Diario de Valladolid

PREMIOS CINVE 2016

El vino como valor seguro

Castilla y León acapara reconocimientos en los premios CINVE con sus mejores vinos y aceites / «La clave es la continuidad» asegura la impulsora de los premios, Isabel Mijares

Luis Peique, de Bodegas Peique; el enólogo de la Bodega del Abad, Miguel Tienda; Antonio Huertes, de Bodegas Ribera de Pelazos; la enóloga Isabel Mijares, Adriana Ulibarri, Manuel Herrera, de la Finca Herrera Garnachas; y Miguel Gancedo, de Bodegas Ganced-Raquel P. Vieco

Luis Peique, de Bodegas Peique; el enólogo de la Bodega del Abad, Miguel Tienda; Antonio Huertes, de Bodegas Ribera de Pelazos; la enóloga Isabel Mijares, Adriana Ulibarri, Manuel Herrera, de la Finca Herrera Garnachas; y Miguel Gancedo, de Bodegas Ganced-Raquel P. Vieco

Publicado por
PACHO RODRÍGUEZ
Valladolid

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El vino de España tiene un valor seguro en Castilla y León, una de las comunidades acaparadoras de los mejores premios en la presente edición de los CINVE 2016, celebrada ayer, con la entrega de las diferentes distinciones durante una cena en el madrileño Hotel Ritz.

Se habló de vino, con la exportación y distribución como grandes referencias de futuro. En un contexto en el que la calidad y variedad de la oferta sustituye a la cantidad y en donde, tal y como señaló la experta e impulsora de la industria vitivinícola, y en representación de CINVE, Isabel Mijares, «la clave es la continuidad».

En la misma línea se expresaron otros premiados que aseguraron que además de la innovación, hay que preservar tanto las esencias como la tierra en la que se crea el vino, con sus condicionantes y peculiaridades. De todo eso se hablaba en torno al cóctel previo, en el que, por supuesto, se pudo disfrutar de los caldos premiados.

Antonio Huertes, en representación de la bodega Ribera de Pelazas, de Salamanca, premiado con un vino de sólo 1483 botellas envasadas y que presentan como la joya que marcará el antes y después de la bodega, señalaba que «el negocio del vino está difícil y hay que revitalizarlo», aseguraba. Su aportación es un vino hecho con la uva única y autóctona de Arribes, bruñal, que con su labor están contribuyendo a su recuperación.

De Cigales, de la Finca Herrera Garnachas, por poner otro ejemplo castellano y leonés que deslumbra con su vino, Manuel Herrera aseguraba que la singularidad debe ir acompañada con la tradición de la tierra que se trabaja. «Hay que hacer elaboraciones originales, pero basándose en lo que hay en la tierra y el campo», advertía. Todos confirmaban así que el vino de hoy se ha vuelto tan exigente como el escenario que ayer acogía los premios CINVE, y en donde todos los asistentes buscaban la excelencia de los caldos premiados y la aportación de las bodegas. Y puede decirse que Castilla y León llevó la voz cantante, porque fueron muchos los premiados con el atractivo añadido de tocar todos los palos. Así en lo tocante a estas tierras, Campo Eliseo, verdejo 2014, de la Bodega Burdigala, se hizo acreedor de uno de los cuatro premios Gran Oro. En la categoría de Oro, entre otros premiados también estuvieron Abad Dom Bueno godello, fermentado en barrica, 2015, de Bodega del Abad y Analivia Sauvignon Blanc, 2015, de Pagos del Rey.

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