Política
Lo que Antonio tiene que decirle a Pedro
Sánchez visita este sábado León y se encontrará con uno de los militantes socialistas más veteranos del país, el berciano Antonio Fernández, que hace una semana cumplió 100 años / «Le diría que cuando gobierne no se olvide de los pueblos»
Antonio no conoce en persona a Pedro, pero tiene mucho que contarle, que advertirle y que preguntarle.
No sumaba ni 15 años cuando se afilió aunque «no entendía de política». Lo hizo aquel 1929 por seguir a sus compañeros de la cementera en la que trabajaba, pero ya entonces estaba convencido de querer contribuir a «la defensa de la clase obrera».
El jueves pasado, el socialista más veterano de Castilla yLeón, el berciano Antonio Fernández, cumplió cien años con el pesar de que «aún están las cosas muy mal para los trabajadores». Este sábado conversará con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que se desplazará hasta Toral de los Vados, el pueblo de Fernández, para conocerlo y homenajear «un siglo de socialismo», dentro de una visita que realizará a la provincia leonesa.
El militante socialista con más solera de la Comunidad desconoce que ese cara a cara se producirá –su familia quiere darle una sorpresa– y, aunque no exista fecha en su lúcida mente, sí ha hecho acopio de todo lo que, en el caso de tenerlo delante, no querría pasar sin decirle al secretario general de su partido.
Cuando Antonio y Pedro se encuentren, el berciano le pedirá que cuando gobierne, porque Antonio está convencido de que Sánchez será el próximo presidente –«es muy competente», dice–, cada decisión que tome responda a lo que necesita la gente, la trabajadora, los ciudadanos corrientes. «Que no se olvide de los pueblos, tampoco de los agricultores pequeños», comenta un hombre que pasa la mitad de la semana entre su huerta, sus gallinas y un puñado de viñas en Toral de los Vados y la otra mitad en Ponferrada, con su hija y su yerno, que es el que le lleva hasta el pueblo desde el pasado mayo, cuando Antonio dejó de conducir a sus 99 años y medio.
Desde el otro lado del teléfono, Antonio insiste a este periódico en que Sánchez «eche una mano a los municipios pequeños» porque critica que «sus vecinos son gente de tercera». «Muchos no tienen ni autobús y así se van vaciando».
También deposita en el líder del PSOE sus deseos de que las cuencas mineras resuciten. «No puede abandonar la minería. Le diría que no ignore que muchas familias dependen de ella. Hay que salvarla».
Pero no quiere limitarse al mundo rural y espera que el socialista no repita errores de otros políticos. «Tiene que enmendar lo que han hecho los que llevan los últimos años dirigiendo el país y velar por el empleo y porque deje de haber hambre», apunta para al instante saltar a Castilla y León y reconocer que el líder autonómico, Luis Tudanca, (que acudirá al homenaje) es un «paisano» al que sólo conoce de un abrazo de un día, pero le da «confianza». Eso sí, tiene «que ser mejor» que sus predecesores. «Desde el honrado Demetrio Madrid, el PSOE en Castilla y León no ha estado a la altura de lo que necesitaban los ciudadanos».
Rápidamente incide en que no quiere fijarse en lo negativo, sino en «el equipo de gente trabajadora y joven que hoy está en el partido» y que le incorporó a las listas a las Cortes en las pasadas elecciones autonómicas en un simbólico decimotercer puesto. «Fue un gesto bonito. Ningún otro partido llevaría a un anciano de 99 años».
Arenga a los socialistas autonómicos y al propio Sánchez a que luchen por conquistar lo que hoy ve como una utopía, «que no haya corrupción». Eleva el tono para explicar que en política no debe entrarse para enriquecerse y, sin embargo, el que fuera –sin quererlo y porque lo convencieron– dos veces concejal opina que es lo que motiva a más de uno. «Falta honradez. Si no, mira los que entraron en esto sin una peseta y ahora son ricos».
Desde la perspectiva de los años, habiendo conocido los estragos de la dictadura y la llegada de la democracia, cuenta que espera que las urnas respalden a Sánchez porque lo ve, «además de válido, una buena persona», pero le agradaría que no obtuviera una mayoría absoluta. «Las mayorías no son buenas».
Sobre posibles socios, se decanta por el morado. «Podemos parece buena gente, pero no puede cumplir todo lo que dice, igual que Ciudadanos». Bendice el fin del bipartidismo. «Es más sano que no se turnen sólo dos partidos, que nadie se quede para siempre, que cambien cada poco».
Antonio advierte al dirigente de su partido del riesgo que supondría, a su juicio, una posible alianza con los populares. «No puede pactar con quien tanto daño ha hecho al país».
Tras la visita a Toral de los Vados, programada para las 12 horas, Sánchez se reunirá con los alcaldes de los municipios mineros y, después, acudirá a una empresa de San Andrés de Rabanedo. A las 17 horas cogerá el AVE de vuelta a Madrid.
Antes, habrá escuchado las impresiones de un militante histórico que ejerce la autocrítica y no abandona el deseo de que la honradez tiña la actividad política. «El PSOEestá regular, es el momento de demostrar que somos el único partido que se ha preocupado por la clase obrera y si no, mira lo conseguido en materia social».