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Prórroga de tres años para eliminar los grados con menos de 35 alumnos

Las universidades públicas aplicarán un ‘plan de viabilidad’ sobre las titulaciones con baja matrícula y la Junta tomará una decisión en 2020

Publicado por
Esther Neila
Valladolid

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Si en diciembre el consejero de Educación, Fernando Rey, declaró su firme empeño para borrar del mapa cuanto antes aquellas titulaciones con baja demanda en las cuatro universidades públicas de Castilla y León, ayer demostró que no ha podido –o no le han dejado– meter mano a estos grados minoritarios. Al menos, de momento. Lo más que ha conseguido es posponer la polémica decisión hasta enero de 2020. Casi tres años y medio de plazo para que la Junta proponga, si procede, la supresión de aquellos grados donde los alumnos pueden casi contarse con los dedos de las manos.

«La situación actual no es sostenible;es de barra libre», aseveró hace ocho meses un rotundo Fernando Rey, llegando incluso a tildar de ‘mezquinos’ y ‘localistas’ los intereses de las universidades cuando defienden la permanencia de estudios con escaso tirón. Aquella rotundidad, sin embargo, lució ayer desvaída, con el anuncio de que ninguna titulación será eliminada a corto plazo.

Entretanto, lo que la Junta propone es que las universidades públicas elaboren y apliquen un ‘plan de viabilidad’ sobre sus grados ‘infrasolicitados’. A esta opción sí han accedido los rectores, reacios de partida a eliminar titulaciones de su oferta académica.

Antes de enero de 2017, las instituciones académicas deberán presentar ese documento en la Consejería de Educación, que revisará durante los próximos tres cursos el cumplimiento de los objetivos defendidos para continuar impartiendo esos estudios. Tras ese periodo de vigilancia, la decisión final llegará en enero de 2020, que es cuando la Consejería de Educación «elaborará un informe de situación» en base al cual propondrá «las medidas que correspondan».

Así lo explicó ayer el jefe del Ejecutivo autonómico, Juan Vicente Herrera, al ensalzar este «procedimiento» del que se «dotan» la Junta y las universidades. «Nos va a permitir evaluar la viabilidad financiera» de estas titulaciones, remachó. Y precisó que, en concreto, son sesenta los grados señalados por su mínima demanda, al no alcanzar el listón de 35 alumnos fijado en Castilla y León para mantener una titulación.

El presidente de la Junta rehusó concretar cuáles son esos grados ‘amenazados’ ni tampoco quiso precisar de forma explícita cuáles podrían ser esas medidas que adoptará la Junta tras definir el escenario en ese futuro informe –«ya lo veremos», zanjó–, pero sí matizó que, en todo caso, el problema planteado no es tanto «cuantitativo» sino «cualitativo».

«Cada universidad planteará una solución para cada problema», puntualizó Herrera, al entender que esta hoja de ruta trazada para el próximo trienio «permite eliminar el debate sobre la eliminación o no de los estudios».