«Somos un Estado ‘federalizante’ que no llega a ser federal»

El escritor e historiador Santos Juliá presentó ayer en el Museo de la Evolución Humana, en Burgos, ‘Transición. Historia de una política española’, un ensayo histórico que revisa los últimos ochenta años de política en España y que invita a descubrir las causas de la crisis nacional que actualmente atraviesa el país. El director de El Mundo de Castilla yLeón, Pablo Lago, fue el encargado de presentar al autor y su obra. «Cuando se inicia la Transición se demanda la libertad, tanto personal como colectiva, pero también la amnistía como un pacto con el pasado, un pasado que no nos impedirá abrir un camino hacia la democracia e iniciar un proyecto constitucional y constituyente que culmina en una Constitución que reconoce la autonomía de las regiones y las nacionalidades». Para Santos Juliá «esto es la Transición», un periodo que termina «con la creación de la Constitución».

Es precisamente la norma suprema del ordenamiento jurídico español la que instaura un sistema democrático «muy abierto», que con los Estatutos de Autonomía «pone fin a la Transición», apunta el historiador, que afirma que «no podemos decir que seguimos en una Transición, todas la voces que aseguran que ‘no ha terminado’, que ‘seguimos en ella’ o que ‘debe haber una nueva Transición’ forman parte de la retórica política, que nada tiene que ver con el periodo en sí» .

Aunque la fecha protagonista de este ensayo es el 6 de diciembre de 1978, otras como 1982 marcarán hitos clave en la historia política española. «En ese año se produce la primera alternancia política y la primera vez que un partido político obtiene la mayoría absoluta». Unos resultados que «permiten a a los socialistas gobernar con la autoridad que, en ocasiones le faltó a UCD, por sus rencillas internas y porque siempre gobernó en minoría». Las elecciones del año 82 «marcarán un cambio decisivo en el proceso político» y está posibilitados porque «ya existe un Estado de Derecho».

Para Juliá, la política actual «tiene la experiencia de 30 años de un ejercicio del poder basado en la relación entre las Comunidades Autónomas y el Gobierno central, cargada de disfunciones» y que «nos ha llevado a un tipo de Estado ‘federalizante’, que no llega a ser federal».