Diario de Valladolid

ECONOMÍA / CONTABILIDAD REGIONAL

La sequía y la bajada de la industria frenan el crecimiento económico

El PIB de Castilla y León sube un 2,3% en el segundo trimestre, dos décimas menos que en el anterior / Pilar del Olmo descarta una lectura pesimista y asegura que la economía regional «tiene pulso»

-EL MUNDO

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Publicado por
Aitor Ferrero

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La economía castellana y leonesa bajó el pistón en el segundo trimestre del año. Creció, sí, pero lo hizo a un ritmo más sosegado que entre enero y marzo. Así lo constatan los datos de contabilidad regional presentados ayer por la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, que reflejan un incremento del 2,3% en el Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad, inferior al registrado por el conjunto del país –que cruza la barrera del 3%– y por debajo también de la subida del 2,5% que computó Castilla y León durante los meses de invierno.

¿Las razones de este frenazo? Los efectos de la sequía, al caer la cosecha hasta poco más de la mitad, tanto en volumen como en valor, de la registrada el pasado año, con el perjuicio para los sectores relacionados con el agro, y el descenso en el rendimiento industrial y, sobre todo, energético, una bajada que hunde del mismo modo sus raíces en la escasez de agua que sufre la Comunidad, cuyos pantanos no han desembalsado con la consiguiente pérdida de producción hidroeléctrica.

Según manifestó la consejera, estos datos –que, sin ser negativos en su conjunto al estar en línea con el crecimiento medio de la Unión Europea, evidencian que la Comunidad continúa por la senda de desaceleración que experimenta desde finales del pasado año tras meses en los que el PIB autonómico crecía a un ritmo superior al 3%–, no tienen por qué ser leídos con pesimismo.

«La economía castellana y leonesa tiene pulso», expresó convencida Pilar del Olmo, cuya valoración, en resumen, pivotó sobre dos argumentos: la incapacidad para hacer frente a factores externos, como los meteorológicos, que han provocado una caída del 11,5% en el sector primario, y la imposibilidad de conservar cifras que, en los meses precedentes, llegaron a extremos muy por encima de los habituales. «No se puede mantener un récord permanente», sostuvo la consejera, que se amparó en los «17.000 puestos de trabajo a tiempo completo» que se han creado este año y en las buenas cifras de industrias como la automovilística, cuyas exportaciones, aunque inferiores a las de 2016, cuando sumaron 3.800 millones de euros, alcanzan en la actualidad los 3.669 millones –mil más que hace dos años–. «Yo esto no puedo decir que sea preocupante», aseguró la responsable de las finanzas autonómicas.

Del Olmo sostuvo que, pese al descenso experimentado en el segundo trimestre, el departamento que dirige mantiene la previsión de un crecimiento medio anual del 2,5% que se incluía los presupuestos de 2017 y que calificó de «prudente».

Tirando de servicios

La radiografía de la situación económica regional saca de nuevo a la luz uno de los problemas endémicos de la riqueza de la Comunidad –y, también, del país–, desde la perspectiva de la oferta: la gran dependencia del sector servicios, que, según explicó la consejera, fue el que experimentó un mayor crecimiento durante el segundo trimestre del año y que aporta casi el 70% del PIB castellano y leonés frente a una industria que alcanza poco más de una quinta parte de la tarta. En concreto, el Valor Añadido Bruto (VAB) –la magnitud equivalente al PIB para estos indicadores– del sector servicios creció un 3,6% frente a la subida del 3,3% que anotó entre enero y marzo.

Junto con el crecimiento en el VABgenerado por la prestación de servicios –el obtenido por los de mercado, que se corresponden a iniciativas privadas, aumentó un 4,8%, cuatro décimas más que en el anterior trimestre, en detrimento de los de no mercado, que equivale a prestaciones públicas, como la educación o la sanidad, y que decreció un 0,4%–, destacó también el sector de la construcción, que, pese a bajar el ritmo debido a la «menor actividad de la edificación no residencial y de la ingeniería civil» –la obra financiada, por lo general, por las administraciones públicas–, experimentó una subida del 3,2%, tres décimas menos que en el anterior trimestre.

Si servicios y construcción fueron los sectores a los que mejor les fueron las cosas entre abril y junio, en la otra cara de la moneda se situaron el campo y la industria, cuya merma en la producción total fue la que lastró el crecimiento económico de la Comunidad.

«El sector agrario depende mucho del tiempo», justificó Del Olmo, que lo calificó de «muy importante» para Castilla y León y achacó su bajo rendimiento en el presente ejercicio a un «año anormalmente malo» por la falta de lluvia y las heladas que asolaron los cultivos a finales de primavera. La consejera declaró que la evolución del VAB del sector ha estado en línea con lo esperado por la Junta y desgranó que, en la línea del conjunto de la economía regional, la producción ganadera ha crecido, aunque menos de lo que lo hizo en el anterior trimestre.

semana santa

La riqueza generada por la industria experimentó un decrecimiento del 0,4% como consecuencia, sobre todo, de la caída de la producción energética ante la falta de agua para desembolsar en las centrales hidroeléctricas, a lo que se sumó el menor ritmo en la generación eólica, donde Castilla y León ofrece el 25% del suministro total del país. También descendió, aunque con menos repercusión para la progresión económica, la extracción energética, es decir, el carbón.

A este decrecimiento hay que añadir la bajada en el rendimiento de las compañías manufactureras, que Del Olmo relacionó con el detalle de que la Semana Santa haya coincidido este año en el segundo trimestre. A modo de ejemplo, la consejera explicó que hubo plantas de automóviles que pararon la producción durante algunos días adicionales del mes de abril –debido a días de descanso que la empresa adeudaba a los trabajadores– y que, ese mismo mes, también tuvo lugar la festividad de Castilla y León.

Desde el punto de vista de la demanda, la riqueza aportada por los hogares creció de forma más comedida que hace un año pero mejoró porcentualmente respecto al primer trimestre, todo lo contrario a la generada por las administraciones públicas, que de haberse incrementado un 5,9% entre enero y marzo –la subida más elevada desde 2015–, cayó a un tímido 2,1% –en este punto,

Del Olmo recordó que la Junta no contó con presupuesto hasta junio–. El VAB de la inversión, por su parte, subió un 2,2%, tres décimas menos que en el trimestre anterior por el estancamiento de la construcción.

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