PLENO EN LAS CORTES
Herrera admite un “fracaso” en algunos cierres empresariales y aboga por mantener la capacidad productiva en Made y Gamesa
Sarrión reclama “determinación” a la Junta en una “tendencia” de un “capitalismo globalizado” en el que los trabajadores son “piezas de recambio y las grandes empresas no tienen corazón”
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, admitió hoy “fracasos dolorosos” de su Gobierno en algunos cierres y deslocalizaciones empresariales acometidos en Castilla y León en los últimos años, si bien enumeró otros casos de éxito en el marco de las políticas establecidas en la Fundación Anclaje, junto con los componentes del Diálogo Social. En este sentido, el jefe del Ejecutivo se refirió particularmente a los casos de Made, en Medina del Campo, y Siemens Gamesa, en Miranda de Ebro, sobre los que abogó por mantener la capacidad productiva, la actividad económica y, por ende, el empleo.
Herrera fue cuestionado por el procurador del Grupo Mixto José Sarrión (IU-Equo), quien definió como “tremendos cierres y malas noticias para cientos de familias” las deslocalizaciones de los últimos días. “Esperemos que ahora tengan más éxito que en otros casos”, espetó Sarrión, quien reclamó “determinación” a la Junta en una “tendencia” de un “capitalismo globalizado” en el que los trabajadores son “piezas de recambio y las grandes empresas no tienen corazón”.
Herrera recordó que Castilla y León es la única comunidad que cuenta con un procedimiento “claro y ordenado” para enfrentarse a estos “problemas” de cierres. Un protocolo diseñado en 2011 y pactado en el marco del Diálogo Social, que también se incorporó al Plan Industrial y que es competencia de la Fundación Anclaje. De hecho, dijo, hoy mismo se ha constituido el grupo de trabajo para afrontar el cierre de Made.
A su juicio, el objetivo “prioritario” es mantener la capacidad productiva, económica y el empleo asociado. “Para ello, examinaos, en contacto con empresarios y trabajadores, las circunstancias que concurren en cada caso y sus soluciones”, espetó. La Comunidad, dijo, tiene elementos para “contrarrestar la falta de competitividad y soluciones financieras”. En el caso de Made y Siemens “hay alternativas en sí mismas, en los grupos a los que pertenecen y, como último paso, buscar otros propietarios que quieran seguir con la capacidad productiva y el empleo”.
Entre las “historias de acierto y éxito” en el marco de Fundación Anclaje, Herrera citó las acometidas en el sector automovilístico, que hace “solo diez años eran algo más que fantasmas de fábricas”. Tampoco se olvidó de la “feliz respuesta” a crisis en empresas agroalimentarias o las derivadas de “calamidades” que afectaron a Campofrío, Ornua o Embutidos Rodríguez. En Antibióticos, sumó, entró un nuevo socio industrial; y en LM, en Ponferrada, se evitó el cierre “con una raquítica actividad para 150 empleados y ahora son 700”. También citó la fábrica de armas Santa Bárbara, Puertas Norma y Metales Extruidos. Todo ello, significó, gracias a planes sectoriales y territoriales. Por último, habló de una localización industrial destinada a Tarragona que se ubicará finalmente en Burgos. “A pesar de las leyes del mercado, son bienvenidas todas las inversiones, no hay empresarios simpáticos o no en esta tierra”, concluyó.
Sarrión aplaudió todas aquellas medidas que han concluido en éxito y, de cara a los dos cierres anunciados, consideró que lo primero es “luchar para no perder empleos”. El caso de Made, deslizó, es “tremendo”, porque la factoría “parece que tiene carga de trabajo” y da “muestras de falta de organización y gestión con una empresa irresponsable”.
También habló de que hace cinco años la Junta admitió un “problema” en Made y “no se ha dado respuesta”, en una comarca con un 20 por ciento de paro, “ya golpeada por la crisis del mueble”. “Esperamos un plan para Tierras de Medina”, deseó.
El caso de Made, que hace años estaba participada por el sector público, “se asemeja al de Siemens en Miranda, muy feminizado, también participada por capital público y vendida a un grupo internacional”. “En ambos casos, las empresas hablan de trasladar la producción a países más baratos”, finalizó.