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Anclaje reclama a Europa exigir a Vestas la devolución de las ayudas

Considera que la multinacional danesa ha hecho «un uso fraudulento» de los fondos públicos

Miles de leoneses salen a la calle para protestar por el cierre de Vestas.-ICAL

Publicado por
Estibaliz Lera

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La Fundación para el Anclaje Empresarial y la Formación para el Empleo en Castilla y León remitirá al Parlamento Europeo un documento en el que pide «vigilar, sancionar, penalizar y exigir la devolución de las ayudas recibidas» a Vestas tras el anuncio del cierre de la fábrica de la localidad leonesa de Villadangos del Páramo y el traslado de la producción a países extracomunitarios.

Considera que el cese de la actividad supone «una utilización fraudulenta» de los fondos regionales, nacionales y de la Unión Europea de los que la empresa se ha beneficiado. En concreto, 12,5 millones de euros destinados a diferentes proyectos en una provincia que, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2018, tiene la tasa de actividad más baja de Castilla y León, situada en el 50,06%, más de cuatro puntos por debajo de la media de toda la Comunidad y ocho menos que el conjunto de España. Además, Vestas ha recibido ayudas públicas para su planta de Viveiro en Lugo.

La desaparición de la factoría leonesa, tal y como recoge la carta firmada por Carlos Martín Tobalina, supondría «un gran impacto» para una zona marcada por la despoblación y el envejecimiento. A esto se une que la producción es más rentable que en otros lugares: «Los costes de fabricación de la planta de Villadangos son inferiores a los de la planta danesa que produce el mismo modelo de aerogenerador».

En la misiva, refrendada por todas las entidades que forman el grupo específico a excepción de Cecale que sí que apoya las peticiones de la Fundación Anclaje pero defiende la libertad de las empresas a la hora de cerrar, reconoce que el proceder de la compañía «contradice» lo señalado en el informe del Parlamento Europeo sobre ‘Deslocalizaciones en el contexto del desarrollo regional’, ya que es «contrario» a las buenas prácticas europeas y a la responsabilidad social de la gestión empresarial en consonancia con la de la política europea de cohesión social, económica y territorial.

La organización denuncia que el cese de la actividad es «una prueba de irresponsabilidad con el entorno social y económico». Más todavía, añade, cuando la empresa llegó a reconocer en su última memoria aprobada que iba a seguir realizando inversiones en esta planta «productiva». En esta línea, señala que «no es ético» despedir a 520 trabajadores y cerrar una planta «eficiente, moderna, rentable, que pocos años antes se consideraba importantísima por la empresa cuando pedía ayudas públicas para la misma».

De hecho, en diciembre de 2017, el Consejo de Administración formuló un informe de gestión en el que se afirmaba que la multinacional danesa seguía apostando por España, y que «se prevén inversiones para las incorporaciones de nuevos productos a la cadena de fabricación de Daimiel y de León, lo que puede ser muy positivo para el futuro de las fábricas». Por ello, la Fundación Anclaje indica que las circunstancias de la demanda en el mercado a nivel europeo y mundial no pueden haber cambiado radicalmente en unos pocos meses como para que sobre la totalidad productiva de la factoría.

Vestas inició su actividad en Villadangos del Páramo en julio de 2007 tras una primera inversión cercana a los 10 millones de euros. La implantación contó con ayudas públicas financiadas con fondos europeos, nacionales y regionales. En 2008 presentó una memoria de ampliación y también la Comunidad, España y Europa estuvieron ahí. La inversión prevista ascendía a más de 58 millones de euros para adquirir una parcela de 79.550 metros cuadrados y construir una nueva nave, que permitiría cuadruplicar su capacidad de producción de la fábrica. De acuerdo con la memoria de ampliación, recuerda, además de consolidar los 199 trabajadores, se generarían 388 nuevos puestos de trabajo indefinidos y a jornada laboral completa.

«El compromiso del mantenimiento del empleo de las subvenciones a la inversión se prolongaba hasta junio de 2018. El anuncio del cierre de la producción y de la destrucción de todos los puestos de trabajo se produjo pocas semanas después de cumplido el plazo, en el mes de agosto», explica antes de recalcar que Vestas decide cerrar la fábrica, alternando «radicalmente» los planteamientos que afirmaba cuando solicitaba las ayudas públicas que finalmente le fueron concedidas.

Maroto avisa de que el cierre «no le saldrá gratis»

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, reiteró ayer que se trabaja con la Junta de Castilla y León en la búsqueda de un nuevo inversor para la planta de Vestas en Villadangos del Páramo y aseguró que a la multinacional danesa no le saldrá «gratis» dejar León después de las numerosas ayudas públicas recibidas.

En un desayuno informativo organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, Maroto se refirió al conflicto de Vestas y al trabajo con la Junta de Castilla y León para buscar una solución para mantener la actividad y el empleo en la fábrica leonesa. «Esperamos llegar a un acuerdo, vamos por buen camino y quedan flecos por cerrar», explicó la ministra.

Por otro lado, anunció que el Gobierno presentará una nueva Ley de Industria, que reformará a la vigente de 1992 y aseguró que «urge» aprobar un nuevo marco normativo para el sector, y por eso el Ejecutivo proyecta «una nueva Ley de Industria que responda a los desafíos del siglo XXI, porque la industria ha cambiado y tenemos una ley del siglo pasado».

«A la industria hay que darle instrumentos para afrontar los retos del nuevo siglo», añadió la ministra, que defendió la necesidad de que la industria eleve el peso «que en estos momentos no tiene» en la economía española, para que su contribución a la riqueza sea al menos del 20 por ciento del PIB que reclama la UE.

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