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Sanidad mantiene en verano el 87% de las camas hospitalarias

Justifica el cierre de 371 plazas al descenso de la demanda asistencial / Los sindicatos se desmarcan de la cifra oficial y calculan que hay más de 500 cerradas debido «a la falta de personal»

PREVISIÓN DE CIERRE DE CAMAS EN EL SACYL-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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La Consejería de Sanidad mantiene operativas el 87% de las camas de los hospitales de Castilla y León, mientras que el 13% restante, pese a estar cerradas, está disponible ante cualquier eventualidad «en un plazo máximo de 24 horas», asegura Rafael López, gerente regional de Sacyl.

Justifica el cierre de camas por el descenso de la demanda asistencial en los centros hospitalarios durante la temporada estival, lo que permite «gestionar los recursos de manera eficaz, eficiente y garantizar al cien por cien la cobertura y las necesidades de hospitalización de los pacientes».

Además, argumenta que gracias a esa inactividad es posible acometer obras de mejora y labores de mantenimiento en los hospitales, que son «necesarias» para ofrecer una asistencia de calidad y que en otra época del año serían más complicadas de realizar por la presencia de enfermos, y conciliar la vida familiar y laboral de los profesionales sanitarios.

Así, de junio a septiembre se eliminan, según los datos oficiales, 371 plazas hospitalarias, el 5,8% del total que se sitúa en 6.447 camas funcionantes, si bien el «aforo máximo» de los hospitales castellanos y leoneses es de 7.003. En este sentido, López matiza que las camas instaladas no se pueden tomar como referencia para calcular las inactivas durante el verano porque «el concepto de cama» ha cambiado «mucho» y pone como ejemplo las operaciones de cataratas o varices. Hace unos años el paciente estaba ingresado una semana después de la intervención y en la actualidad «a las dos horas» está en su casa. «Hay hospitales donde la cirugía mayor ambulatoria está por encima del 50%», expresa.

El gerente regional de Sacyl recalca que «no hay 1.000 camas sin funcionar» y apunta: «Existen alas de los hospitales que llevan cerradas muchos años y ahora se dedican a otras cuestiones, como son hospital de día, tratamiento para crónicos, unidades de continuidad asistencial..., si bien en cualquier momento podríamos instalar esas camas hasta llegar a las 7.003». En esta circunstancia se encuentran, entre otros, el Hospital de los Montalvos de Salamanca, donde Sanidad mantiene un ala cerrada, unas 40-50 camas, y el Hospital Virgen de la Concha de Zamora. «Algunas zonas llevan más de diez años clausuradas, pero estructuralmente están en el hospital», incide.

Según Rafael López, la decisión de reducir camas operativas cumple criterios de calidad y seguridad y se basa en los planes de contingencia de verano elaborados por cada uno de los gerentes de los centros hospitalarios. «Se trata de un proceso de ajuste a las necesidades que se lleva a cabo desde hace años como una medida de eficacia en la gestión».

¿Qué pautas se tienen en cuenta? Número de intervenciones quirúrgicas e ingresos programados. De acuerdo a eso cada equipo directivo establece una reordenación estival. «Se inhabilitan porque la actividad disminuye alrededor de un 15%, sin embargo, se van a mantener en funcionamiento nueve de cada diez camas instaladas». Además, añade, si sucede «algún problema agudo y puntual» se activarían en menos de un día.

Por hospitales, el mayor número de cierres se prevé en León, con 104 camas, seguido de Salamanca, con 73, y Burgos, 47. En Soria y en el hospital del Río Hortega de Valladolid, 26; en Ávila, 25; en Palencia, 17, en el hospital de Medina del Campo la previsión es de 16; en el Clínico Universitario de la ciudad del Pisuerga, 13, en el Bierzo, 10; cinco en Segovia; cuatro en el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro; tres en Zamora y ninguna en el Santos Reyes de Aranda de Duero.

