DOCUMENTOS INÉDITOS DEL ARCHIVO
«Saludo a la España triste que espera la libertad»
Hallazgo en el Archivo de Salamanca de papeles sobre el paso de Octavio Paz y otros escritores como Neruda por España en la Guerra Civil. Entre ellos, un escrito inédito de Paz sobre la contienda: ‘En ningún país dura tan poco la juventud como en España’
Eran buenos tiempos para la lírica, pero terribles para la humanidad. Aquel joven poeta mexicano de excepcional talento tenía que medir cada palabra para recibir el visto bueno y poder ponerle su voz. La censura dio su permiso al texto y el mensaje de aliento de Octavio Paz pudo escucharse en plena guerra, en septiembre de 1937, a través de las ondas de Unión Radio de Madrid.
«Saludo a toda España, a la España leal que lucha y triunfa y a la otra, a la triste España que espera la libertad. Esclavizada, amordazada y envilecida por los militares y los invasores extranjeros», pronunció ante los micrófonos, y así quedo recogido en uno de los documentos inéditos aparecidos en el Archivo de Salamanca.
El investigador Policarpo Sánchez, presidente de la Asociación Salvar el Archivo de Salamanca, anunció ayer el hallazgo de un puñado de legajos inéditos que acreditan el paso por el país de Octavio Paz y otros grandes nombres de las letras internacionales como Pablo Neruda, para acudir a un encuentro en Valencia durante la Guerra Civil.
Entre el material encontrado constan los visados de frontera de un veinteañero Octavio Paz, que entró por Port-Bou, en julio del 37, junto a su esposa Elena Garro de Paz y a otros compañeros de profesión.
En esa relación de viajeros también aparecen otras firmas hoy universales, como la del chileno Pablo Neruda –consignado como Ricardo Reyes–, su pareja Delia del Carrill y la de los cubanos Alejo Carpentier y Nicolás Guillén.
Pero más allá de listados que constatan hechos ya conocidos, esta documentación incluye dos conjuntos de papeles de especial significado por su contenido. Uno versa sobre la lectura de su poema Elegía a un joven muerto en el frente.
El Archivo descubre ahora la autorización solicitada a la Oficina de Censura de Prensa Extranjera, para recitarlo, remitida por el Frente Popular de Madrid, con el sello de aprobación. Junto a ella, la transcripción de los versos que le permitieron leer en directo en los micrófonos radiofónicos: ‘Has muerto camarada/ en el ardiente amanecer del mundo. / Has muerto. Irremediablemente has muerto./ Parada está tu voz, tu sangre en tierra./ Has muerto. No lo olvido [...] Has muerto entre los tuyos, por los tuyos’.
El poema obtuvo el lógico éxito entre el bando republicano y quienes lo apoyaban fuera de España y fue atesorado por quienes perdieron la contienda.
Sin embargo, Paz tuvo sentimientos ambivalentes hacia él, pues utilizaba una retórica que posteriormente detestó. Aun así, el ensayista y poeta no se decidió a renegar de esos versos en sus compilaciones como homenaje, afirmó, a una España «leal y popular».
El otro documento con contenido personal, redactado por él mismo, es el discurso con el que se dirigió al país, un mensaje de paz en guerra. Ese en el que saludó a las dos Españas, en el que dio ánimo a la juventud, a la que manifestó que «la lucha no es inútil», y en el que relató sus impresiones tras dos meses residiendo en España.
A sus 23 años, en ese discurso de página y media reconoció que su corazón y su espíritu «han sido sacudidos diariamente por todos los aspectos de esta vida española de ahora, tensa y fuera de sí, vida que deja ver al hombre español, a los trabajadores, en sus rasgos más verdaderos y definitivos».
Habló Octavio Paz de «España, la vieja», y aseguró que era «uno de los países de más juvenil aliento». Sin embargo, aunque resaltó la «actividad y heroísmo» de esa juventud española, veía cómo no prosperaba. «Camaradas: quizás en ningún país de la tierra dura ahora tan poco la juventud como en España», escribió y relató, con el consiguiente permiso del censor.
El centro de documentación salmantino conserva también la presentación que el Frente Popular de Madrid hizo en la emisora, «con gran satisfacción», del escritor y de otros miembros de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios: «Han traído a la capital de la República el aliento de millones de corazones que en todos los países del mundo están junto a nosotros. [...] Una serie de charlas, recitales, conciertos, etc. completarán este mensaje de la solidaridad espiritual de Méjico al pueblo de España».
