«Hay que crear un marco atractivo para captar jóvenes e inversiones»

El Auditorio Miguel Delibes de Valladolid acogió ayer el 25 aniversario de los Cecale de Oro, unos premios que reconocen a los profesionales más destacados que, «con su esfuerzo, sus inversiones y su tenacidad», han contribuido al desarrollo económico de Castilla y León. Unas bodas de plata que sirvieron para recordar «a 225 empresarios, 225 realidades empresariales» vinculadas al territorio y a sus gentes.

El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio, señaló durante su intervención que es necesario crear «un marco lo suficientemente atractivo» para que tanto los jóvenes como las inversiones decidan apostar por Castilla y León. Un recurso también «preciso» para que los negocios existentes sigan por la senda del crecimiento y del bienestar.

Afirmó que ser empresario es «una buena opción», en la que confían cada vez más personas, sobre todo jóvenes, que quieren hacer realidad sus ideas. Para hacer el camino más fácil a los emprendedores, comentó que la sociedad debe apoyarles y así, se conseguirá una España «mejor» en todos los sentidos.

No olvidó mencionar el temido fracaso. Todo lo contrario, lo ensalzó. Subrayó que «de cada error se aprende y se beneficia el conjunto de la sociedad». No obstante, dejó claro que ser empresario «no es fácil». La escalada está llena de «dificultades». Por este motivo, recomendó convertir esas dificultades en «un punto de partida». «La actividad empresarial es, fundamental, para hacer de la necesidad virtud, sobreponerse y ver oportunidades en cada dificultad. En eso consiste la magnífica vocación de generar riqueza y empleo».

El presidente de la patronal castellana y leonesa avanzó que las expectativas para este año siguen siendo «buenas», con un buen ritmo de crecimiento, aunque con «cierta ralentización». Fijó la fortaleza en «las inversiones», así como en las perspectivas positivas procedentes del sector exterior. En este sentido, Aparicio subrayó que las exportaciones fue «el último recurso» de los empresarios para hacer frente a la crisis económica y, a día de hoy, es el salvavidas al que se aferran todos los días para seguir avanzando en un mar abierto empresarial. Un paso que cuenta con el aliado de la digitalización, «la primera condición» para que el proceso continúe.

Para el presidente de los empresarios de Castilla y León, la transformación digital es «una necesidad» para que las compañías sean más productivas y competitivas. Sin embargo, lamentó que no se está produciendo «a la misma velocidad, ni a los mismos niveles». Puso como ejemplo la banca, un sector que inició el camino hace mucho tiempo con los cajeros automáticos y las tarjetas de crédito; y las grandes empresas que cuentan con robots en sus plantas de producción. La cuestión, tal y como expuso, son las pequeñas y medianas empresas. Negocios que se están encontrando con «barreras», entre otras, fuertes inversiones iniciales, procesos largos, complejidad del mantenimiento, escasa disponibilidad de tiempo y recursos para formar a sus empleados y falta de una cultura digital y de la formación adecuada.

Santiago Aparicio reconoció que es necesaria «una cultura proactiva a la digitalización de los negocios». Para poder hacer frente a esta situación, indicó que hay que emprender «cuanto antes» una adecuación y modernización del sistema educativo y promover el desarrollo de competencias vinculadas a la industria 4.0.

Aprovechó la celebración de estos premios para poner deberes a todos, administraciones, empresas y organizaciones. «Debemos sentarnos y buscar un modelo que permita aprovechar las posibilidades que ofrece la industria 4.0, pues es una revolución que no podemos dejar escapar si queremos que nuestras empresas sean competitivas y que se refuerce aún más el peso de la industria en la economía de la Comunidad».

También hizo un repaso de lo que ha acontecido en estos 25 años y, por supuesto, presumió de Castilla y León, un territorio estratégicamente situado dentro de España, que reúne «innegables valores medioambientales y paisajísticos»; una cultura y un patrimonio atractivos; productos agrarios reconocidos por su enorme calidad; una universidad competitiva y un sector turístico y de servicios cada vez más pujante. «Ahora sólo hace falta el ingrediente más importante: creer en nosotros mismos y en esta Comunidad y, sobre todo, ponerlo en valor», sentenció Santiago Aparicio, quien aprovechó la ocasión para valorar la importancia del Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) suscrito entre la patronal y los sindicatos, puesto que remarcó que aportará estabilidad a los próximos tres años, un periodo de «excesiva» actividad política por la celebración de las elecciones locales, autonómicas, europeas y generales. Por esta razón, se congratuló de tener «una buena base» sobre la que negociar los cambios en cada sector, ya que ofrecerá «tranquilidad».

Cerró el evento con muchos agradecimientos a unos premios que se iniciaron en 1993 y de los que se sienten «orgullosos» porque «ponen en valor a los mejores de los nuestros». Antes de despedirse recordó la participación de Cecale en la sociedad y, como muestra significativa, la implicación de la patronal en el Diálogo Social.

Carriedo defiende que Castilla y León es tierra de emprendedores

El consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, reconoció que Castilla y León es «una tierra de emprendedores», a los que atribuyó «gran parte» de la recuperación económica. Antes de entrar a la entrega de los premios Cecale, aseguró que Castilla y León crece, crea puestos de trabajo y reduce su tasa de paro gracias a todas aquellas personas que confían en esta tierra. Personas con una cualificación y formación «de las más avanzadas de España», matizó antes de recordar el «gran catálogo de ayudas y apoyos» que existe por parte de la administración para aquellos que quieran embarcarse en la aventura empresarial.

La Comunidad también es interesante para el desarrollo de proyectos con futuro por el «clima social favorable» que ofrece gracias al Diálogo Social, un instrumento «imprescindible». Estos pasos, afirmó, han servido para reducir el desempleo, cuya tasa se encuentra en el 13,9%, un porcentaje «mucho más bajo» que durante la crisis pero todavía «muy alto», por lo que el paro sigue siendo «el principal problema» de Castilla y León.

La clausura de la fiesta de los empresarios corrió a cargo de la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, quien expresó que anuncios como el incremento de la tasa impositiva «no son favorables» para garantizar la estabilidad que necesitan las empresas para crecer.

Destacó que Castilla y León es una tierra donde los empresarios «se siente seguros». En esta línea, señaló que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el empresario castellano y leonés «despunta» por su confianza en la actividad económica de la Comunidad, incluso por encima del resto de regiones.

Silvia Clemente recordó que desde 2013 se han creado 92.000 empleos, algo que ha sido posible gracias «a los emprendedores», quienes también tienen mucho que decir en la rebaja de la tasa de desempleo del 10%. Además, subrayó que esa ansiada recuperación también se manifiesta en el Producto Interior Bruto (PIB) durante los cuatro últimos años. Para ello, matizó que entra en juego el entorno y el clima de «estabilidad» y «seguridad».