FRANCISCO MARTÍNEZ / PREMIO A LA TRAYECTORIA
«Me siento entre los galácticos de la región más bonita de España. Gracias a la vida»
Con el humor y desparpajo que le caracterizan, Francisco Martínez García, más conocido como ‘Paco el de la Criolla’ se subió a las tablas del Centro Cultural Miguel Delibes para recoger el Premio a la Trayectoria de LA POSADA DE EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN.
En una noche que el cocinero vallisoletano definió como «mágica», agradeció a los cientos de asistentes, entre los que se encontraban numerosas autoridades, a los que calificó como «amigos todos», por contar con su presencia.
«Hay una palabra que define a todos: Gracias». Fue así como arrancó su emotivo discurso.
El afamado restaurador de la Criolla, abanderado de la gastronomía de Castilla y León, se dirigió a los premiados, haciendo un guiño a la afición madridista afirmando «sentirse entre los galácticos de la región, con una gente que ha dedicado toda su vida».
El fundador del restaurante La Mina siguió utilizando el lenguaje futbolístico: «A mi me han dicho como el que está en el banquillo, calienta que sabes, y aquí estoy».
Se dirigió con cercanía al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, «hoy no he traído pañuelo. Me he vestido de persona. Me salto el protocolo a mi aire».
Dio las gracias a su equipo conformado por 30 profesionales, «si no fuera por él...» y también dirigió palabras de cariño y agradecimiento hacia su familia. En primer lugar mencionó a Tere, «que me sobra para todo y mucho más». En este sentido se dirigió a sus cuatro hijos: María, Pablo, Marta y Lucía.
No se olvidó de mencionar a ninguno de ellos, incluido los últimos miembros de la familia: «Tengo una nietita de tres años y tres meses preciosa que se llama Victoria igual de guapa que su abuelo».
Paco no perdió en ningún instante la gracia, una de sus señas de identidad e hizo alarde de ser de Valladolid: «Gracias por representar a mi ciudad con el pañuelo en el cuello vaya donde vaya», y a una región, Castilla y León que «es más bonitas de España con unos productos impensables. Solo hay que mirar a los profesionales que hay y sus elaboraciones para hacerse una idea de cómo es ésta región».
Paco, también quiso sacar pecho por ser español y por la gran calidad de los productos que en el país se elaboran. En este sentido, haciendo un pequeño gesto hacia el pulso independentista catalán, hizo una defensa por la unidad: «Gracias a este país, España, que a pesar de algunos idiotas, no hay quien le iguale».
Asimismo el restaurador olímpico desde los Juegos de Atlanta de 1966, aseguró que «Siempre digo que lo que más me gusta cuando viajo es volver a España. La verdad es que con los vinos y la gastronomía, además de los paisajes podemos estar muy orgullosos de nuestro país».
A pesar de haber estado su vida y trayectoria marcada por continuos viajes internacionales como los que le llevaron a las Olimpiadas de Atlanta 1996, Sidney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2014 y Río 2016, cocinando para los deportistas españoles, Paco siempre se ha sentido muy de Pucela, y eso lo demostró anoche con el discurso que desprendía cariño y calor hacia su tierra, su familia, su equipo y amigos.
De esta manera el cocinero se metió de llenó en el bolsillo a los cientos de asistentes que se concentraron en el auditorio del Centro Cultural Miguel Delibes.
Haciendo referencia a la famosa letra de canción interpretada por Violeta Parra, terminó su intervención diciendo: «Gracias a la vida que me ha dado tanto, un poquito tinto y un poquito blanco», dejando al público cautivado.