El último grupo de escritos que acaban de ver la luz corresponden a la participación de Octavio Paz y de otras personalidades de las letras en un acto en el Teatro de la Comedia de Madrid el mismo septiembre del 37.
El Archivo de Salamanca conserva las solicitudes para su emisión por radio cursadas a la Oficina de Prensa del Ministerio de Estado, al Gobernador Civil de Madrid y al Comité de Control de Unión Radio.
Como estos, todos los documentos encontrados en esta tanda –hace meses aparecieron otros también relativos a figuras públicas de distintos ámbitos– retratan cómo era el mecanismo de la censura y la importancia de los escritores, en una época en la que los poetas podían gozar de una celebridad e influencia difícil de imaginar en estos tiempos.
Sirve una anécdota recogida en estos fondos documentales para comprobarlo.
En los registros de salida del país, datados el 28 de septiembre del 37, en un documento expedido por la Comisaría General de fronteras y puertos, en el paso de La Junquera, recoge la filiación de Octavio Carro de Paz, de otros seis compatriotas y de dos escritores rusos y añade una aclaración: «Todos están eximidos de la correspondiente fotografía de orden del sr. director».
El investigador Policarpo Sánchez explicó ayer que esta consideración respondía a su condición de literatos. «Eran personalidades públicas y se les trataba con esa distinción».
También subrayó que la aparición de esta documentación cobra sentido desde una perspectiva de conjunto. «En sí mismo, cada documento por separado no tiene excesivo valor, pero en conjunto los papeles dan información interesante sobre la Guerra Civil, ejemplifican cómo la prensa no era libre y estaba totalmente controlada, y permiten profundizar más sobre la visita de Octavio Paz y otros literatos», opinó.
Para el investigador, estos escritos sobre Paz reflejan algo más que un relato de una parte de la historia de la literatura o del país: «Ponen de manifiesto el enorme valor cultural de los fondos contenidos en el Archivo de Salamanca, que es incuestionable y está muy por encima de consideraciones políticas».
Estos documentos y otros muchos «de similar valor social e histórico que permanecen sin identificar ni catalogar en el Centro Documental, conforman un impresionante material», defendió el presidente de la asociación Salvar el Archivo de Salamanca, que consideró que resulta necesario realizar un profundo inventario sobre «los tesoros documentales» que alberga este centro.
NERUDA, PAZ Y LAS PAREJAS DE AMBOS ENCABEZAN LA DELEGACIÓN
Dejan el país en ‘auto’ y están eximidos de presentar su foto. Encontrado el oficio del comisario jefe del puesto de Port-Bou, de la División de Fronteras de la Dirección General de Seguridad, con la relación de viajeros que cruzaron la frontera el día 4 de julio de 1937. Este documento inédito, reproducido a la derecha de estas líneas, incluye a Neruda (consignado como Ricardo Reyes), a Octavio Paz y a las parejas de ambos, Delia del Carril y Elena Garro de Paz, mujer de Octavio, entre otros.
Entre los hallazgos figura la nota que la Comisaría General de Fronteras y Puertos emitió el 28 de septiembre, para que se permitiera pasar a la delegación por el puesto de La Junquera, eximiendo a las personas de la lista de mostrar «la correspondiente fotografía de orden del Sr. Director». Debajo de estas líneas, aparece la hoja que contiene la relación de los escritores e intelectuales mexicanos que salieron. Sobre Octavio Paz, la página siguiente dice: «Mejicano, con pasaporte de su nacionalidad nº A.3950, expedido por el Ministerio de R. Exteriores de Méjico en 3 de junio de 1937. Sale por la Junquera en auto, el 29-9-37».
PERMISO DE LA CENSURA PARA RECITAR UN POEMA EN LA RADIO
‘Elegía a un joven muerto en el frente’. El Archivo de Salamanca conserva el permiso de la Oficina de Censura de Prensa Extranjera (arriba) para que Octavio Paz pudiera recitar su poema ‘Elegía a un joven muerto en el frente’ (transcrito y con el sello de aprobación, en el documento de abajo a la izquierda). El mismo trámite tuvo que pasar para que ese organismo le permitiera pronunciar un discurso sobre su estancia en España en el que subrayaba el «heroísmo y la valentía» de la juventud española (está reflejado debajo de estas líneas, a la derecha).