Un plan con 31 medidas y 225 M€ para dar «estabilidad» al productor

La Estrategia de futuro ratificada ayer por todo el sector lácteo incluye 31 medidas específicas y un modelo de intervención integral para el vacuno de leche, como subrayó el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera.

Al igual que ocurre con el Acuerdo del Ministerio suscrito en Madrid, no se habla de precios, algo que no permite la Ley, sino de «soluciones estructurales» para dar «estabilidad» al sector. Se baraja un horizonte a medio y largo plazo.

Estas medidas van a contar con un presupuesto de 60 millones de euros el próximo año, y una dotación anual de 55 millones en esta legislatura. Un presupuesto en el que se apoya el Plan de la Junta, basado en ‘el trabajo del Agrohorizonte 2020’ y la Ley Agraria, y que se agrupa en cuatro áreas de actuación.

Con el objetivo de mejorar la competitividad del sector productor, la Plataforma recoge actuaciones que priorizan los expedientes de incorporación de jóvenes y modernización de explotaciones de todo el sector lácteo.

De la misma forma, se potencian las organizaciones de productores para que los ganaderos «alcancen una posición de igualdad con el resto de la cadena de valor de la leche». Una actuación que se apoya en medidas de discriminación positiva a favor del productor y de la concentración de la oferta en las diferentes líneas de ayudas que convoque la Consejería de Agricultura y Ganadería.

Precisamente, la organización del sector en torno a una Organización de Productores Lácteos única en Castilla y León es un objetivo en el que la Junta trabaja en estos momentos.

Los representantes de las dos OPL que hay actualmente en la Comunidad (Lacteoscoop y Agaprol) presentes en la firma de la Plataforma de Competitividad, reconocían ayer la dificultad para alcanzar un consenso en este tema. Sin duda la organización del sector, necesaria para competir en el mercado, será uno de los escollos que tendrá que salvar este Plan.

Un Pacto que incluye, asimismo, un instrumento de estabilización de rentas, recogido ya en el nuevo Programa de Desarrollo Rural 2014-2010, para «indemnizar al ganadero por una severa caída en sus ingresos». En este caso, la Junta fía su puesta en marcha al 2017, lo que supone un significativo retraso frente al horizonte del próximo año previsto inicialmente.

En cuanto al sector transformador, y con el reto de permitir ajustar la oferta de leche a la demanda de los consumidores, se concede un tratamiento «preferente y prioritario» a las inversiones en transformación y comercialización y se apoya la búsqueda de nuevos canales que potencien la exportación, uno de los objetivos de la industria en estos momentos.

El objetivo sigue siendo la estabilidad y, por eso, el Plan de la Junta persigue el contrato a largo plazo como la herramienta básica de relación entre toda la cadena de valor. Nada sobre un precio mínimo y sí sobre unos márgenes que contribuyan «a la sostenibilidad de las explotaciones y garanticen al productor la recogida», según la evolución del mercado.

La distribución, por su parte, se compromete a no utilizar la leche, como en el acuerdo de Madrid, como producto reclamo.

En la línea de dotar al sector de una mayor transparencia se apuesta por la Red regional de explotaciones ganaderas para obtener datos fiables en materia de costes y márgenes de las explotaciones de vacuno de leche. Un elemento que se pretende sirva de base para llegar a un precio «digno» de la leche en el sector.

Asimismo, se contempla la creación de un Observatorio de Precios, se regula la figura del defensor de la cadena agroalimentaria, ya incluida en la Ley Agraria, ademas de medidas de promoción y formación.