El marido de la asesina confesa de Carrasco desconocía el origen de la munición aparecida en casa de su hija

Ni una sola contradicción. El comisario de Astorga, Pablo Antonio Martínez, se ha ratificado en su declaración de esta mañana ante la juez que investiga el asesinato de la presidenta de la Diputación y del PP de León, Isabel Carrasco, para insistir en que “nada” sabía de los supuestos planes de su mujer y asesina confesa de Carrasco, Montserrat González, y de su hija, Triana Martínez, que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación el pasado 12 de mayo.

En su nueva comparecencia como testigo ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 4 de la capital leonesa, Sonia González, el ya ex comisario de Astorga, que fue destinado a Gijón días después del crimen, dijo que desconocía la procedencia de la munición aparecida en casa de su hija, durante el registro que se practicó la noche del crimen. Ni siquiera la insistencia del la magistrada sobre este asunto le hizo variar un ápice su declaración inicial.

En lo que tampoco dudó, y volvió a repetir lo mismo que dijo en su primera declaración como testigo que está recogida en el sumario del caso, es a la hora de asegura r que sí que le había llamado su hija, “pero la llamada se cortó”. Es más, según las fuentes consultadas por EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN, Pablo Antonio Martínez dijo a la jueza que sólo había alcanzado a oír a su hija “mi padre es compañero vuestro”. Después reconoce que volvió a llamarla, pero ya no pudo contactar con ella.

Esta nueva declaración del marido de la asesina confesa de Isabel Carrasco y padre de Triana Martínez, ambas en prisión acusadas de asesinato, junto a la policía local, Raquel Gago, llega tres días antes del careo al que la titular del Juzgado de Instrucción número 4 tiene previsto someter el próximo viernes a las tres acusadas de matar a Isabel Carrasco.