Cerrar

ENTREVISTA A ROSA VALDEÓN. VICEPRESIDENTA DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN

«A Herrera se le han quitado del todo las ganas de irse»

Rosa Valdeón, vicepresidenta de la Junta. No tiene espíritu de ‘superconsejera’, ni lo pretende, pero a Rosa Valdeón (Toro, 1960) no le asusta el reto y confía en el equipo para abarcarlo todo. Eso sí, reconoce que la portavocía le produce «miedo escénico»

Rosa Valdeón.-J. M. Lostau

Publicado por
Pablo R. Lago / Felipe Ramos
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Sabe que su nombre figura en todas las quinielas en esa carrera de la sucesión que se disparó durante ese tiempo en el que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, dejó en el aire la incógnita sobre su futuro. Pese a todo, Rosa Valdeón asegura que lo que tiene que hacer es ejercer el mandato de Herrera, a la vez que señala que «Herrera es difícilmente sustituible».

Pregunta.- Se la ve a usted bien situada y además ilusionada, ¿pero cómo es el cambio de pasar de alcaldesa de Zamora a ser la figura fundamental, porque así lo ha querido Herrera, en el Gobierno de Herrera?

Respuesta.- Es un cambio radical en el día a día, en las decisiones que hay que tomar y en el tipo de trabajo que se hace. No en el tipo de actividad, porque aunque alguno sea alcalde o alcaldesa de una ciudad y esté preocupado por la limpieza y cómo están las aceras, que es lo que le piden por ejemplo los ciudadanos, no quiere decir que estés desubicada de la política.

P.- ¿Su nombramiento ha sido significar por parte de Herrera que le gustaría su sucesión, cuando se produzca esa sucesión?

R.- Sé que es difícil…

P.- ¿A usted no se le oculta que eso está en el análisis político y periodístico?

R.- No, no se me oculta y se me pregunta frecuentemente por eso. Pero, y lo digo con absoluto convencimiento, lo que tengo que hacer es ejercer de vicepresidenta y es lo único que me planteo. Como consejera de empleo, como primera labor, y de vicepresidenta y portavoz, que lo que haces es más delegar y escuchar a los demás. Nunca lo he planteado en otros términos, me quieran creer o no. Nunca me planteo metas en mi vida y, mucho menos, en política, que sabemos que es lo que es. Plantearse metas en política lo único que genera es frustración.

P.- La decisión de que usted ocupe esa posición ahora mismo de vicepresidenta, que antes no existía, y cuando se lo plantea Herrera parece claro que lo que busca es un perfil más para este nuevo tiempo sin mayoría absoluta en el que es necesario emplear el diálogo de verdad para llegar a acuerdos. ¿Le dice a usted que es eso lo que busca?

R.- Decírmelo no, pero yo entiendo que eso a él, teniendo en cuenta que yo he tenido que gobernar en minoría, sí que le pese. Sé lo que espera de mí. Es cierto que hasta ahora no había habido vicepresidencia, pero se ejercía de otra forma. El tener una vicepresidencia le ayuda en una Comunidad Autónoma tan extensa, a donde Herrera le gusta llegar a todos los sitios y estar cerca, pero los días tienen 24 horas y no es posible. El hecho de tener una vicepresidencia le ayuda a poder estar la Junta en más lugares. Y después hay una parte de coordinación entre las consejerías, el área del Diálogo Social, la de la Agenda para la Población, la coordinación de delegados territoriales. Ahí habrá valorado que yo soy una mujer más de escuchar que de hablar. Para mí coordinar una reunión de altos cargos, delegados territoriales y consejeros me aporta y él sabe que eso me gusta y quizá sea eso. No me lo ha dicho, pero tampoco lo pregunto.

P.- Ya que habla de delegado, ¿se va a producir renovación en las delegaciones territoriales?

R.- En esto momento todo consta. Es verdad que en cualquier momento se puede hacer. Los delegados territoriales como el resto de altos cargos estamos a disposición del presidente, pero estamos trabajando con la máxima normalidad.

P.- Hablaba de percepciones política, ¿no cree que el que todavía hoy no se haya dicho algo tan sencillo como si van a seguir o no los mismos delegados o se van a renovar denota una percepción política de dejadez?

