Tudanca achaca que iba menos bebido que Valdeón para no dimitir

El secretario del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, apeló ayer a que su nivel de alcohol al volante era mucho menor que el de Rosa Valdeón para justificar su decisión de no dimitir de sus cargos.

Aseguró que el positivo en alcoholemia que dio en el año 2008 en un control establecido por la Policía Local en el centro de Burgos no es «equiparable» al que provocó la dimisión de la ex vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, el pasado año. «Hace diez años me pusieron una multa y la pagué, eso fue lo que sucedió», indicó.

Las diferencias, dijo, «no las establezco yo, las establecen las leyes y los jueces» y son las mismas diferencias, apostilló, «que hay entre una multa de tráfico y un delito penal».

De esta manera respondió Luis Tudanca a la posibilidad de abandonar la política siguiendo la decisión tomada en su momento por Rosa Valdeón y a la que él mismo reclamó en varias ocasiones que dejara todos sus cargos institucionales.

A Tudanca se le impuso una multa de 450 euros después de dar positivo en un control de alcoholemia establecido por la Policía Local de Burgos el 3 de agosto de 2008 y minutos después de coger el coche que tenía aparcado en un parking de la Plaza Mayor de la capital burgalesa al acabar una cena.

Tudanca, que entonces era diputado nacional por Burgos, dio en el test de alcoholemia un resultado de 0,43 miligramos por litro, lo que supone que superaba en 18 centésimas el límite establecido legalmente y que constituye una falta administrativa. Se le retuvo el vehículo, perdió cuatro puntos del carné de conducir y se le impuso una multa que finalmente pagó con descuento por realizar el abono antes de que terminara el plazo establecido por pronto pago.

En el caso de Rosa Valdeón, la tasa de alcohol detectada por el control de tráfico de la Guardia Civil se situó entre 0,77 y 0,77 miligramos por litro, lo que supone un delito penal al sobrepasar el 0,60 establecido por la legislación actual.

Luis Tudanca rechazó valorar por qué se ha dado a conocer esa sanción administrativa nueve años después de haber ocurrido los hechos. «Eso lo tiene que juzgar quien lo lea», dijo.

El secretario regional de los socialistas de Castilla y León viajó ayer a Zamora para presentar su precandidatura al congreso autonómico y allí aseguró que se presenta para reeditar el mandato que los militantes socialistas de la región le dieron hace dos años cuando la situación, recordó, «era muy diferente a la de ahora, con un partido roto» y después de pasar «los peores momentos de la democracia».

Tudanca se mostró confiado en poder llegar a la Junta y aseguró que será posible si son capaces «de hacer un PSOE de izquierdas y unido, con un proyecto alternativo claro» y adaptado a los nuevos tiempos.

CRÍTICAS DE PP Y C’S

Los grupos políticos de las Cortes se manifestaron ayer sobre la multa por conducir bebido de Tudanca cuando era diputado. Los más duros fueron los parlamentarios del PP y Ciudadanos, mientras que Podemos e IU rebajaron o evitaron cualquier crítica al líder regional del PSOE.

«Es un caso similar al del Rosa Valdeón», que pone de manifiesto que el PSOE «tiene dos varas de medir», manifestó ayer Ángel Ibáñez a la salida de la reunión parlamentaria sobre el aforamiento.

«Para ellos no es lo mismo cuando afecta a otros que cuando les afecta a ellos». Ibáñez considera que el PSOE «se ha visto sobrepasado» por esta situación y recordó el dicho popular de «no juzgues y no serás juzgado» por cuestionar en tiempos el caso Valdeón y ser complaciente con Tudanca.

Para Ciudadanos, Tudanca debería dimitir. Su portavoz, Luis Fuentes, no lo manifestó expresamente, pero sí recordó ante los periodistas que es lo que hizo su grupo con el ex concejal del Ayuntamiento de Valladolid, Jesús Presencio, que dio positivo en un control tras viajar desde Medina de Rioseco a la capital. «Nosotros sabemos lo que hacemos en estos casos y lo hemos demostrado», añadió Fuentes.

El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, se mostró cauto y eludió entrar en el fondo del caso. «Es un hecho que ocurrió hace nueve años. Los políticos debemos intentar mantener una vida ejemplar en todos los ámbitos», sostuvo al conocer la información. Y no quiso «entrar en más valoraciones». Lo que sí dijo es que su mayor preocupación es «la lacerante corrupción que afecta al epicentro y al corazón de Castilla y León, que es lo que ahora nos tiene que ocupar y preocupar a todos los grupos de las Cortes».

En una línea similar se mostró el coordinador regional de IU y procurador del Grupo Mixto, José Sarrión, para quien «la gravedad» de lo ocurrido a Tudanca «es menor» que el caso de Valdeón. «No es lo mismo un delito penal que una infracción administrativa», sostuvo tras «revisar la ley». Y aprovechó para mostrar su sospecha de que el «caso Valdeón» fuera «una gran jugada de Maíllo», coordinador nacional del PP, para «eliminar a una competidora política». Y advirtió de que «si así fuera, habría que replanteárselo».

El PSOE ve en este caso una jugada política para neutralizar las acusaciones de corrupción. «Es curioso que salga la misma semana en la que ha sido imputado un ex vicepresidente de la Junta», y lo hacen «cuando han pasado casi diez años», lamentó ayer la parlamentaria Virginia Barcones, que diferenció un posible delito –en el caso de Valdeón- y una infracción. «No se pueden equiparar», dijo, al tiempo que avisó de que al PSOE no le van a callar. «Seguiremos alzando la voz contra la corrupción», añadió.