El grupo ‘popular’ quiere que Valdeón continúe de procuradora

Tarde tensa y de mucho movimiento la que se vivió ayer en la sede de la Junta de Castilla y León y que concluyó con la dimisión de Rosa Valdeón de todos su cargos en el Ejecutivo autonómico: vicepresidenta, consejera de Empleo y portavoz.

Lo que aún mantiene es su puesto en las Cortes de Castilla y León como procuradora, entre otras cosas porque tendría que formalizarla en el registro del Parlamento autonómico, que evidentemente ayer estaba cerrado.

Sea como fuere, desde el grupo ‘popular’ se quiere que Valdeón mantenga su puesto en las Cortes autonómicas. Así al menos se expresó su portavoz Carlos Fernández Carriedo, quien aseguró que «los valores humanos y sociales de Rosa Valdeón son una referencia» que no se puede perder. «Y en esto hablo en nombre de todo el grupo ‘popular’», remarcó Fernández Carriedo.

«Vamos a pedirle, no lo he hecho hoy porque no era el momento, que se quede en el grupo y en las Cortes y que no dimita, porque todos nos vamos a fortalecer de sus aportaciones y trabajos», declaró Carriedo.

A las seis y media de la tarde, con una puntualidad casi británica, la vicepresidenta del Gobierno autonómico , Rosa Valdeón, hacia acto de presencia ante los medios de comunicación, para explicar su positivo por alcoholemia la tarde del viernes. Una rueda de prensa, a la que llegó acompañada del consejero de la Presidencia, José Antonio De Santiago-Juárez, y en la que Valdeón dejó entrever lo que le iba a comunicar al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, instantes después: su dimisión «irrevocable».

Eso sí, pese a la insistencia de los periodistas, se mantuvo en su «déjenme que hable antes personalmente con Herrera», para no decir abiertamente que dimitía de todos sus cargos por casi triplicar la tasa de alcohol en la tarde del viernes, cuando regresaba del aeropuerto Adolfo Suárez (Barajas) de dejar a sus hijos.

En torno a media hora duró la reunión entre el máximo responsable de la Junta y su hasta ayer número dos en el Ejecutivo autonómico. Y en él, Valdeón se mostró, además de contrariada por el «daño» que le pudiera causar su «error» al propio presidente, al Ejecutivo y a su trabajo, tajante en su intención de no continuar ni un minuto más como vicepresidenta, consejera y portavoz. Una decisión que el presidente acató.

El del consejero de la Presidencia no fue el único apoyo en persona que recibió Valdeón en la tarde de ayer. El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, se trasladó hasta la sede de la Consejería de la Presidencia instantes antes de la comparecencia, «para darle un abrazo», aseguró a este periódico.