Diario de Valladolid

MEDIO AMBIENTE / EL RASTRO DE LOS INCENDIOS

El peor año de la década deja ya 32.700 hectáreas quemadas

Los 125 incendios de la última semana arrasaron 2.400 hectáreas más que los cuatro últimos veranos

-EL MUNDO

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Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

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Los montes de Castilla y León comienzan a ver cómo se sofocan los incendios que, sobre todo durante las últimas semanas, arrasaron hectáreas de terreno. Tantas que este 2017 se sitúa hasta la fecha como el peor de la década, en lo que a la campaña de verano se refiere.

En estos momentos, según los datos facilitados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, son ya 32.700 las hectáreas de terreno abrasadas por el fuego en el conjunto de la Comunidad. De éstas, 21.400, lo que supone el 65,4% del total, corresponden sólo a los meses de julio y agosto lo que los convierte en los peores que se recuerda en el último de decenio.

Ni siquiera el verano del pasado 2012, cuando tuvo lugar el pavoroso incendio de Castrocontrigo que abrasó más de 12.000 hectáreas de pinares, logra situarse por delante de este año.

Un vistazo pormenorizado de las cifras de número de incendios y superficie quemada deja una gráfica de dientes de sierra, donde curiosamente siempre entre intervalos de tres y cinco años aparce uno malo, en el que se disparan el número de fuegos y por supuesto de las hectáreas arrasadas.

Sucedió en 2012, tras prácticamente tres periodos con campañas de incendios más bien bajas y relativamente tranquilas. Y vuelve a producirse ahora en 2017, después de que en los cuatro años pasados fueran pocos los fuegos y el terreno que ardió por efecto de los mismos.

Basta sólo el ejemplo de la semana pasada para darse cuenta de la virulencia de los incendios y sus efectos devastadores, que sin duda el gran trabajo de los efectivos desplegados ha evitado que los daños fueran aún mayores.

La semana pasada, a decir de la propia Consejería de Fomento yMedio Ambiente, es de las peores de la historia que se recuerda. Los 125 fuegos que se produjeron arrasaron en torno a 15.000 hectáreas.

Para ver la dimensión y magnitud de esta cifra basta decir que supone 2.400 hectáreas más quemadas que la suma de los cuatro últimos veranos juntos. Y, lo que es peor, todos ellos intencionados.

Datos que hace que se estén cumpliendo los peores augurios, aquellos que alertaba ya de que este 2017, a causa de la sequía, pasaría a la historia como uno de los peores en lo que a incendios y hectáreas quemadas se refiere.

Nunca en la historia

De esos 125 fuegos que estuvieron activos a la vez en los siete días pasados, cuatro de ellos se elevaron hasta el nivel dos de peligrosidad, el máximo que se activa ante el grave riesgo para las personas y las poblaciones. Nunca en la historia se había producido un hecho así.

La situación se complicó sobremanera por los inusuales vientos de hasta 50 kilómetros por hora que trajo la perturbacion continental sahariana. Esto provocó que muchos de estos fuegos fueran incontrolables y, por momentos, se encontraran en lo que en términos técnicos se da en llamar «fuera de la ventana de extinción». Es decir, que no se les podía atacar por ninguno de los innumerables medios que se desplegaron. Ese fue el caso del incendio de La Cabrera leonesa.

En muchos momentos llegaron a a operar hasta cuarenta medios aéreos en Castilla y León y 500 efectivos entre brigadistas y personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Ahora mismo, y según el último parte facilitado en la tarde-noche de ayer por la Consejeríade Juan Carlos Suárez-Quiñones, el de la localidad zamorana de Fermoselle es el único fuego activo en Castilla y León. Sin tener en cuenta, eso sí, el que afecta a Portugal en la zona limítrofe con la provincia de Salamanca.

La Delegación de la Junta en Zamora mantiene el nivel 1 el fuego intencionado en la comarca sayaguesa. En la zona, continúan trabajando un técnico, dos agentes medioambientales, un buldócer, dos autobombas y cuatro cuadrillas de tierras.

En la provincia leonesa se controlaron otros dos incendios, el primero en Compostilla, en la ladera del río Sil, entre la Fuente del Azufre y las instalaciones del Club Hípico el Trotón de la capital del Bierzo. En su control trabajaron cuatro agentes medioambientales, un helicóptero de la base de Cueto, dos cuadrillas de especialistas en la lucha contra incendios forestales, un buldócer, tres autobombas y un dotación de bomberos de Ponferrada.

Un fuego intencionado, que se se prendió en dos lugares diferentes prácticamente al mismo tiempo a las 16.25 horas y obligó a interrumpir el tráfico durante prácticamente dos horas y medido. Afectó principalmente a matorral y zarzas y quedó controlado a las 18.33 horas, antes de extenderse hacia la zona de los pinares.

Un control que también llegó para el de Losadilla, cuyo nivel de peligrosidad se bajó a cero, mientras se mantienen retenes para concluir con las labores de extinción.

Por último, en Salamanca continúan las actuaciones en los incendios ya controlados de Trabanca y Peñaparda.

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