El administrador paga para paralizar la vía penal contra el anterior dueño de Elgorriaga

Que el administrador judicial de Elgorriaga, Miguel Ángel Martín, hace y deshace en todo lo que tiene que ver con la gestión de Elgorriga es algo que se demuestra en todos y cada uno de sus movimientos que, después, comunica ya como un hecho consumado del que no se puede dar marcha atrás.

El último de estos pasos dados tiene que ver con el acuerdo que Miguel Ángel Martín llegó recientemente con Montana Perucchi, la empresa que demandó por vía penal al anterior propietario de Elgorriaga, José Andrés Fernández, por el cual la industria paga 230.000 euros para que éstos suspendan el procedimiento judicial contra el anterior propietario, en el que arrastró a la chocolatera.

Según las fuentes de la empresa consultadas por EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN, el administrador judicial de Elgorriaga firmó el pasado 24 de diciembre el documento por el cual se comprometía a pagar esos 230.000 euros a favor de los vendedores de las acciones de Montana Perucchi, con lo que además de la renuncia a continuar con el proceso judicial éstos se olvidaban también del aval.

En ese acuerdo se deja claro que a la firma del mismo, es decir ese mismo día de Nochebuena del año pasado, Elgorriaga abona ya 20.000 euros. Posteriormente, y siempre según el acuerdo, el administrador judicial se compromete a pagar otros 30.000 euros en apenas un mes, el 30 de enero de este año. 50.000 euros que ya salieron de las arcas de la fábrica chocolatera.

Los 180.000 euros que restan hasta cubrir los 230.000 que fija el acuerdo, Miguel Ángel Martín se comprometió a que se irán haciendo efectivos en 12 transferencias bancarias los días 30 de cada mes, a razón de 15.000 euros. De esta forma, todo quedaría saldado este año.

Y, mientras, el administrador hace efectivas estas cantidades a las que nadie le comprometía, porque está por ver cómo se resuelve el procedicimiento judicial y si en él la empresa tiene algún tipo de responsabilidad, los trabajadores siguen sin cobrar sus mensualidades.

Hasta el momento, y según los datos facilitados por la presidenta del comité de empresa, Petri Palomo, sólo se les ha pagado la mitad de la nómina de enero, con lo que se les deben ya dos meses y medio, a los que vendrá a sumarse el salario de abril, informa A. García.

Aval de Mercedes Morán.

Lo perentorio de esta acuerdo, a decir de las mismas fuentes empresariales a las que ha tenido acceso este periódico, radica en que será papel mojado para un futuro comprador de Elgorriaga, ya que no le compromete a nada.

Precisamente, por eso el acuerdo lleva adosado un anexo en el cual la directora financiera y hoy propietaria junto a Luis Presa de Elgorriaga, Mercedes Morán, avala con sus bienes el pago de todas las cantidades, «en el supuesto de que Elgorriaga incumpliera la obligación de pago en los plazos afectados».

Este acuerdo que firma el administrador y que lleva parejo el aval de Mercedes Morán, curiosamente llegó dos meses después de que la directora financiera y Luis Presa sellaran con el anterior propietario quedarse con las acciones de Elgorriaga por la pírrica cantidad de dos euros. Un acuerdo de venta que, conviene no olvidar, llevaba parejo el compromiso «a no efectuar acción alguna contra el administrador anterior» y a colaborar en cuanto se les solicitara y les fuera posible «para solventar sus posibles responsabilidades penales instadas por terceros». Y ahí, tal y como adelantó este periódico, se hacía una referencia explícita al iniciado a instancia de Montana Perucchi.

Mientras, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Ávila acaba de citar a declarar como imputado para el próximo día 17 a José Andrés Fernández. Y en esa misma providencia, del pasado 23 de marzo a la que ha tenido acceso este periódico, la titular del Juzgado reclamaba al administrador judicial para que «en el plazo de diez días emita un informe de la gestión» que está realizando en Elgorriaga. Cabe recordar que Miguel Ángel Martín declaró a este medio que le entregaría toda la documentación a la jueza, cuando se la pidiera, algo que acaba de suceder.