Urdangarin sigue los pasos de Roldán e ingresa en la prisión de Brieva

Iñaki Urdangarín, cuñado del rey Felipe VI, eligió finalmente el Centro Penitenciario de Brieva, situado a menos de 10 kilómetros de Ávila, para cumplir con los cinco años y diez meses a los que ha sido condenado por el Tribunal Supremo por el caso Nóos.

El marido de la infanta Cristina ingresó en esta cárcel de mujeres en torno a las 8.00 de la mañana, coincidiendo con el cambio de turno de los funcionarios, y tras haber llegado horas antes a España procedente de su residencia en Suiza.

Aunque había sonado entre las prisiones con posibilidades para acoger al exduque de Palma, su llegada sorprendió a los funcionarios, que lo vieron entrar por la puerta principal en un furgón negro. Tras abrirse las puertas correderas del acceso, el vehículo tuvo que detenerse nuevamente en el interior del recinto hasta que una segunda barrera autorizó el acceso definitivo.

De esta manera, Iñaki Urdangarín sigue los pasos del exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán, que en 1995 ingresó en esta misma cárcel y en el mismo módulo que desde ayer ocupa el yerno del rey emérito.

Si en aquel momento Roldán se convirtió en el preso más ‘célebre’ de España, 23 años después Urdangarín toma su relevo para ir más allá, teniendo en cuenta que las imágenes de la penitenciaría abulense dieron ayer la vuelta al mundo, al tratarse de la primera ocasión en la que un miembro de la Familia Real entra en la cárcel.

Y lo hizo «tranquilo», según confirmaron fuentes del centro penitenciario, que señalaron a este periódico cómo el exjugador de balonmano se mostró muy educado con las personas que le recibieron sorprendidas, ya que la mayoría no esperaban encontrarse con esta llegada. Esta circunstancia, según indican las mismas fuentes, hicieron que el personal estuviera «un poco revuelto».

A partir de ese momento, el foco mediático se situó sobre esta pequeña cárcel construida en 1989 en este barrio anexionado de Ávila al que se accede desde la carretera N-110 (Soria–Plasencia), a través de la AV–P–201, una estrecha vía por la que ayer transitaron más coches de lo habitual.

La sorpresa hizo que no exista una instantánea de ese momento histórico, aunque conforme fue avanzando la mañana, se fueron congregando en torno a esta prisión numerosos periodistas, cámaras de televisión y reporteros gráficos, para dar cuenta de una circunstancia conocida desde hace tiempo, pero con un desenlace imprevisible respecto al destino elegido por el ‘real’ recluso.

La tranquilidad demostrada por el cuñado de Felipe VI la mantuvo el resto de una jornada en la que cumplió con el protocolo que marca Instituciones Penitenciarias y que pasa por su identificación personal, inscripción en el registro de ingresos y la apertura de su expediente.

Asimismo, a su llegada se le cacheó, como al resto de las internas e internos que ingresan, para requisarle el móvil o el posible dinero en metálico que pudiera llevar encima en ese momento, para ingresarlo en su cuenta de peculio. Una vez hecho eso, a los presos se les da una tarjera con dinero limitado y con la que puede realizar alguna compra en el pequeño economato de la prisión abulense.

Tras ser informado de sus derechos y obligaciones durante su estancia en la cárcel abulense, fue trasladado a la celda de ingresos, donde fue sometido al correspondiente reconocimiento médico y psicológico, siendo entrevistado por los técnicos.

En ese módulo de ingresos en el que un interno puede permanecer un máximo de cinco días, Iñaki Urdangarín estuvo unas pocas horas. Concretamente hasta las 14.00 horas, momento en el que fue trasladado hasta su módulo definitivo, después de comer, según apuntaron fuentes penitenciarias.

El módulo de hombres se encuentra apartado de las 95 internas que se encuentran actualmente en esta penitenciaría que cuenta con un total de 180 celdas y algo más de un centenar de funcionarios para atender a las reclusas y, desde ayer, también a Urdangarín, que no es previsible que tenga contacto con ellas.

En este sentido, es posible que entre las 14.30 y las 17.30 pueda acceder al polideportivo para practicar deporte, según las mismas fuentes, al margen del resto de las internas.

A partir de hoy, el yerno del Rey desayunará en su módulo entre las 8.30 y las 9.00 de la mañana. Para las comidas, en torno a las 13.30, serán las responsables del departamento de cocina las que le acerquen la comida que se servirá en las típicas bandejas que suele utilizar el Ejército y que recuerdan a las que se empleaban durante el antiguo servicio militar, con varios apartados. Él mismo será el que la tenga que lavar para la cena, en torno a las 20.00 horas.

El módulo en el que se encuentra Iñaki Urdangarín se mantiene prácticamente igual que cuando lo abandonó Luis Roldán, con la única excepción de las obras que se llevaron a cabo para instalar, hace algún tiempo, la nueva calefacción.

La estancia en la que se encuentra el exduque de Palma estará vigilada, al menos, por un funcionario. En su interior cuenta con cinco celdas, una sala con una televisión -al igual que el resto de los módulos-, duchas, un pequeño patio en el que Roldán llegó a tener un huertecillo y un pequeño despacho para pasar consulta.

Durante su estancia en Brieva, tendrá la posibilidad de llamar a diario a su familia, así como tener comunicaciones todas las semanas y un vis a vis al mes.

Tras ingresar en prisión, delegados de CSIF anunciaron una reunión con la dirección de esta cárcel para reclamar soluciones rápidas encaminadas a incrementar la plantilla, con el objetivo de resolver «el problema que se ha creado» tras el ingreso de Iñaki Urdangarin.

Desde su punto de vista, esta situación «hace necesario que se incremente el personal de vigilancia para poder prestar la atención que requiere un preso de estas características», teniendo en cuenta que la «falta de funcionarios de prisiones en este centro penitenciario y las nuevas necesidades, provocarán que muchos de estos trabajadores vean limitadas sus vacaciones de verano y días libres».

Carmen Calvo:«La justicia debe ser igual para todos»

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, aseguró ayer sobre la entrada en la cárcel del cuñado del Rey, Iñaki Urdangarin, que «la justicia debe ser igual para todos». En una entrevista en la Ser, Calvo agregó que «como Gobierno no vamos a pronunciarnos», si bien destacó que «la justicia tiene que ser igual para todos; eso es algo se puede entender con toda claridad», informa Ical.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, negó que el hecho de que Urdangarin haya ingresado en Brieva para cumplir la sentencia del ‘caso Nóos’ suponga trato de favor y afirmó que del desarrollo de esta causa no puede sacarse una «conclusión diferente» de que «el Estado de derecho ha funcionado». Delgado se pronunció de esta forma antes de asistir al acto de entrega del premio ‘Gumersindo de Azcárate 2018’, otorgado a las Cortes por el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España.

Preguntada sobre las críticas de algunos sectores por el hecho de que Urdangarin haya ingresado en Brieva, donde apenas tendrá contacto con otros reclusos, la ministra afirmó que del desarrollo del ‘caso Nóos’ «no se puede sacar una conclusión diferente a que el Estado de derecho ha funcionado» y que «la ley es igual para todos». Sobre si esta prisión es la adecuada para el exduque de Palma, Delgado afirmó que «ha habido una elección» de centro y supone que «tendrá los medios adecuados».