El rey destaca el «papel decisivo» del emprendimiento en el futuro

El rey Felipe VI elogiaba ayer en la capital burgalesa el papel decisivo de aquellos que desde sus pequeños, medianos o grandes negocios «han puesto todo su esfuerzo y su talento en la búsqueda de una recuperación económica duradera y solidaria de la que todos los españoles puedan participar».

Consideró en este sentido que su ejemplo es fundamental, en particular para la juventud, y animó a señalar el emprendimiento, «con sus riesgos y con sus éxitos», como una «excelente vía para el desarrollo personal y profesional». «Nuestro país necesita más empresarios», sentenció, pues sus iniciativas «generan puestos de trabajo e impulsan el crecimiento económico que está en la base del progreso». Así, el monarca recordó que «la creación de empleo es una prioridad incuestionable».

Tan contundente mensaje resonaba pasadas las 17.30 horas en la Sala Capitular del Monasterio de las Huelgas, escenario del último acto protagonizado por Felipe VI en la ciudad: la entrega del Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial, concedido por el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos a José Antolín Toledano, presidente de honor del Grupo Antolín. Un acierto, a juicio del rey, de un jurado que apostaba por ensalzar a este «castellano ilustre de Burgos y Palencia» que «compendia en grado de excelencia todas las virtudes, capacidades y valores» que comparten esos empresarios, «nervio de la actividad económica», que «llevan con orgullo el nombre de España por todo el mundo» y demuestran principios éticos «no solo son claves, sino también rentables», apuntó.

María Helena Antolín tomó la palabra, en nombre de un emocionado José, para agradecer el reconocimiento a su padre y detallar los principios «universales» que han servido «para el desarrollo de un proyecto empresarial concreto, pero bien valdrían para cualquier otro y, por supuesto, para nuestro país». Se refirió así al «trabajo duro, la honestidad, la ambición por ser mejores y una apuesta ineludible por la innovación» como «los ingredientes de una ecuación que hoy presenta unos resultados nunca antes soñados» y que permitía pasar de un taller a una multinacional. Consideró que el crecimiento registrado se producía «a imagen y semejanza de sus impulsores», José y Avelino Antolín, «un tándem perfecto» que, destacó, supo aunar «estrategia comercial e innovación», amén de «apostar por el talento interno» y «mantener sus raíces».

La hija del premiado se detuvo en el «efecto tractor» que el grupo ejerce sobre la economía local. Un dato bastaba para evidenciarlo: entre 2012 y 2015 sus compras en Burgos con destino internacional crecieron un 68%. El vínculo entre José Antolín y la Casa Real es estrecho. Prueba de ello fueron las cariñosas palabras que Felipe VI introdujo en su discurso oficial. Abandonó de hecho los formalismos para dirigirse al homenajeado con un familiar «querido Pepe» y confesarse emocionado al escuchar su trayectoria vital y profesional, «no desconocida por mí, como sabes».El monarca eligió de todos los logros del premiado «los más de 28.000 puestos de trabajo generados por el Grupo Antolín». «No demandan más comentarios, sino la mayor admiración y gratitud», consideró y alabó la indicación del presidente de honor de la firma -del que también destacó su apego al trabajo, su discrección, ilusión, tradición familiar y su sentido de la responsabilidad- de que la bandera de España ondee en cualquier país donde se erige una fábrica suya.

Entre los galardones recibidos por José Antolín en su trayectoria hay que destacar que en 2010 recibió la medalla al Trabajo de manos del entonces ministro Celestino Corbacho y dos años después la medalla de oro de la ciudad de Burgos por su alcalde, Javier Lacalle. En 2013 la Universidad de Burgos le invistió doctor Honoris Causa como reconocimiento a la innovación tecnológica y al desarrollo económico de Burgos.