Herrera respalda a Sáez y defiende la sanidad como una de las mejores del país

La reprobación al consejero de Sanidad, Antonio Sáez, que hoy debatirá el pleno de las Cortes, tuvo su preludio en la sesión de control al Ejecutivo desarrollada ayer y, como era previsible, los ataques de la oposición al eslabón más débil en este momento del Gobierno regional solo sirvieron para que el presidente Herrera avalara su gestión y presumiera de una sanidad que situó entre las cinco mejores del país.

Ocho de las 16 preguntas formuladas por los grupos políticos al Ejecutivo giraron en torno a la política sanitaria, entre ellas, las que dirigieron al presidente de la Junta los portavoces del Grupo Socialista, Luis Tudanca, y de Podemos, Pablo Fernández. En ambos casos, Juan Vicente Herrera expresó su pleno respaldo al consejero y defendió el sistema sanitario, aun reconociendo que existe margen para mejorarlo.

Así lo hizo en su respuesta a Tudanca, quien le pidió su valoración sobre la «movilización histórica» del pasado 20 de enero contra la gestión sanitaria. «Suscribo la que ha realizado mi consejero», manifestó Herrera, quien la concretó en «máximo respeto» por la movilización, análisis de las razones que la motivaron, «asunción de los aspectos que se puedan mejorar, orgullo por la sanidad, defensa del gran trabajo de sus profesionales y ánimo para seguir trabajando».

El portavoz socialista lamentó que el titular de la Junta «se empecine» en seguir «en la dirección equivocada», si bien se felicitó de que ya no incluyera en su valoración la acusación de «partidismo y utilización espúrea» de la manifestación que habían reprochado a la oposición tanto Sáez como otros dirigentes populares.

En su réplica, echó en falta «soluciones» y recordó que los socialistas llevan años «clamando en el desierto» para mejorar la sanidad, para lo que han presentado en lo que va de legislatura más de 300 iniciativas. En una larga enumeración, mencionó actuaciones pendientes en hospitales y centros de salud, además de recriminar al departamento de Sáez los recortes, las abultadas listas de espera, o la privatización del Hospital de Burgos.

Para concluir, acudió a un símil literario en torno a la obra de Gabriel García Márquez, que tambén dio juego al propio Herrera y al portavoz de Podemos. «Hay otro modelo, otra sanidad posible, pero ustedes viven como en un libro de García Márquez; han creado una especie de Castilla y León mágica, y cuando no les gusta se la inventan», señaló.

Con otra referencia a uno de los mejores relatos del premio Nobel colombiano, Tudanca aludió al escrito de apoyo a la gestión del consejero firmado por responsables sanitarios y que, según ha denunciado la oposición, partió del propio Sáez. «El consejero, que, como el coronel, no tiene quien le escriba, se escribe a sí mismo defendiendo su propia gestión», declaró el portavoz socialista, quien invitó a los populares a que «abandonen Macondo» porque los problemas de la sanidad pública «están en la realidad de Castilla y León».

«Con este recordatorio del realismo mágico, creí que iba a hacer referencia a su propia experiencia: 30 años de soledad en Castilla y León», ironizó Herrera con una nueva mención a un libro de García Márquez. Y, esta vez, sí acusó a la oposición de actuar «por interés preelectoral» con su presencia en la manifestación contra la gestión sanitaria, aunque expresó su «respeto» a las plataformas convocantes y a los asistentes a la movilización.

Tras la de cal, vino la de arena, porque Herrera dijo sentir el mismo respeto por «quienes no acudieron», entre los que mencionó a los colegios médicos, cuyo Consejo regional defendió el lunes en un comunicado «la calidad» de la atención sanitaria. También acudió a un informe nacional de septiembre de 2017 para presumir de que Castilla y León se sitúa entre las cinco mejores comunidades de España.

El presidente de la Junta sostuvo que el portavoz socialista se equivocaba en sus críticas a la gestión de la sanidad, afirmación que avaló con cuestiones como el incremento presupuestario para este área, que representa el 43% de todo el gasto de las consejerías, «la recuperación de las condiciones laborales y retributivas del personal», o la implantación de nuevas prestaciones, entre otras.

«Hable bien de la sanidad y de sus profesionales, aunque no lo haga de la Junta», instó Herrera a Tudanca, tras afearle que no se desmarcara de su portavoz de Sanidad, Mercedes Martín, por su afirmación de que era «peligroso» ponerse enfermo en Castilla y León.

El segundo embate contra el consejero de Sanidad y contra el propio titular del Ejecutivo vino del portavoz de Podemos, Pablo Fernández, quien chocó igualmente con la férrea defensa de Herrera a «su» consejero y a su gestión sanitaria. La pregunta del portavoz de la formación morada se centraba en el escrito «impulsado» por el titular de Sanidad y le dio pie para acusar de falta de «vergüenza» y de «dignidad» a los dos aludidos, y atribuir a ambos el «deterioro» de la sanidad pública.

Fernández denunció los «recortes y privatizaciones perpetrados a marchamartillo», las «interminables» listas de espera, y la precariedad de los profesionales sanitarios, cuyo trabajo reconoció de forma expresa porque son quienes están «manteniendo la sanidad».

En cuanto al objeto de su pregunta, acudió también al relato de García Márquez. Según expuso, el consejero, «no teniendo a nadie que le escriba», decidió «autoredactarse» un escrito en defensa de su gestión, «que distribuyó para que lo difundieran los jefes de unidad y de gestión, es decir, el personal de libre designación».

El titular de la Junta, que recomendó «lexatin» a Fernández, aseguró que el único escrito que conocía del consejero era un artículo publicado en un periódico sobre la sanidad y la postverdad, cuyo contenido dijo suscribir «de la cruz a la raya». De nuevo recurrió a los apoyos recibidos por parte de profesionales médicos y a los informes en los que Castilla y León «sale bien parada» para contrastarlos con los menos favorables de Castilla-La Mancha, comunidad en la que el Podemos forma parte del gobierno presidido por el PSOE.