R.- Al contrario. Lo que hay es una continuidad. En el caso de un consejero hay un cese de un gobierno, el delegado territorial no cesa de sus funciones. En este momento no parecen necesarios los cambios.

P.- ¿Cómo se siente más cómoda como portavoz, vicepresidenta o consejera de Empleo?

R.- Uf. Siendo sincera, la portavocía es dura porque no se va de portavoz de sí mismo, va de portavoz del Gobierno. Como dura de estrés a ese riesgo a equivocarse es la portavocía.

P.- ¿Le ocasiona miedo escénico?

R.- Sí, lo reconozco. Me gustaría que fuera menos de adrenalina. Bueno, pero por seguir con su pregunta, la vicepresidencia es relativamente fácil, porque los consejeros cada uno tiene clara cuál es su tarea y ahí mi labor se puede limitar a esa coordinación material. Y la Consejería de Empleo es la que más me quita el sueño y me genera intranquilidad porque es la mayor responsabilidad que me ha tocado.

P.- ¿Es consciente que nunca se le había dado tanta carga a un consejero?

R.- Que son muchas cosas se lo garantizo, pero la vida no es fácil para nadie. Y si no es fácil para cualquier ciudadano no lo va a ser para un político, en estos momentos mucho menos.

P.- ¿No teme no abarcar lo mucho que asume?

R.- Espero que no. Yo creo mucho en los equipos y sé que hay muchas cosas que hacen tus equipos con saber que estás de acuerdo.

P.- ¿No le ha llegado a decepcionar la política?

R.- Puntualmente sí, pero en general, no. A mí que me duelen los casos de corrupción, el descrédito de la política, también pienso que para que ganen los malos solo falta que los buenos se vayan.

P.- ¿Alguna vez se ha parado a pensar lo que puede ser la política en esta Comunidad sin una figura de la talla de Herrera?

R.- Herrera es difícilmente sustituible.

P.- Hablemos de presupuestos. ¿Será difícil de explicar y de digerir para un Gobierno que, a pesar de que el PIB crece por encima de lo previsto y la expectativa económica este muy por encima, al mismo tiempo esté bajando el presupuesto de la Comunidad?

R.- Es que tiene el matiz de que en la parte que baja es en esos fondos que venían de fuera y que vamos a utilizar de otra forma. Esa lanzadera que se ha propuesto y que va a ser uno de los pilares del crecimiento de la economía de Castilla y León es otra forma de hacer lo que se estaba haciendo antes con los fondos que venían de fuera. Mantengo que en estos presupuestos ha aumentado la disponibilidad, no digo ya en las sociales, las tres básicas, más el empleo, que yo insisto en que hay cuatro consejerías sociales. El resto es un cambio de fórmula y los empresarios y los que estén promoviendo el dinamismo no lo van a notar. Para ellos va a ser más fácil con ese aval que les va a dar la Comunidad y a través de esa lanzadera.

P.- A nivel de inversiones no se ve un cambio importante. ¿La inversión no debe venir propiciada por las administraciones?

R.- Ahora se ha aumentado. Una Comunidad su obligación es prestar esos servicios sociales y tienen una parte material, de infraestructuras, pero tiene una parte que son los servicios y los profesionales, que es cuantitativamente mayor. Y, en los años de crisis, Herrera planteó preservar esa función y decidió que en vez de más inversiones apostar porque pudiera funcionar la Sanidad... Y lo ha conseguido. Y ya hay más inversiones. Pero ha habido dos recesiones.

P.- ¿Tienen dificultad para confeccionar el presupuesto porque están estrangulados por los acuerdos que hay en Europa de pagar deuda y es difícil maniobrar. Ese es el problema?

R.- Es el problema de todas las comunidades. Tenemos unos límites que hacen que tengamos que usar más la imaginación.

P.- ¿Qué le ha hecho Castilla y León a Rajoy para que trate a esta tierra de manera tan injusta?

R.- Directamente nada. Ha habido un cambio de actitud obligatorio y Herrera lo asumió. Tengo que seguir a pies juntillas las directrices que se me imponen o tengo que defender al ciudadano de Castilla y León. Y como no tuvo duda en todo lo que ha entendido que tiene que oponerse, lo ha hecho. No en el conjunto. Y cuando haya que explicar que las reformas de Rajoy dan sus frutos se puede hacer, no es incompatible con haberse quejado. Algunas veces ha faltado sensibilidad del Gobierno hacia Castilla y León. Hay aspectos que particularmente han dolido como el sector minero. Ahí es lícito que Herrera se haya opuesto, le pese a quien le pese.

