Sube la cifra de menores condenados frente a una caída nacional del 7%

Nadie dijo que ser adolescente fuera una cuestión baladí. Hay adolescencias soportables. Las hay complicadas. Y las hay tormentosas. Y si no que se lo pregunten a los 879 castellanos y leoneses de entre 14 y 17 años que fueron durante el pasado año condenados en firme por haber cometido un delito o una falta. Fueron sólo siete más que un año antes (un 0,8% más), si bien ese mínimo incremento contrasta con la caída del 7% experimentada en el conjunto del país.

Con estos datos, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, Castilla y León escala una posición y resulta ser la cuarta Comunidad con mayor tasa de menores condenados por sentencia por cada 1.000 habitantes del mismo rango de edad.

Registró una tasa de 10,9, frente al 7,9 observado en España. Sólo fue superada por Baleares, que alcanza una tasa de 12,9 menores condenados por cada 1.000, de Canarias y la Comunidad Valenciana, ambas con más de 11,8. Eso sin contar Ceuta y Melilla.

Los menores que fueron penados cometieron un total de 1.338 infracciones en Castilla y León, un 2,7% menos que a lo largo de 2014. Este descenso fue, sin embargo, menor al anotado en el país, donde cayó un 6,6%, lo que llevó a la Comunidad, de nuevo, a ganar un puesto en el ranking.

Con una tasa de infracciones penales del 16,6 cometidas por menores –tres puntos más que la media nacional–, Castilla y León se sitúo en la quinta posición.

El 56% de las infracciones lo fueron por haber perpetrado un delito, el 43% restantes por una falta.

Por género, prácticamente el 77% de los menores de edad procesados fueron hombres. En total 675 chicos, frente a las 204 chicas. En España, es aún más acusado el porcentaje de varones que se vieron implicados (un 80%).

La estadística refleja que a medida que avanza la edad crece el número de menores condenados. Los jóvenes de 17 años conforman el grupo más numeroso (266), pero le sigue muy de cerca los 250 que tan sólo tenían 16 años en el momento de realizar la infracción. Se rebaja hasta los 214 en el caso de los menores con 15 años y a 149 entre los que habían cumplido ya los 14 años. Al igual que en Castilla y León, en España, a mayor edad, más infractores.

La estadística también distingue entre si fueron condenados con una medida o lo fueron con más. Así, el 73,6% de los infractores cometieron un delito o una falta por el que el juez les impuso un medida correctora, mientras que el resto, 232, fueron condenados con dos o más medidas. En total se les impuso 1.259 medidas.

¿Cuál fue la medida más utilizada por los jueces? Claramente la prestación en beneficio de la comunidad, seguida de cerca por la libertad vigilada.

A nivel nacional (no hay datos regionalizados), los robos continúan siendo los delitos con mayor incidencia dentro del grupo de los menores. En la estadística de toda España queda reflejado que estos son los que más se repitieron, copando un 22,8 % del total de infracciones penales cometidas en 2015. El 20,1% lo fueron por faltas contra las personas y el 13,4% por faltas contra el patrimonio. Los delitos de lesiones (9,5%) y los delitos de torturas y contra la integridad moral (7,2%%) se convierten en los otros más repetidos.

La estadística publicada ayer no sólo se detiene a ver cómo delinquen los menores, también hace un repaso a los actos delictivos cometidos por los adultos. La estructura poblacional condiciona. Así, mientras los castellanos y leoneses menores de 18 años llevan a Castilla y León a ocupar los puestos de cabeza, los mayores de edad colocan a la Comunidad como la autonomía con menores niveles de delitos.

Castilla y León es, de nuevo, la Comunidad con la menor tasa de adultos condenados el pasado año por cada 1.000 habitante: 4,3 adultos condenados, muy alejada de la media nacional: 5,9 por millar de habitantes.

Traducido en personas supone que el año pasado fueron considerados culpables 8.962 castellanos y leoneses, un 0,5% menos que un año antes. Descenso que contrasta con el mínimo aumento observado a nivel nacional.

Nuevamente Castilla y León es, con 5,5, la autonomía con una menor tasa de delitos cometidos en su territorio, frente al 7,6 nacional.

En total, en la Comunidad se cometieron 11.551 delitos. Fueron los hombres, en un 87%, los autores de esos delitos. El 33% lo fue por un delito contra la seguridad colectiva (3.864 casos), el 30% por cometer alguna infracción relacionada con la seguridad vial, y un 26% por atentar contra el patrimonio y el orden socioeconómico.

Los jueces les impusieron 24.846 penas. El 25% de ellas llevó a prisión al infractor y en el 21,7% a una simple multa. En el 18,8% de los casos decretó la inhabilitación especial para el empleo, y en un 10% se le privó del derecho a conducir vehículos. Sólo en un 5,7% sentenció la prohibición de aproximarse a la víctima.

Menores condenados por provincias

A la cabeza. Valladolid es, con diferencia, la provincia castellana y leonesa con el mayor número de menores condenados. 220 en total. El 25% del total de la Comunidad. Esto le sitúa en el puesto número 20 en el ranking nacional.

En la mitad. Burgos y León se sitúan en la mitad de la tabla nacional, con 146 y 133 menores, respectivamente

A la ‘cola’ de España. Soria y Ávila figuran, en términos absolutos, como la tercera y cuarta provincia española con menor número de menores condenados.