Una segunda generación que ha convertido a la compañía en un referente

Ernesto Antolín, presidente del Grupo Antolín, representa la segunda generación de una multinacional del sector del automóvil con presencia en todo el mundo, pero que sigue manteniendo una inquebrantable política de empresa familiar, muy vinculada a Burgos. La ciudad que vio nacer el sueño de dos visionarios, en los años 50, los hermanos José y Avelino Antolín, en su pequeño taller. Burgos es también es lugar de nacimiento de Ernesto Antolín, en 1964, quien preside el Grupo Antolin desde 2015 y está liderando el más ambicioso plan de inversiones de la historia de la compañía: 900 millones entre 2017 y  2019 para reforzar las operaciones industriales y comerciales e impulsar la I+D+i. El objetivo es consolidarse como uno de los mayores fabricantes para interiores de coches del mundo y que Grupo Antolin sea un referente en innovación y tecnología.

Antolín ha querido marcar su gestión con una intensa impronta familiar. Y también ha querido mantener una estrecha relación con la ciudad que vio nacer a la compañía. «En Grupo Antolín contamos con unos magníficos profesionales, muchos de ellos de aquí, de Burgos», aseguró cuando recogió el reconocimiento de la patronal burgalesa.

Antes de llegar a la presidencia, Ernesto Antolín era vicepresidente del grupo desde 1995, y ha pasado por prácticamente todas las áreas de la compañía, de manera especial en el ámbito comercial.De hecho, con solo 26 años fue el encargado de liderar el lanzamiento de las operaciones industriales en Europa del Este y asumió la gerencia de la planta de Bohemia (República Checa).

De hecho, cuando Ernesto Antolin fue nombrado vicepresidente en 1995, el Grupo Antolin facturaba 150 millones de euros y su negocio se concentraba en un puñado de países. Hoy, la cifra de negocio se ha multiplicado por 35 y Grupo Antolin está presente en 25 países en cuatro continentes. Y siempre con la mirada puesta en aquel pequeño taller de Burgos donde empezó todo.