P.- Es elocuente la amargura de Herrera el día de los presupuestos, diciendo me siento abandonado por el Gobierno. Si eso piensa uno de los mayores valores del PP, ¿qué no pensará un desempleado de Rajoy?

R.- Oponerte a una medida del Gobierno o pedir algo más no es el conjunto. Esas declaraciones las hizo ligadas a la minería.

P.- También en el déficit y con Montoro estaba un ‘puntín cabreado’.

R.- Herrera ha mantenido abierta una solución porque sabe que hay medidas que pueden paliar. Puede que el carbón no tenga ahora la mismas perspectivas de futuro que hace 50 años, pero lo que le pide el presidente de la Junta al del Gobierno es cúmplase lo firmado en 2013. Y si en este tiempo se nos ocurren más cosas, como ya se está trabajando en alternativas y en proyectos relacionados con la minería y no con el carbón. La postura fácil hubiera sido que el presidente Herrera tirara la toalla.

P.- ¿Su partido en Madrid sabe la realidad en la que vive y lo que le viene encima?

R.- Deberían saberlo. El ciudadano prefiere hombres honestos, en ese sentido como el presidente que se siente decepcionado por un partido al que ama profundamente, que es cuando te decepcionan. Cada uno somos responsables de lo nuestro, si no son conscientes de la que se le viene encima no será porque no se le haya dicho.

P.- ¿Augura que el resultado del PP en las generales será peor que en las autonómicas?

R.- Cabe esa posibilidad. Y también sería injusto. Estas elecciones me parecen muy complejas. Quienes procuramos estar informados nos sorprendemos hasta de las encuestas. Me cuesta hacer una valoración. Ha sido explícito cuando Herrera ha ido a algún acto y ha visto la cara de los mineros y aunque pudiera tener algún efecto negativo para el partido, por encima de todo están los mineros y Herrera ha dado la cara.

P.- Usted que está cerca de Herrera, ¿aquellas ganas que le entraron de irse se le han quitado?

R.- Se le han quitado del todo. Ya tiene a un equipo compacto. Cuando se acaba el proceso electoral está el solo con sus decisiones. Ahora para nada.

P.- Nos encaminamos hacia un proceso electoral en el que las encuestas auguran un varapalo para el PP, en Castilla y León perdió la mayoría absoluta y culparon a las decisiones del Gobierno central. ¿Cuál es la razón de su Gobierno para obviar a Castilla y León, un granero de votos para el PP? Afirmación que le molesta tanto a Herrera.

R.- Hace bien en que le moleste porque da sensación de conformismo. Puede que haya faltado ese olfato político porque es verdad que en Castilla y León hay personas serias y rigurosas, como ha demostrado el presidente Herrera. Al que puede haberle faltado ese olfato político es al Gobierno central, no al autonómico.

P.- Ha bajado un poco la tensión, pero también ha tenido comparecencias donde ha recriminado cosas al Gobierno. Su antecesor se tenía que desgañitar día tras día para recriminar la acción del Gobierno contra Castilla y León. Había veces que era agravio tras agravio, como cuando colocó de número 3 a Maíllo, una de las partes más adversas del PP regional. Usted ha sufrido alguna situación concreta en Zamora.

R.- Mi episodio personal está cerrado. En la capacidad de decisión de un partido a nivel decisión la decisión es personal. Cuando se traslada a un Gobierno, éste ejecuta.

P.- ¿No es un menosprecio al presidente del Gobierno de Castilla y León no comunicarle que alguien de su partido va a ser su número tres?

R.- Desconozco si se lo comunicó. Es un matiz personal. Rajoy debe rodearse de gente que considere más afín y es una decisión personal.

P.- Dice el PSOE que el Gobierno de Castilla y León está aletargado.

R.- Me gustaría que me dijeran si en tres meses y medio se podían hacer más cosas. Empezando por un acuerdo con ellos que marcaba aspectos muy serios. El Diálogo Social está en el día a día, la actividad de todos los consejeros, los presupuestos están en tiempo y forma. Se trabaja intensamente. Todos los consejeros han marcado muy claro sus expectativas y con un cronograma. Todo está blanco sobre negro.

