Diario de Valladolid

Los contratos temporales vuelven a ser ‘puente’ para lograr uno indefinido

Las conversiones crecen en un año un 21% y alcanzan la cifra más elevada desde 2008 / Los sindicatos lo achacan a la mejora de la economía, pero dicen que «aún son un oasis» en una «laguna de precariedad»

-E.M.

-E.M.

Publicado por
Mar Peláez

Creado:

Actualizado:

El empleo vive ‘encadenado’ a la temporalidad y ‘estrangulado’ por la precariedad. Los datos así lo demuestran. Algo más de nueve de cada diez contratos que se firman en Castilla y León son temporales: 856.036 frente a los escasos 47.212 indefinidos. Y cada vez son más breves... por horas, por días o, en el mejor de los casos, por un puñado de meses. La mitad de los nuevos contratos ni siquiera se prolongan más allá de 30 días seguidos, y muchos de ellos a jornada parcial.

Pero, entre tanto empleo volátil, emerge un atisbo de esperanza. Son minoría, claramente, pero cada vez en más ocasiones la contración temporal funciona como ‘puente’ a un puesto de trabajo estable, o al menos indefinido. La estadística del Servicio Público de Empleo, correspondiente al año 2017 completo, revela que en Castilla y León los contratos temporales transformados en indefinidos crecieron un 21% en el último año.

Fueron en concreto 31.926 los contratos reconvertidos, lo que supone la cifra más elevada de los últimos nueve años y próxima ya a los niveles que se registraban en la Comunidad en la etapa precrisis.

Esto no es más que «un oasis, un residuo dentro de una laguna de precariedad», señala el secretario de Acción de Política Sindical de UGT, Raúl Santa Eufemia, para quien es lógico que los empresarios se «vean abocados» ahora a convertir en indefinidos esos temporales teniendo en cuenta el «latente incremento de la actividad y productividad empresarial». Y lo haden bien porque su empresa evoluciona y crece o porque «las leyes les obligan».

Para el secretario de Acción Sindical de CCOO, Fernando Fraile, «necesariamente en un momento de crecimiento económico», que se prevé en Castilla y León por encima del 2,5%, y un incremento de los beneficios empresariales, «la contratación deja de ser causal y esos contratos deben pasar a ser indefinidos».

Aún así, advierte del escaso peso aún de estas reconversiones. Representa exclusivamente un 3,5% entre los más de 900.000 contratos que fueron rubricados el pasado año. Eso le lleva a asegurar que «no han sido tantos como deberían. Tendrían que ser muchos más», no sólo porque durante años se han hecho muchos contratos temporales, sino porque muchos «seguro que están en fraude de ley».

Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad, una de las empresas líderes en recursos humanos de España, opina que este aumento de contratos temporales convertidos en indefinidos y el acercamiento a cotas previas a la crisis «confirma una tendencia positiva del mercado laboral».

Sea porque la economía marcha o porque la ley obliga a los empresarios, lo cierto es que la escalada de reconversiones comenzó hace ya tres años y representa un 84% más que en 2014, momento en el que esta variable tocó fondo, con tan sólo 17.380 contratos temporales convertidos en indefinidos. Eso sí, a la Comunidad le falta aún más de 10.000 reconversiones para alcanzar la cifra máxima hasta el momento. Está un 24,5% por debajo de la mejor cifra conseguida en 2007 (42.283).

Atendiendo a este dato, la Comunidad podría decirse que ha retomado esta fórmula de contratación con algo más de fuerza que el país. En España, ha crecido un 18% –tres puntos menos que en Castilla y León–. Sólo en cinco autonomías crecieron en mayor medida los contratos convertidos en indefinidos –Baleares, La Rioja, Extremadura, Andalucía y Valencia–.

Si se analizan los resultados entre las distintas provincias de España, se observa que todas ellas han registrado un incremento de conversiones. Destaca el caso de León, que se erige como la segunda de España con una mayor escalada, por detrás de Granada. Allí, se han incrementado en un solo año un 35,6% el volumen de reconversiones.

A continuación se sitúan Zamora y Valladolid, con algo más del 22%, o Palencia, con el 20%. Ésta última provincia ha igualado prácticamente ya la cifra anotada hace una década. Por contra, Soria cierra la tabla autonómica, con exclusivamente un aumento del 9,8%. Ávila y Burgos se quedan con una subida del 13%.

No todos tienen las mismas posibilidades de entrar en una empresa y con el paso del tiempo hacerse un hueco fijo. Según la estadística, el 55% de los contratos con fecha de caducidad que han pasado a ser indefinidos escondían el nombre de un varón, por un 48% de contratos suscritos por mujeres. Fueron en total 17.558 hombres, frente a 14.368 mujeres en la Comunidad.

Pero no sólo son más los hombres que rompen el contrato temporal para estampar su firma en uno indefinido, sino que las diferencias de sexo se ven claramente en qué tipo de jornada realizarán. Ellos trabajan a jornada completa. Ellas a jornada parcial.

Así, el 81% de los hombres que vieron cómo se modificaba su contrato estaba empleado a jornada completa. En cambio, justo la mitad de las mujeres que cambiaron su contrato lo hacía para desempeñar un trabajo a jornada parcial.

El sexo y la edad parecen, por tanto, un condicionante a la hora de contar con un trabajo de mayor estabilidad. Un repaso a la estadística del Sepe pone de manifiesto que tener entre 30 y 39 años aumenta las posibilidades de que el contrato deje de tener una duración tasada.

Los datos hablan de que el 33% de esos contratos que pasaron en 2017 de temporales a indefinidos tuvieron como protagonistas a castellanos y leoneses en la treintena. Los mayores de 45 años conformaron el segundo grupo más numeroso, mientras que sólo 3.788 menores de 25 años (sólo el 11,8% del total) asistieron a ese cambio. Entre todos, la mayoría llegaba al contrato indefinido después de haber tenido un contrato eventual por circunstancia de producción (el 61,5%) , que había durado, en términos generales, entre medio año y un año. En esa circunstancia estaba el 41% de los contratos que cambiaron de forma.

¿En qué ramas se dan más estos cambios? Según el balance del Sepe, la industria manufacturera, el comercio y la hostelería fueron más propensos a dar algo de estabilidad a los contratos temporales, al menos en términos absolutos.

UN 48% DE LOS CONTRATOS NO DURA NI UN MES

El primer contrato se celebra, el segundo también, pero ¿qué se hace cuándo se firma uno tras otro en un espacio de tiempo muy concentrado? Casi la mitad de los contratos firmados en Castilla y León a lo largo de 2017, exactamente un 48%, tuvieron una duración inferior al mes.

En números absolutos, se observa que 414.967 contratos que se estamparon a lo largo del pasado año tenían una fecha de caducidad muy ajustada, ya sea por ser considerados de obra, eventuales, interinos y otros.

Y el porcentaje no hace más que escalar. En 2016, esta práctica afectaba al 43% de los contratos que se realizaron en Castilla y León. Esto quiere decir que en un año se han incrementado los contratos ‘exprés’ en algo más de un 7%. Si echamos la vista más atrás, vemos que en 2011, un año antes de la reforma laboral y ya en plena crisis económica, ese porcentaje no rebasaba el 40%.

Son, con gran diferencia, los contratos bajo la modalidad de eventuales los que duran menos. Hasta un 73% del total firmado no llegó al mes.

tracking