Durante el año pasado el índice medio de ocupación fue del 74% –6.082 camas–, no obstante, la media durante el periodo estival descendió tres puntos, si bien las mayores bajadas se dieron en Palencia, que cayó 13 puntos, en el hospital de Santiago Apóstol, donde el descenso fue de nueve; el Clínico de Valladolid, con ocho puntos menos de ocupación, igual que El Bierzo y los centros de Medina del Campo y Soria, con cuatro, según los datos facilitados por el departamento que dirige Antonio María Sáez.

Respecto al resto de comunidades autónomas, Castilla y León es la sexta que más camas mantiene activas en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, porcentualmente sólo superada por Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias, Murcia y Navarra.

Además de estudiar el número de camas para dar respuesta tanto a las necesidades de los castellanos y leoneses como de las personas que pasan el periodo estival en la región, Sacyl analiza los refuerzos de recursos humanos sobre la plantilla habitual y, tal y como afirma Rafael López, se planifican las sustituciones en atención primaria y en los hospitales.

En este sentido, comenta que en 2015 el presupuesto anual destinado a este cometido fue de 41 millones de euros; en 2016 fue de 72 y este año se incrementará posiblemente «un 10%», es decir, 80 millones de euros.

Hasta el momento, el gerente regional de Sacyl indica que no ha habido «ningún problema» en los centros y todos los días se opera, se ingresa y se atienden las urgencias... «No tenemos ninguna alarma y vamos a suponer que si se produce una catástrofe pues activaríamos todas las camas como sucede en la época invernal con la gripe», remarca, antes de dejar claro que durante el año «no se inactivan camas, eso sí puede haber algún tema puntual en Semana Santa o Navidades».

Los sindicatos sanitarios, por su parte, cifran en más de 500 las camas cerradas este verano en los hospitales de la Comunidad, aunque existe «un goteo constante» que tiene su principal explicación en «la falta de personal».

Mercedes Gago, secretaria autonómica de Satse en Castilla y León, denuncia que la Consejería con esta medida «sobrecarga» el resto del hospital, lo que repercute tanto en el paciente como en los profesionales. «Cierro, abro, abro y cierro y el personal experto en una materia se tiene que trasladar con el consiguiente riesgo y la inestabilidad de no saber qué va pasar al día siguiente», expone y añade: «Tenemos que ser más serios con la salud porque las camas no se pueden abrir de un día para otro».

Respecto a las sustituciones, recuerda que antes de la crisis se sustituía «al cien por cien» y ahora «no se hace». De hecho, antes de 2008 «muchas familias» vivían de cubrir vacaciones y permisos y, aunque se ha reactivado «un poco» este año, cuatro promociones de enfermeras no han trabajado «ni un sólo día» desde que acabaron la carrera, lamenta.

En la misma línea se expresa Nieves Martínez, secretaria de Sanidad FSP-UGT Castilla y León, quien destaca que al inicio de verano se realiza una previsión de cierre de camas que con el paso del tiempo aumenta «todavía más». Además, se atreve a ir más allá y afirma de forma contundente que con esta medida estival «se justifica la derivación a centros concertados». En junio, cuenta, cuando los hospitales empezaron a cerrar plantas, los pacientes que entraban en Urgencias y necesitaban hospitalización pasaban a un centro concertado. «Se lo ahorran en personal, pero se lo gastan en plazas concertadas, no sé cuál es su política de ahorro, lo que está claro es que todo esto lleva al cansancio y al malestar de los profesionales», sostiene la representante sindical.

José María Soto, vicesecretario general de Cesm Castilla y León, considera que el cierre de plantas provoca «una disminución artificial» de la actividad del hospital. «No es que no haya gente en la lista de espera o que la gente enferme menos en verano, lo que ocurre es que como hay que dar una serie de permisos y no se sustituye a ese personal, pues se reduce el número de camas». Propone que los puestos de trabajo se sustituyan y no habría «una reducción tan drástica» y tendría un «efecto beneficioso» sobre las listas de espera.

Javier Hernando, de CSIF, declara que el sindicato no está conforme con la contabilidad que hace Sanidad porque, a su juicio, las cifras se refieren exclusivamente a cierres de plantas o temas planificados y la cuestión es que «muchas camas» se inutilizan por «un ahorro de personal». «Hay una razón economicista detrás de todo esto», zanja.

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