P.- ¿Se están preocupando en afianzar esa actuación con C’s que es quien les procura mayorías?

R.- Estamos a dos meses de elecciones generales. Cada partido está marcando más las diferencias que los que les une. Somos más del consenso. Los presupuestos están abiertos a esas enmiendas que mejoren. Mi partido siempre ha sido muy centrado y cualquier formación que no se vaya a ningún extremo se puede llegar a acuerdos. No me gusta centrarlos en uno. En otras comunidades hay fractura política y en Castilla y León no la hay.

P.- Las generales pueden cambiar muchas cosas sobre todo por los partidos minoritarios. ¿Si mañana pacta Rivera con el PSOE no cree que eso puede condicionar los pactos en el resto de España?

R.- No necesariamente. Una de las grandezas de las comunidades autónomas es que existen proyectos singulares. Ciudadanos en algunos ha apoyado explícitamente y en otras como Castilla y León se ha abstenido. No ha dado el mismo tratamiento. Son situaciones diferentes y eso ha hecho que en Andalucía esté gobernando con el PSOE y que aquí se haya abstenido. El proyecto del PP y del Gobierno de Castilla y León es tan centrado que podría permitir no sólo a este grupo sino a más grupos. Hay muchísimas cosas que son razonables para poder pactar, aunque hay que hacerlo individualmente. Un acuerdo global y conjunto por cuatro años en este momento no parece.

P.- ¿Qué han aportado y están aportando estos nuevos grupos a la política regional?

R.- Vamos a darles tiempo. Habría que hacérsela a los ciudadanos. Estoy de acuerdo con muchas cosas de las que dicen, pero son cosas que ya hacíamos. Tendemos a proyectar en la Comunidad cosas que pertenecen al ideario colectivo de la política. Aspectos como regeneración y transparencia en Castilla y León no tenemos que empezarlas porque llevábamos mucho tiempo en esta línea. En muchas cosas somos víctimas del descrédito del conjunto general de la actividad política.

P.- En Madrid y Valencia sí han aportado.

R.- Hay que darles tiempo. Espero que aporten porque si no la decepción sería de todos. Muchos de estos partidos han venido solo con ese mensajes de regeneración, ética, limpieza y eso se da por sentado.

P.- Precisamente lo dice cuando se ha sabido que un procurador de Podemos fue condenado por abusar de una niña de 5 años.

R.- Ahí sólo cabe el rechazo. Nos ha sorprendido a todos por la discordancia. Es un tema suficientemente serio como para que el rechazo, la condena y la sensación de fracaso social que sentimos todos llame la atención sea un político, un funcionario, sea quien sea. Y en este caso nos ha sorprendido doblemente. Quizá por cosas así el ciudadano detesta la política.

P.- ¿Este caso no demuestra la impunidad que vive la política, incluso de los nuevos que llegan hablando de regeneración?

R.- Diría hipocresía. Esto está dañando a toda la clase política. El término clase no me gusta, igual que no me gusta el de casta. La política son personas ejerciendo una actividad pública con una mayor o menos actividad. Cuando se hacen una serie de principios básicos, como han hecho estos grupos, y aparece una conducta tan discordante con esos principios mal para todos, pero especialmente para quien han hecho una bandera Nosotros lo decíamos, que clases de honradez no nos tiene que dar nadie y cuando desgraciadamente se sufren conductas individuales la Junta y Herrera lo ha tenido clarísimo, tolerancia cero.

P.- El ciudadano tiene derecho a la rehabilitación, no tiene por qué penar de por vida, pero sí se les exige la coherencia de su propio código de valores. ¿No cree que han sido víctimas de sus propias líneas rojas?

R.- Esas líneas rojas las tenemos que tener todos. Hay comportamientos que en política no pueden existir. Ha sido una doble sorpresa muy desagradable por el tipo de delito y porque habían hecho una bandera que desgraciadamente se les ha caído. Aquienes llevamos más tiempo en la política se nos tolera menos. Esto no va a dar un cambio radical, pero sí que la política tiene que ser cada vez más transparente, hasta con discrepancias con tus propios compañeros de partido. Pero hay determinadas organizaciones que son cartón piedra y no es suficiente para hacer política.

Cargando contenidos...