiento de la siniestralidad laboral mortal y grave en los servicios, el sector «más precarizado y donde más crece el empleo». «España es un país de servicios», dijo, para recalcar que «la industria está desapareciendo cuando es donde más podemos hacer para poner remedio a esta lacra».

Mateos lamentó que la prevención «brilla por su ausencia» en este sector, donde también se están multiplicando los siniestros no traumáticos, como infartos o ictus provocados por la precariedad en sus condiciones y las leoninas jornadas laborales. Asimismo, apeló a evaluar los riesgos de los puestos y aseguró que, por ejemplo, los accidentes de tráfico laborales han aumentado, con la proliferación de los repartidores, que «están creciendo mucho» y con unas condiciones de precariedad absoluta.

«Hay que incidir en este sector actuando de primera mano a través de visitas y sanciones de la inspección, a la que hay que potenciar mucho más», aseveró. Además, expuso que desde el Diálogo Social diseñarán y desarrollarán una campaña en la hostelería y comercio porque «se está yendo de madre». La responsable sindical insistió en que es preciso «poner un límite» y centrarán las medidas de prevención en 2019 en los servicios, sin abandonar el resto de sectores. «Duele decir que no encontramos un mes bueno. Los accidentes ocurren porque la prevención no es la adecuada y eso es obligación del empresario», resumió.

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