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sociedad

La crisis casi triplica las renuncias a herencias al no poder pagarlas

Más de 2.000 castellanos y leoneses rechazaron un legado en 2014 / En 2007 fueron 784 / El impuesto de sucesiones, las deudas del fallecido y la falta de liquidez provocan este incremento

Renuncias a una herencia-El Mundo de Castilla y León

Publicado por
Alicia Calvo
Valladolid

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Más de un heredero y de dos se han llevado una monumental sorpresa tras firmar la aceptación de la herencia. Lejos de engrosar su patrimonio con dinero o bienes, se han topado con que su allegado fallecido era avalista o arrastraba deudas que ahora pasan a ser suyas.

La crisis económica ha multiplicado el número de personas que huyen de esa temible situación. Sólo el año pasado 2.039 castellanos y leoneses renunciaron a su herencia, la mayoría, por no poder pagarlas, según los datos del Consejo General del Notariado.

Esta es una cifra muy alejada de las que arrojaba el inicio de la crisis porque desde entonces casi se ha triplicado el número de personas que rechazaron su legado. Ha aumentado un 160%: en 2007 se registraron 784 denuncias.

En España se nota, incluso, un incremento mayor. En 2007 hubo 11.047 renuncias y el pasado año, 34.234, un 210% más. Respecto a otras comunidades, con datos de 2013 –los últimos cerrados del conjunto del país– Castilla y León es la quinta en la que más se produce esta circunstancia, por detrás de Cataluña, Andalucía, Madrid y Valencia.

La decana del Colegio Notarial de Castilla y León, Teresa de la Fuente, constata que cada vez se dan más casos y resalta dos causas principales.

Por un lado, la falta de liquidez para sufragar el impuesto de sucesiones. «Las herencias son muy gravosas y este impuesto es progresivo, a más cantidad que se hereda más se paga», señala.

Esa progresividad también es mayor cuanto más se aleja el grado de parentesco por lo que recibir un legado de un padre cuesta menos que hacerlo de un tío. «Los bienes inmuebles son ahora difíciles de vender y la mayor parte son pisos por lo que se da el caso de que el heredero está obligado a liquidar el impuesto antes de poder liquidar ningún bien y, si no dispone del dinero, renuncia y se quita el problema», apunta.

La otra razón más común son las deudas, pero las del fallecido. Una situación muy extendida es que de una generación a otra no sólo pasa el piso, también la hipoteca. «Muchas veces el valor del bien inmueble y el dinero no es suficiente o no cubre todas las deudas que tenía el causante».

La decana de los notarios de Castilla y León explica que junto a estas causas, continúan dándose excepciones en las que se rechaza lo que legítimamente te corresponde en favor de un familiar por motivos ajenos al económico. «Hermanos que creen que uno de ellos lo merece más por haberse ocupado del padre, familiares que no tuvieron buena relación y no quieren recibir nada de esa persona...».

Cuando los herederos situados en la primera línea de sucesión renuncian, concurren las sucesivas líneas de herederos y si todos declinan la opción, la herencia correspondería al Estado.

El Colegio de Notarios propone que se habilite la posibilidad de que el futuro heredero consulte a través de la notaría la información, «de la que dispone el Banco de España», sobre la situación de préstamos y avales que haya firmado el fallecido. «Sería muy útil saberlo porque es difícil tener controlado todo. Conocer si existe una hipoteca es más sencillo, pero resulta más complicado saber si decidió avalar a alguien. Por eso hay veces en las que hay sorpresas nada buenas».